Capítulo 19

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-Betty, yo...

-¡Los informes están listos, Don Armando!

-¡No es de eso de lo que quiero hablarle!

-¿Sobre qué entonces?

-Esta supermodelo que contratamos.

-Ah... –dijo ella sin levantar la vista.

-¡No es lo que parece!

-¿Es lo que parece?

-Que me interesa la modelo esa...!No lo es!

-¿No la quería contratar?

-Me interesaba, pero no como crees.

-No creo nada.

-¡No estaba coqueteando con ella! No como con las demás, como Claudia Borsh, o...

-No estoy pensando en nada, no te preocupes. No soy tuyo para nada, pero deberías preocuparte por la doña Marcela, ella es su prometida y estaba muy nerviosa por cómo trató a la modelo.

-¿Qué me importa, Beatriz? Sólo la traté bien porque no todos los días una supermodelo famosa quiere desfilar para Ecomoda.

-Y no puedo ni imaginarme por qué... - dijo ella, celosa. –Debería pensar que doña Marcela...

-¡No me importa, Marcela!

-¿Armando está ahí? -dijo Marcela entrando a la presidencia.

-¡Si, estoy con Beatriz!

-¿Qué haces aquí? ¿No te lo imaginas? ¿Quién sabe, estaba aquí de romance con Betty?

-¡No seas idiota! Que nunca tendría un romance con esto... esto... ¡No te quedes ahí parado como una idiota!

-¡Ésta es su oficina, Marcela! Tú eres la que está aquí siendo entrometida.

-¿Vamos ya a mi departamento?

-¿No ves que estoy trabajando?

-¿No la paga por trabajar y hacer todo por ti? –dijo a Betty

-¡No, ella está aquí para hacer el trabajo de ella y también lo que su amiga no hace porque está ocupada vigiandóme y quejándose de sus deudas!

-¡No quiero pelear contigo! Ya voy para prepararnos una cena íntima, después de hacer el amor agotadoramente en la jacuzzi, como siempre.

-¡Espera, Marcela!

-¿Puedo esperarlo?

-Espera, si quiere.

Marcela se va emocionada, dejando a Armando molesto y a Betty celosa.

-¡No creas en nada! No hacemos esas cosas que ha dicho desde hace mucho tiempo.

-¡Ella es tu novia!

-Créeme que la última vez que hice el amor en una bañera fue el día que nosotros estuvimos en ese hotel y llovía mucho.

Betty negó con la cabeza, no lo creía para nada.

-¡Apaga la computadora y vámonos!

-¿A donde?

-¡En algún lugar!

-¡Creo que doña Marcela lo está esperando!

-¡No dije que iría! No voy irme con ella, ni a su apartamento.

-Ah, claro... dijo Betty -Imaginando que iría con la modelo que contrató.

-¡Vamos, Betty!

-¿Qué?

El secreto de la carpetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora