Mi Obra de Arte [UzuZen]

2

Los rayos de sol ingresaban por la ventana del departamento de Tengen. Miró el reloj y eran las 5:40 A.M.

Hoy tenía que despertar temprano y dirigirse a su nuevo ''trabajo''.

Se dirigió al baño y se observó horrorizado en el espejo, tenía unas ojeras horribles. Oh no, ¡no podía ir así!

Salió asustado del baño y busco en su celular ''maneras rápidas de eliminar las ojeras''. En uno de los tutoriales le aparecía qué podía probar colocando filtrantes en sus ojos durante 15 minutos así que luego de ducharse decidió hacerlo. Si bien era cierto, no desaparecieron por completo, pudo disimularlas bastante bien. Se miró al espejo y probó su perfil.

Tengen solía ser un hombre bastante egocéntrico y cuidaba mucho de su imagen. Por ello tenía un gran físico y solía embriagar a las chicas con el olor de su colonia.

Luego de casi 30 minutos en elegir su colonia y accesorios, tomo su mochila y salió a la institución en la que brindaría clases.

El tráfico a esas horas no era tan malo, había poco tránsito de vehículos por lo cuál estuvo puntual, a las 6:50 había llegado y las clases comenzaban a las 7:30, tenía tiempo para que le dieran un recorrido breve, le mostrarán su área de trabajo e hicieran el papeleo correspondiente.

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Después de un rato se encontraba en el lobby de secretaria, esperando a qué el director hablará con él y le hiciera entrega de sus horarios, materiales y brindará unas cuantas indicaciones.
Al poco rato de encontrarse ahí, se percató de la presencia de unos cuantos estudiantes, al parecer eran de un grupo extracurricular, y ese día necesitaban llegar temprano y dar un ensayo. Uno de ellos llamo su atención, era un chico lindo de cabello rubio y puntas naranjas, al verlo sonrío por lo extravagante que se le veía, y vio como tomaba el instrumento qué desde su punto de vista era el más delicado, un violín.
El chico comenzó a tocarlo con suavidad y coordinación, al finalizar sus compañeros aplaudieron su participación en el ensayo y le sonrieron gentilmente. La melodía qué el chico toco fue fácil de reconocer para Tengen, fue suave pero muy linda y delicada. Sonrio con satisfacción y decidió continuar esperando, ningún instrumento llamaba su atención.

De pronto, una voz termino con su distracción.

— Buen día, el director lo está esperando.
— Buenos días, si, gracias.

Ingreso a la oficina, saludando y tomando asiento, esperando a que el mayor comenzará la conversación.

— Buen día, ¿usted es el recomendado del maestro Rengoku?
— Si, así es. Mi nombre es Tengen Uzui, licenciado en Artes Plásticas.
— Veo que el puesto al qué aspira es maestro suplente de Artes. ¿Cuánto suele ganar?
— Ujum, el dinero es lo de menos, veo este trabajo como una manera de expansión en cuanto a mi expresión artística, deseo contribuir, más que recibir algo, lo hago por pasión.
— Entiendo, la verdad no seré muy riguroso con usted... —observó los documentos entregados por Tengen y asintió levemente— No tiene antecedentes penales y es una persona que se involucra mucho en los deportes.
— Así es.

Después de unos minutos más, Tengen salió triunfante de la oficina, sabía que conseguiría el puesto, y aunque económicamente no lo necesitaba, si necesitaba salir de ese bloqueo qué lo mantenía irritado. Le habían entregado horarios y materiales con los cuales trabajaría. Consideraba qué el trabajo como educador no era algo muy complejo pero si bastante importante. Sabía que tenía que trabajar con chicos de diversas realidades y diversas reacciones, aunque el solía no prestar atención, en esta ocasión, quisiera o no tendría que hacerlo.