Sweet scent - Satzu

09

Las clases pasaron bastante rápido para mi gusto, cuando menos me dí cuenta pase de tener cálculo a las 7 a.m. a tener filosofía a la 1 p.m.
En un par de minutos las clases terminarían y tendría que ir por Sana a su salón para irnos.

Cuando la campana sonó mis manos comenzaron a sudar y mi corazón a palpitar horriblemente, el miedo me estaba dominando, pero tenía que ser ahora.

Guarde mis cosas y salí de mi salón con dirección a la entrada donde se suponía que vería a Sana.

Mientras caminaba entre la multitud de gente choqué con Mina.

—Tzu, ¿a dónde vas? ¿Estás bien? Te ves algo pálida y estas sudando— me preguntó mientras ponía una mano en mi frente.

—S-si, estoy bien, necesito hacer algo unnie— Mina me miró extrañada — Te lo contaré todo mañana, si todo sale mal...necesitare tu apoyo.

Mina me miró aún más confundida y solo asintió.

—No se que vayas a hacer, pero no hagas nada estúpido por favor—

Yo solamente negué con la cabeza.

—Al contrario unnie...estarás muy orgullosa de mi. Confía en mi— Seguí caminando alejandome de ella.

—Suerte— me gritó, yo le grite un "gracias" y seguí mi camino.

Necesitaba decirle todo lo que siento a Sana, esto es algo que ya no puedo seguir ocultando, Sana lo tiene que saber ya.

Llegué a la entrada y ahí estaba Sana hablando con sus amigas, Chaeyoung y Jihyo, las tres estaban riendo.

—H-hola chicas — saludé cuando llegué junto a ellas.

—Hola— me saludaron las dos amigas de Sana mientras que ella me regalaba una tímida sonrisa.

—Oh que tarde, quede de verme con Mina unnie en la biblioteca, nos vemos chicas — dijo Chaeyoung despidiéndose de nosotros antes de irse rápido hacia la biblioteca.

—Llegaron por mi, nos vemos también— dijo Jihyo despidiendose también y dandole una sonrisa extraña a Sana, ella solamente se sonrojo.

Ambas vimos como Jihyo corría hacia la calle y se acercaba a una chica pálida, ambas se besaron cortamente y caminaron juntas. Me imaginé que esa es la alfa de Jihyo.

—¿N-nos vamos Tzuyu unnie?— me preguntó.

—Ah si...claro Shiba.- le sonrio y comenzamos a caminar a la calle— Mhm...¿Tienes algo que hacer?

—No unnie...¿Por qué?— me preguntó curiosa.

—¿Me podrías acompañar a un...lugar?— pregunté haciendo mi mayor esfuerzo por no tartamudear.

—Claro, vamos— me dijo Sana regalandome una de sus hermosas sonrisas.

Le devolví la sonrisa y seguí caminando.
No tenía ni idea a donde llevarla, ni siquiera sabía por que le había dicho que me acompañara.

—¿A donde vamos?— me preguntó Sana después de un rato de haber caminado.

No sabía ni que decirle, estabamos cerca de una pequeña plaza y de un parque.

—Ehm...pues veras— traté de inventar algo, Sana me miraba expectante —y-yo...- suspiré y me di por vencida, tenía que hacerlo— Ven por favor.

La lleve hasta una banca del parque que se encontraba debajo de un árbol.

—¿Q-Qué sucede unnie?— dijo Sana cuando nos sentamos en la banca.