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Zenitsu acaban de llegar a su casa, esta estaba en completo silencio, su abuelo se encontraba fuera de la ciudad por eventos familiares y su hermano mayor había salido con algunos amigos. Estaba claro que se aburriría el resto de la tarde, así que subió, tomó una ducha rápida y bajo a almorzar.

Las horas pasaban, y ya había terminado con sus tareas y los quehaceres del hogar, cuanto aburrimiento. Vió el reloj y aún era temprano, las 5 p.m.
Tomó una casaca y salió a caminar, tal vez iría al parque, o a comprar alguna cosa. No lo sabía.

Caminaba por el parque, y observaba a la gente pasear, conversar y divertirse, mientras el yacía aburrido. Veía parejas dándose amor, cuando el estaba más solo que media sin par.

A veces Zenitsu solía pensar en si era lo suficientemente lindo como para que alguien mirase en su dirección y que, desafortunadamente, era el único de sus amigos que no tenía vida amorosa, porque hasta el idiota de Inosuke tenía un par de pretendientes.

'¿Moriré solo?' pensó y luego agitó con fuerza su cabeza, para dejar de sobrepensar las cosas.

Jamás había recibido una carta de amor o unos chocolates por San Valentín, ni tampoco había tenido la oportunidad de hacerlo él.
Ni siquiera, tenía oportunidad con la hermana menor de Kamado, ya que hace poco, Nezuko se había puesto de novia con el hermano menor del maestro Rengoku, Senjuro.
Aunque, Zenitsu era bisexual, las mujeres siempre eran su debilidad, ya que consideraba qué encontrar una pareja masculina en secundaria, sería muy difícil por no decir imposible.
Suspiró levemente y se sentó en una de las bancas, sacando su celular y revisando redes sociales (nada distinto a lo que haría si estuviera en casa) hasta que vió algo que llamó su atención... Bueno, mejor dicho, le sorprendió.

Inosuke, estaba ahí, besándose con el maestro... ¡¿SHINAZUGAWA?!

Entró en pánico y trato de buscar posibles respuestas 'Tal vez se parece demasiado a Inosuke y sea otra persona..' trató de calmarse interiormente, diciendo eso. Pero, nuevamente se tensó al ver que... Si era Inosuke, y lo identifico por algo tan simple como el collar de jabalí qué siempre llevaba consigo.

'Dios mio, Inosuke' pensó. Zenitsu creía que el único que vivía enamorado de un profesor era Tanjiro. Sin embargo, se dio con la sorpresa de que no era así.

Se levantó rápidamente y camino apresurado hasta llegar a un lugar más tranquilo y a lo lejos vió a su hermano mayor junto a sus amigos, por lo cuál se volvió a ir, de lo contrario Kaigaku lo acusaría de 'espiarlo'.
Resignado por ambas situaciones decidió regresarse a casa y terminar el día con aburrimiento.

— Pero que día de mierda —murmuró ingresando a casa y tirándose al sofá— No me queda de otra que pasarme la tarde en redes sociales.

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— Makio, eligelo tú, realmente quiero irme temprano.
— Bueno idiota, lo haría, ¡pero es tu exposición! —el pelialbino rodó los ojos y miro disconforme a la chica.
— Seré sincero, no me gusta el lugar, busca otro —puso una mano en la cintura y la miró— No está a nivel de mis obras, ni de mi nueva colección y mucho menos del prodigioso Tengen Uzui.
— Eres un... Hijo de- ¡Te odio! —dijo exaltada la chica y salió de la galería— Te buscaré unas propuestas más 'extravagantes' —gritó irritada a la distancia.

Tengen suspiró y se dirigió a su auto, estaba ansioso por llegar a casa y retratar a ese chico tan lindo. '¿Lindo? ¿En que momento me empezó a parecer lindo?' pensó y tomo aire antes de abrir su auto.

Condució con tranquilidad y emoción ciertamente. Solo quería encerrarse en el departamento y empezar con esa gran obra, la más bella de todas.

Al llegar a su hogar corrió escaleras arriba, y llego hacia su estudio, empujó la puerta y empezó a buscar sus materiales. Cogio pinturas, brochas, pinceles, difuminado res, etc. Todo lo que le sería útil durante esta etapa de explosión creativa. Puso el teléfono en modo avión y comenzó a retratar a Zenitsu, su estudiante.

Pasaron las horas y el albino continuaba con gran emoción y firmeza, las manos las tenía entumecidas, los ojos ardían (podía jurar que ni siquiera había pesteañado en todas esas horas), sin embargo, esa obra, fue distinta a muchas, expresaba sentimientos profundos, más alla de lo que la vista del ser humano puede detectar.
Y también, más allá de lo que Tengen podía comprender. Sabía que el qué su alumno le pareciese atractivo estaba mal y sobretodo que ahora se encontrará retratandolo, pero, finalmente, ¡no hay nada de malo si él no se entera de eso!

Pero, cabía la posibilidad de que en algún momento lo supiera, y además, el albino planeaba 'ayudar' a su alumno a ser más 'extravagante' y que fuera digno de continuarlo retratando.

Despues de un rato, la inspiración lo llevo a terminar y observar su obra maestra, ¡qué precioso! Realmente era hermoso, había utilizado el estilo del cubismo para hacerlo y quedaba espectacular, pareciendo pequeños vitrales en el fondo y que lo que más claro y llamativo se viera, osea, el rubio.

Tengen emocionado, envío una foto a Kyojuro. Y luego se la reenvío a Sanemi.

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⏰ Última actualización: Sep 15, 2023 ⏰

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