♤C.2

1 0 0
                                    

4:00 pm

Dos días antes de la boda.

Estiro el brazo con fin de agarrar un libro que estaba en el estante más alto de toda la biblioteca. No logro alcanzarlo así que cada vez me estiro un poco más, casi caigo, pero en el momento de hacerlo un brazo me rodea la cintura.
Me doy la vuelta, confundida, y lo veo a él.

--¿Me espiaba?-- Dije haciendo un paso para atrás, rechazandolo.

--Creo que debería darme las gracias por impedir que caiga.

--Estás evadiendo mi pregunta. ¿Me espiaba?-- digo cruzandome de brazos.

--No, no lo hacía. Sólo me apetecía leer algo, no creo que haya problema teniendo en cuenta que es mi castillo.

--No te creo. Y ni siquiera es tu castillo, es de tus padres.-- Da pasos hacia delante, al mismo tiempo que yo retrocedo.

--En algún momento se te acabará la distancia, ¿lo sabes?. Y ya no podrás retroceder.

--¿Es tú problema?

--Es más bien un beneficio.

--¿Por qué lo dices?-- pregunto entre dientes al notar que mi espalda está pegada a la estantería, y él está a dos pasos de estar pegado a mi cuerpo.

--Porque te tengo más cerca-- Adelanta otro paso.

--Pues yo no te quiero cerca.-- Lo empujo por el pecho, pero ni siquiera se tambalea. --¿Quisieras alejarte?, estás interviniendo en mi espacio personal.-- Hago una especie de burbuja con mis manos como si yo estuviera dentro. Suelta una risa y se aleja unos centímetros.

--Okey, supongo que debemos empezar de a poco.

--¿Empezar qué?, no hay nada que empezar y lo sabes. Me harías un gran favor al dejar de aparecerte en todas partes.

--Tú me llamas.-- Se encoje de hombros.

--Estás delirando. Quizás la corona te hace mucha presión.-- Alzo mi brazo derecho con fin de moversela, pero no llego, lo empujo nuevamente por el pecho, enfurruñada. Él sólo se limita a reírse de mí por descaro.

--Quizás te queda mejor a ti y no te equivocas.

--Idiota.

--Lo digo enserio. --Alza sus dos musculosos brazos para sacársela, retrocedo un paso al imaginar lo que hará.

--No te voy a comer, sólo quiero ver cómo te queda para en un futuro saber que corona te quedará mejor. Igualmente la elegirías tú, pero con probar no perdemos nada.-- Lo miro confusa.

--¿Corona para qué, idiota?

--Sólo déjame ver cómo te queda.-- La arrima a mi cabeza, me limito a rodear los ojos, aceptando.
Apoya la lujosa corona de oro en mi cabeza y esta cae hasta quedar casi a la mitad de mi frente.

--Creo que te quedaría mejor una con diamantes...-- Dice inspeccionando mi rostro, su mirada se detiene en mis labios para luego volver a mis ojos.

--Estás confundido. MUY confundido.-- Me saco la corona de la cabeza y apoyo la base de esta en su pecho. --Escúchame bien, quiero que te alejes de mí, ¿Okey?. Empieza a acercarte a Amaris y demuéstrale que no eres tan idiota como lo aparentas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 04, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Los reyes contrarios Donde viven las historias. Descúbrelo ahora