Capítulo 1: Cegada.

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Suena el despertador, abro mis ojos y miro el reloj que marca las siete y media, otro día en el cual levantarme temprano para ir al instituto.

Solo hay una cosa que puede mejorar este asqueroso día completamente y es que iré a ver a Ethan, mi novio. Mi madre es muy buena amiga de sus padres, así lo conocí, años después decidimos ser algo más y juro que han sido los mejores tres años de mi vida.

Me pongo de pie y miro el calendario, otra cosa que puede hacerme feliz hoy es que en tan solo un mes saldré del instituto, por fin saldré de ese infierno.

-Tu desayuno y ropa, Kate- dice mi madre entrando a mi habitación, segundos después sale cerrando la puerta de un golpe.

Desayuno, me alisto lo más rápido posible y me voy de prisa, siempre voy tarde, lo peor es que no vivo muy lejos y la profesora lo sabe. Lo único que pienso y no sale de mi cabeza en todo el día es él, Ethan. Tan solo escuchar o decir su nombre causa una sensación en mí, una sonrisa se dibuja en mi rostro y mis ojos brillan, jamás pensé en conocer a alguien tan especial, tan perfecto para mí, tan dulce, respetuoso, amigable y fiel. El chico que desde pequeña soñé.

<<Soy demasiado cursi, que desagradable>>

Pero definitivamente topé con suerte, ese chico es el mejor. Llego por fin al instituto y entro a la clase recibiendo una mala mirada de la profesora y una sonrisa burlona de parte de mis estúpidos compañeros.

Los minutos se pasan más lento que nunca. Suena la campana de receso y salgo de primera empujando todo lo que se interponga en mi camino, un metro después y ¡Sorpresa! La zorra de Caroline se coloca junto en frente de mí.

-Mira con quien me encuentro, la cornuda novia de Ethan- detesto a esta chica con cada célula de mi cuerpo -Cariño, me das lastima. ¿No te bastan tres años de mentiras para darte cuenta que no te quiere?

-Será mejor que te quites ahora o yo...- me interrumpe cambiando su chillona voz por otra más irritable.

-¿Tú qué? Lo menos que siento es miedo, Kate- ríe dando a lucir sus camanances -Siento aún más lastima por ti.

Doy un paso dispuesta a seguir mi camino pero me detiene tomándome de la muñeca. -Tu novio besa estupendo, amiga. Ten cuidado, en un descuido te lo roban.

Muevo mi brazo para que me suelte y paso a su lado chocando hombro con hombro, se tambalea tanto que por poco cae, aunque no me sorprendería que en algún momento lo hiciera si trae esos tacones de puta barata, no importa que tenga mucho dinero, igual le diré que son tacones de puta barata.

Después de unas clases más soportando burlas, bromas pesadas, insultos y más de parte de Caroline, por fin salgo.

Llego a casa con el peor humor que pueda existir, tiro mi mochila al suelo apenas paso por la puerta. Camino a la cocina desesperadamente y saco una caja de helado, manís y una caja de galletas con almendras. Mi reserva especial justo para humores como estos.

Me siento en el sofá y pongo una película de comedia con la esperanza de que me alegre el resto del día, pero será imposible. Mi mente me ataca con el recuerdo de las palabras de esa bruja en tacones de puta, ¿Besó a Ethan? Y paso a otra peor ¿Ethan no me quiere?

Me termino de derrumbar pensando en todas esas cosas, pero yo sé que me quiere, soy el amor de su vida y prefiero ignorar lo que las personas dicen.

Mi madre baja las escaleras, de inmediato nota mi estado al ver toda esa comida en el sofá.

-Cariño- la miro al escuchar el sonido de su voz, vestido negro con encaje pegado al cuerpo y los mismos tacones que llevaba Caroline hoy. Mis ojos se abren demasiado al verla, mis labios forman una gran "O" y un gran "¿Qué carajo?" sale a romper el silencio.

-¡Kate!- grita frunciendo el ceño -no digas esas palabras.

-Perdón- susurro -Te ves linda- no puedo dejar de mirar esos altos tacones rojos, creo que desde ahora dejaran de ser tacones de puta barata.

Se relaja -Voy a cenar con un amigo, vuelvo en unas horas. Recuerda que mañana tomo el vuelo a primera hora hacia Francia.

Mi madre sale una semana del país en un viaje de negocios, me lo dijo hace un mes pero nunca presté mucha atención.

-Sí, espera... ¿cenar a las cinco de la tarde?- alzo una ceja.

Se acerca y me besa en la frente -no es de tu incumbencia, Kate. Te amo- sale por la puerta olvidando completamente mi estado y lo agradezco, no quiero dar explicaciones y menos mencionar algo sobre aquellos tacones.

De pronto recuerdo la existencia de mi celular, pongo en la mesa toda mi comida para momentos de tristeza y me pongo de pie, voy hacia mi mochila casi arrastrándome y saco el celular, presiono el botón de desbloqueo, lo que veo me hace sentir un hormigueo en el estómago. Y no de los buenos.

Cinco llamadas perdidas y dos mensajes de texto, todos de Ethan:

"No olvides que hoy nos vemos, necesito hablar contigo sobre algo que sucedió en la fiesta de ayer"

El segundo fue enviado hace unos minutos:

"Kate, estoy aquí, no llegues tarde"

Mi corazón se acelera y mi estómago da un vuelco, estuve tan distraída deprimiéndome por lo que me dijo Caroline que olvide completamente que tenía que ver Ethan. De pronto todo calza, "Tu novio besa muy bien" y "La fiesta de ayer" no fui a esa maldita fiesta, significa que Ethan y Caroline... no, no puede ser.
Quito esos pensamientos de mi cabeza de inmediato, tal vez no sea algo malo. Eso espero.

Hasta el cielo y las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora