Thor paso de ser alguien amable y amoroso a alguien arrogante y lujurioso, pero aún así frente a los ojos esmeraldas de su hermano siempre fue el chico "perfecto" que él nunca sería y aunque estaba bien con eso, a veces deseaba más que solo las miga...
Tres meses habían pasado desde que Loki llegó a Jotunheim y comenzó a usar su verdadera apariencia, a diferencia de los otros, él era el más pequeño de tamaño aunque su padre le había dicho que si lo deseaba podría concentrarse para aumentarlo, cosa que rechazo casi al segundo de que las palabras de su padre cesaron.
El pueblo de Jotunheim había prosperado en ese corto tiempo, las plantas y árboles traídos de midgard con ayuda de un poco de magia había crecido y desarrollado un aspecto que hacía lucir a Jotunheim más amigable aunque sin perder su toque misterioso y peligros.
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El castillo junto a las casas del pueblo también fueron reparadas y modificadas al gusto que tenía cada habitante.
— Me parece que el dorado y el verde oscuro realzan mi presencia, además yo no ando criticando que nunca te pones camisa, padre.
Laufey entorno los ojos con fastidio, siempre su hijo sacaba eso cuando hacía algo parecido a un berrinche para que decorarán alguna sala del castillo como a él le gustaba.
— Ajá, pero a la próxima habitación quien decidirá seré yo.
Loki asintió haciendo un ademán con su mano casi diciendo "Como sea" logrando que el Rey bufara resignado.
A la siguiente y siguiente sala, Loki fue quien decidió la decoración siendo Laufey quien por fin decorara solo su habitación y sala de trono, aunque Loki interfirió un poco en esta última.
Así se pasaron otros dos meses donde se fueron integrando varios animales que Loki logro comercializar con otros reinos, evitando siempre Asgard.
— Príncipe es hora de su lección matutina.
Si, su padre lo había puesto a estudiar sobre su historia y raíces, si algún día iba a ser el Rey, debía conocer a la perfección todo.
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Por otro lado, Thor se encontraba junto a Sif, ambos caminaban tranquilamente por las calles de Nueva York, habían sabido que Loki fue visto no hace menos de una semana en el lugar y Thor tenía la esperanza de encontrarlo para pedirle que regrese.
— Una hermosa chica como su acompañante, ¿No cree que merece una rosa igual de bella que ella?
Thor miro a la mujer que aparte de ser vieja, parecía enferma, pero también buena gente.
— Deme todas –dijo para luego sacar su billetera, realmente agradecía que en el poco tiempo que pasaba en midgard, sus amigos le hayan enseñado a actuar como humano.
La anciana muy feliz le entrego sus rosas y todavía le quería dar el cambio pero Thor no se lo permitió.
Sif por su parte miro las rosas con una sonrisa falsa, no le gustaban pero entendía la acción de Thor, después desde que Loki se fue, él volvió a ser la buena persona que era antes de que decidiera actuar como un idiota.
— ¿Qué harás con todas esas rosas? –cuestiono una vez que estaban alejados de la anciana.
— Las pondré en el centro del parque, dejaré una nota, ¿Crees que Loki la encuentre?
Sif se encogió de hombros sin saber que decir.
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Loki sonrió al ver cómo los pequeños niños de hielo jugaban con los lobos que no parecían temerles a pesar de sus apariencias, parecían realmente cómodos con los pequeños, aunque le llegaban casi a los hombros al príncipe.
— Supongo que las lecciones las dejaremos hasta aquí por hoy.
Loki asintió sin dejar de ver la interacción de los que tenía enfrente, sabía que había dejado de prestar atención a sus clases desde hacía tiempo pero esto era mejor y lo hacía sentir feliz.
— ¿Crees que Loki la encuentre?
Escucho tan lejano, como si la brisa que llegó trajera la pregunta consigo.
Miro hacia el lugar de donde provenía la suave brisa, había algo que lo llamaba.
— Ya vuelvo –murmuro a su profesor que solo asintió y dejo que el príncipe se fuera aunque se quedó con lago de intriga.
Loki camino con cautela llegando hasta una brecha que tenía una energía parecida a la de los portales que había encontrado en Asgard cuando niño.
Observó el lugar por lo que pareciera una eternidad pero decidió que no era buena idea indagar, al menos no por hoy, termino regresando a dónde su profesor y se quedó toda la tarde junto a él y los niños.
Laufey por su parte observaba a su hijo desde el enorme puente que habían construido.
— ¿Han sabido algo de las búsquedas del príncipe de Asgard? –cuestiono a su general que asintió.
— Si, realmente el Dios del Trueno quiere a su hijo majestad, ¿No cree que debamos ayudar?
Laufey nego de inmediato.
— No, Loki por algo no se a dejado encontrar y no somos nadie para forzarlo a encontrarse con el muchacho, además, ese niño de papi no merece estar con mi niño aunque si quiero que estén juntos, la primera vez que los ví juntos fue tan ¿Sabes cómo?
El general asintió con una sonrisita.
— Se miraban tan lindos, Loki siendo la coherencia y Thor la prepotencia y arrogancia.
Laufey sonrió ante la alegría del general.
— Lastima que la princesita de molesto y nos atacó, aunque también gracias a eso Loki descubrió que era uno de los nuestros y pudimos recuperarlo.
El general asintió y ambos siguieron observando hasta que cada quien se fue para cenar y descansar.
