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POV Cheryl
Michelle Morgado no era nadie más que Lauren Jauregui, reí con amargura, no había visto venir esa jugada por estar enfocada en otros asuntos, entre ellos, buscar la debilidad de la ojiverde -Otro más- pedí nuevamente un shot de alcohol.
-Cheryl- escuché la voz de mi amiga detrás mío -No deberías tomar tanto en tan poco tiempo- aconsejó Verónica, a lo que hice caso omiso y tomé de un sorbo el líquido rojizo que había pedido, mi garganta no ardió, se había acostumbrado en tan solo una hora, abrí mis ojos y la vista ya no era completamente nítida, volví a cerrarlos y apreté mis manos, debía mantener la cordura esta noche -Tengo algo para ti- anunció con voz baja.
-Espero que tengas buenas noticias- di media vuelta, me apoyé en la barra y sonreí falsamente -Después de lo que hiciste- reclamé con sutileza, pero no con tanta debido a su reacción.
Verónica suspiró y frunció los labios, como si tratara de explicarme las cosas, pero realmente no me sentía de ánimos para escucharla, sacudió la cabeza con ligereza y volvió a hablar, lo que agradecí en mi interior -Yo siempre cumplo con mi palabra- dijo con firmeza y una victoriosa sonrisa en su rostro.
-Perfecto- esta vez sonreí con satisfacción y eché un vistazo a todo a mi alrededor, buscando únicamente a una persona, pero no estaba más en el lugar, pero pronto la volvería a ver -Lauren Jauregui no sabe con quién se metió- uní mi mirada con Verónica y apareció una risa cómplice.
Entendí que ella no tenía la culpa de la humillación que había sentido esta noche, porque mi amiga también se había sentido de la misma manera, sabía de su rechazo a la ojiverde porque había sido el reemplazo de ella y todos nuestros amigos en la vida de (_____), algo que Lauren no sabría que lamentaría en poco tiempo...
Muy poco tiempo.
Your POV
-¿Es una broma? Ponle más whisky- el bartender se rió y negó con la cabeza -No creerás que nunca lo he probado ¿Verdad?- reímos de nuevo, se encogió de hombros y se dirigió a rehacer mi pedido, agradecía que mi padre me había enseñado a beber un buen whisky aunque mamá siempre le decía que no lo haga, ahora solo deja que pruebe un poco en las fiestas.
-¿Dónde está Lauren? ¿Ya se aburrió de ti, (_____)?- oí la voz de Toni a mi izquierda, podía sentir el enojo en su tono, no volteé a verla hasta que recibí la bebida en mis manos.
-Deja de seguirme, creerán que me amas- jugué con mis cejas y le di una risa burlona, no tenía ganas de pelear con nadie.
-¿Dónde está?- preguntó una vez más, la morena se acercó más a mí y mantuvo la seriedad en su rostro, vaya que estaba enfurecida.
-Le dije que saliera de aquí cuando termine su presentación- acabé de beber, devolví el vaso no sin antes pedir otro trago más y noté que Toni me miraba con detenimiento, como si intentara descifrar si le estoy mintiendo o no.
-Solo dile que no debió hacer esto- frunció las cejas y, en un intento desesperado de hacerme sentir miedo, dijo -Y que la veré... Pronto-.
Sentí como si un mecanismo de defensa, desconocido hasta ahora, se activaba dentro de mí, probablemente era una consecuencia del alcohol más la impotencia del momento, pero sin pensarlo dos veces defendí a Lauren, dejé mi rostro a pocos centímetros del de la morena y advertí con seguridad -Aléjate de ella, o quién te verá pronto, seré yo- agarré el vaso de la barra y la dejé sola con todas sus amenazas.
En medio camino me di cuenta que a menos de dos metros estaba parada la pelirroja, apoyada en la barra y viendo a los demás bailando, como si de una reina observando a los plebeyos se tratara, sacudí mi cabeza y disipé mis pensamientos, esto era culpa del alcohol dijo mi conciencia y, aún así, tomé todo el líquido de mi vaso. No sabía porque tenía la necesidad de ir con ella y explicarle porque habíamos hecho aquella presentación, mi corazón me exigía disculparme con ella, pero mi mente no me lo permitía. Mierda.
