2. ¿Las casualidades existen?

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Violet llegaba la tarde de un jueves a una casa algo lejos del centro de la ciudad, era un vecindario tranquilo y agradable. La chica disfrutó su caminata hasta allí, una pequeña sonrisa se dejaba ver en sus labios y sin más premura llamó a la puerta.

 La chica disfrutó su caminata hasta allí, una pequeña sonrisa se dejaba ver en sus labios y sin más premura llamó a la puerta

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- Voy a correr lo más rápido que pueda a donde quiera mi cliente, soy la Auto Memories Doll, Violet Evergarden. - El hombre no podía creerlo, finalmente la tenía frente a él y no tuvo que hacer mucho.

- Ah, mucho gusto. Soy Paul Colleen... Gracias por venir. Pase, por favor.

- Me dijeron que necesitaba enviar una carta a un familiar en otro país.

- Sí. A mi tía. Tengo mucho tiempo sin verla. La última vez supe que estaba algo enferma. Tome asiento por aquí. - Violet asintió y se ubicó gracilmente donde se le indicó.

Paul parecía hipnotizado con sus movimientos, como arreglaba su vestido antes de sentarse, la manera en que ubicaba y preparaba con cuidado su máquina de escribir. Violet  estuvo a punto de quitar sus guantes, cuando el hombre la interrumpió.

- Ah, disculpe. Antes de empezar iré por algo de té para ambos. Ya regreso.

El hombre preparó las bebidas, aunque agregó un ingrediente extra a la taza de Violet. Con cuidado tomó cada taza y se acercó a ella.

Él y Violet compartieron el té tranquilos, Paul la veía algo ansioso. No tardaría mucho en hacer efecto o eso esperaba. Estaban acostumbrados a usarlo en la mayoría de sus robos para dejar inconscientes a sus víctimas por un rato.

- ¿De qué trata exactamente la carta que debo transcribir?

- Bueno quiero desearle a mi tía una buena salud, también saber sobre mis demás familiares, hacerles saber que estamos bien aquí.

- Entiendo. ¿Hay más... - Un mareo se hizo presente desorientando a Violet. Por alguna razón que desconocía estaba muy débil. Sentía que sus párpados se cerraban en contra de su voluntad. Empezó a tener miedo, lo último que vio fue la extraña sonrisa en la cara de ese hombre frente a ella, antes de que todo se oscureciera.

...

Paul estaba más que satisfecho. Llevó a Violet al sótano y la acostó sobre una cama, para luego atar sus manos con una cuerda al espaldar. Colocó una mordaza en su boca y salió de allí, no sin antes cerrar todo con llave.

Fue hasta la sala para esconder las pertenencias de la chica. Era poco más de las 6 de la tarde, fue a la cocina para preparar algo de comer para él, sus "hermanos" y Violet. Tendría todo listo para cuando despertara.

Cuando estaba terminando, Liam y Bernard finalmente llegaron. Estaban cansados, habían partido desde muy temprano ese día. Su plan era terminar de vigilar el próximo lugar que robarían y al día siguiente llevarían a cabo su plan. Todo iba muy bien.

Prado De Violetas || Violet Evergarden [Violet & Dietfried]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora