Capítulo 9

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En la penumbra de la oficina de Betty, Armando tuve ganas de besarla, cuando el teléfono sonó.

-El teléfono, doctor.

-¡Maldita sea! –dijo Armando, ¡Contéstelo, Betty!

-¿Hola? Sí, doctor Silvera. ¿Armandito? Sí, Don Armando está aquí sí. Quiere hablar contigo, doctor, dijo sobre una habitación del hotel.

-¡Oh sí, lo olvidé! Pásalo adelante.

-Sí doctor.

-Ah, hola, Silvera. Sí, está bien. Estuvo genial, la prensa no para de hablar de eso, somos capaces de hacer muchos otros eventos ahí, pero no tan pronto. Diga, Ah, la reserva, sí, recuerdo... és que he estado muy ocupado.

-¿Qué quieres decir, Armandito? ¿Vas a decir que no tienes tiempo para unos momentos de placer? ¡Ya no te conozco! -dijó Silvera.

-Algunas cosas han cambiado...

-Bueno, si no tienes tiempo, que sabes que puedo ofrecerle a Mario, él sabría aprovecharlo.

-No. Mira, Silvera, quiero quedarte con la reserva, suite presidencial con todo ah?

-Sí, claro Armandito, sabía que no me decepcionarías ¿Y para cuándo lo quieres?

-Para esta semana. El viernes tengo un cóctel y ya sabes cómo es.

-Va a arrastrar a una de las modelos a una cita.

-Por ahí, Silvera, pero escucha, solo podría ir a este central, ya que preferiría el que está cerca del cóctel. Ya sabes cómo es, no puedo exponerme tanto caminando por la ciudad.

-¡Travieso como siempre! Sí, puedes reservar cualquier suite en una de nuestras sucursales, ¡pero sabes que la mía es la mejor!

-Lo sé, pero es cuestión de movilidad.

Betty había escuchado todo la conversación, ¿así que don Armando pretendía ir al coctel de Colorín y empezar con uno de esos modelos que tanto quiere? Una lágrima se deslizó por su rostro.

-¡Beatríz!

-Si, don Armando? – dijó, secándose las lágrimas.

-Mañana tendremos el cóctel Colorín.

-Sí, y te irás con doña Marcela, ¿no?

-¿Con Marcela? De ninguna manera, no sé de dónde sacaste esta idea.

-Pero...

-No, no voy a ir con Marcela, ella cena con Daniel y está bien, porque yo no quería ir con ella. Quiero que usted me acompañe a este cóctel.

-¿Pero yo? No, sabes que estas cosas se acaban tarde y ya sabe que a mi papá no le gusta.

-Beatriz, tu papá sabe que usted es mi asistente y que necesita asesorarme para cerrar negocios, así que hazle saber que necesitarás llegar más tarde.

-Pero...

- Si quieres, hablaré con él.

-¡No es necesario!

Betty llama a su padre, la regañan frente al jefe, quien solo sonríe.

- Iremos juntos mañana. Él le guiñó un ojo.

Cuando se haya ido.

-Tengo que encontrar una manera de escapar. ¡Va con una modelo al hotel y quiere que yo lo cubra con doña Marcela! ¡No más! No pudería soportarlo.

Al día siguiente, a pesar de intentarlo, Betty no encuentra una excusa plausible.

-¡Ya estaba arreglado, Betty! Tenemos negocios que cerrar, te necesito. Pero es sólo... que...

El secreto de la carpetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora