Bajo el Velo de las Sombras - [Twibra]

Introducción

Notas importantes y advertencias al final del capítulo.

El mundo no se rompe de golpe.
Lo hace en silencio.
Como el hielo que se agrieta bajo los cascos sin que nadie escuche.
Como una estrella que se apaga mucho antes de que su luz deje de ser visible.

Primero desaparece la risa en los pasillos.
Luego, las cartas llegan con menos frecuencia.
Después, las palabras se llenan de una cortesía distante.
Y al final… solo queda la costumbre.

Hay un despertar entre nieve y olvido,
el frío adherido a los huesos como un juramento antiguo.
El viento trae voces rotas,
fragmentos de una historia que arde y se deshace
antes de poder atraparla.

Hay un desorden de mapas y deberes,
Un palacio, tan lleno de luz y colores,
que devuelve el eco de los pasos.
Algo en el interior se ha ido haciendo más pesado,
no por lo que falta, sino por lo que ya no encaja.

Y entonces, la tierra llama.
No con palabras, sino con un tirón suave, inevitable.
Hacia un lugar donde el frío nunca se ha disipado,
donde las sombras no se proyectan, se arrastran
y, finalmente, descansan.

Hacia un encuentro que cambiará el curso de lo que se cree saber
sobre la verdad, el dolor… y la redención.
Hacia un corazón que late en las ruinas,
buscando una razón para seguir haciéndolo.

Si cualquier poni o criatura llegara a escuchar la historia del Imperio de Cristal y sintiera curiosidad por desentrañar su pasado, podría imaginarse que no sería difícil encontrar pergaminos, diarios, libros y periódicos repletos de su rica y fascinante historia. Un imperio tan enigmático, con una cultura única y deslumbrante, debería estar documentado, ¿no es así?

Pero, tristemente, ese no es el caso.

No hay registros.

El imperio emergió de la nada en un día cualquiera, como si la tierra misma lo hubiera exhalado de nuevo al mundo. Miles de ponis con una apariencia singular regresaron con él, arrastrados desde el abismo del tiempo. Un rey tirano los había gobernado, sembrando terror no solo en sus vidas, sino en las de muchos más, hasta que fue derrocado por la magia de un misterioso corazón de cristal cuya procedencia, al igual que la del propio imperio, sigue siendo tan incierta como su propia existencia.