(Canción recomendada: Play Date - Melanie Martínez)
Hace nueve meses
Your POV
-Una vez más ¿Qué le dirás cuando la veas?- preguntó la rubia frente a mí.
-Primero le diré para hablar a solas- asintió -Luego le doy la rosa- sonrió.
-¿Y después...?
-Le diré que me gusta- suspiré, sentía demasiados nervios.
-¿Cuánto te gusta?- Betty miró directamente a mis ojos.
-Mucho- dije bajito.
-¿Cuánto?
-Mucho- aseguré.
-Muy bien- sonrió abiertamente -Ahora vamos a volverte parte de la familia- me guiñó.
Yo solo reí y negué con la cabeza divertida, tomé la rosa roja que había cortado del jardín de mamá y acomodé mi mochila.
Hoy era el día.
Hoy le diría a Cheryl Blossom lo mucho que me gustaba, iba a liberarme de este sentimiento que tanto había guardado para mí, estoy casi segura que ella me corresponde. Lo había sentido esta última semana. No podía estar equivocada.
-Vamos a Pop's antes ¿No?- me hizo recordar Betty -Deberás llevarle un desayuno especial a tu chica- molestó.
-No es mi chica.
-Aún- tomó mi mano y nos fuimos en dirección a nuestro lugar favorito.
-No puedo creer que hayas esperado tanto tiempo sin decirle a Cheryl que te gusta- miré a Betty y seguía sonriendo.
-Creo que tú estás más emocionada que yo- le devolví la sonrisa y levanté mis hombros -Tenía miedo, es que... No quiero que deje de ser mi amiga y todo se vuelva raro, no lo soportaría- y no mentía, hace tres meses que casi pierdo su amistad, no necesariamente por confesarle lo que siento, sino por lo sucedido con Jason.
Luego de una pelea con los diablos rojos por defender a su hermana, había quedado demasiado lastimado ¿Días después? Mi amigo no había soportado sus heridas y nos había dejado, con un vacío inmenso y más de un corazón roto. Cheryl no paraba de llorar, en su casa, en la escuela, en el bosque y en todos lados, quería estar sola, quería que la dejáramos caer en el abismo que Jason había dejado, pero yo me rehusaba a hacerlo.
Penélope y Clifford estaban igual o peor que la pelirroja, uno tratando de consolar al otro. Los conocía, pero no era muy cercana a ellos, eran algo... Reservados. Luego de la muerte de Jason, se volvieron aún más distantes con su entorno, o mejor dicho, con todo Riverdale. Aunque parezca increíble, no se preocupaban mucho por su hija después de aquel evento, ellos se fueron recuperando poco a poco, pero Cheryl seguía sola, sin una palabra de consuelo de sus padres.
Sin embargo, nos tenía a nosotros. Betty siempre la entretenía con historias misteriosas, pero con finales felices. Archie y Jughead hacían tantas cosas como fueran posibles para hacerla reír. Verónica se esforzaba enseñándole nuevos bailes y canciones para que vuelva a nacer su amor por las Vixens. Por último, estaba yo... ¿Qué hacía? Estaba presente en cada momento. En los días buenos, los malos y los peores. Siempre que Cheryl necesitaba un abrazo, ahí estaba yo. Si quería llorar, yo la consolaba. Si quería hablar, yo la escuchaba. Si quería perderse del mundo, lo hacía, pero conmigo. Ella no me ocultaba nada, desde ese momento, nos habíamos convertido en ella y yo, juntas contra el mundo... Lo sé, lo sé, suena infantil o irreal, pero así lo sentía.
-¿Qué pedirás? Oye... Tierra llamando a (_____)- la rubia chasqueó los dedos frente a mi rostro, habíamos llegado a Pop's.
-Cierto cierto- sacudí mi cabeza levemente -Es que estaba-
