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Chifuyu tiene esa capacidad para dejarle mudo, para hacerle perder la consciencia y cordura
Sabe que su ropa está tirada por toda la habitación, incluso puede que por el pasillo por el que han llegado ahí está.
Podría echarle la culpa al alcohol pero no ha bebido, no lo suficiente como para no saber lo que está haciendo.
Podría echarle la culpa a chifuyu, ¿pero de qué?
Ha sido el quien lo ha besado.
Chifuyu solo ha decidido no rechazarlo.
¿Porque siempre tiene que estropearlo todo?
La culpa es suya por no haberle dicho que no cuando le ha preguntado que si quería ir a su casa.
Se han besado en el portal como si fueran dos adolescentes, despidiéndose antes de ir cada uno a su casa, a oscuras para que nadie los vea, para que nadie sea testigo de lo que están haciendo.
Ha podido sentir una espiral formarse en su estómago cuando en mitad de oscuridad su espalda se ha pegado a la pared y el cuerpo de chifuyu se ha puesto sobre el suyo, cuando esas manos han agarrado su cintura y él han vuelto sus brazos alrededor de su cuello.
Mientras subía las escaleras se han parado en cada rellano para volver a besarse, como si no pudieran estar separados por mucho tiempo, como si fueran dos imanes que se atraen el uno al otro.
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Chifuyu tiene esa manera de hacerle confiar ciegamente, como aquella vez que estuvo en celo y al primero que buscó fue a él, es más si estaba al filo de un barranco, él mientras estuviera a su lado podría caminar tranquilo, sabiendo perfectamente que no lo dejaría caer.
Podía provocar en su interior un fuego que arrasaría con todo pensamiento de rechazo, no podía rechazarlo, no quería rechazarlo, quería tocarlo, besarlo y sentirlo.
¿Porque estaba mal algo que lo hacía sentir tan vivo?
celos
Eso era algo que le pasaba mucho cuando eran adolescentes y algún Omega se le acercaba más de la cuenta, Chifuyu siempre había sido guapo y había mantenido la igualdad de géneros siempre consigo.
Quizás por eso se comportaba como un tóxico de mierda, sí, lo era y siempre que alguien quería quitarle a Chifuyu les hacía entender que el solo podía ser suyo, que solo el podía coquetearle, tocarlo, besarlo, marcarlo con su olor y alguna que otra mordida, solo el podía follar con Chifuyu.
Le encantaba el solo pensamiento de que ese Alfa solo fuera suyo, nunca tuvo problema con sus amigos omegas como Takemichi que tendia siempre a estar buscando lo, nunca supo bien el por qué, pero sí sabía que tenían un vínculo muy fuerte.
Tampoco sintió celos de Souya o Mitsuya.
Él siempre supo como tener a chifuyu entre sus dedos, no era muy difícil, el alfa era fiel como un perro, pero llegó un momento en el que él se hartó y entonces sintió el miedo, el miedo de poder perderlo, quizás era el alfa quien lo tenía a él
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Suelta un suave gemido que rebota por las paredes de la habitación para después desaparecer, Chifuyu se dirige hasta sus labios mordiéndo los con suavidad, tomándose su tiempo para degustar su sabor.
Deja escapar un suspiro sobre los labios del contrato, para después volver a besarse, les gusta besarse, aman besarse, puede recordar aquellas tardes en las que simplemente hacían eso.
Besarse y mirarse el uno al otro
estrecho y húmedo
Caliente
No, la palabra correcta sería incendio.
Sentirse piel con piel es algo mágico, cuando sus ojos se encuentran puede volver a los tiempos en los que era más jóvenes, besar sus labios lo transporta a otro universo.
Le encanta
Y sabe que a Baji también
Las piernas del Omega se enrollan en su cintura y vuelve a empujar con fuerza consiguiendo que un solo gemido salga de entre los labios contrarios.
No lo están haciendo bien
El porque es tonto y una vez más cayó en los encantos de ese omega.