Por Error

Capítulo 8

TYLER

Últimamente cada vez que quiero abrir mis ojos mi cuerpo se siente pesado pero hoy es excesivo. Siento como si hubiera estado tres días seguidos trabajando de pie sin parar y la realidad es que me he pasado días sin abrir los ojos sumida en mis pesadillas. Me duele horrores la cabeza.

Suelto un largo suspiro antes de abrir los ojos. Pensaba encontrarme en esa dura silla atada nuevamente pero me sorprende encontrarme en una cómoda cama. Observo el lugar a mi alrededor, estoy en una habitación, muy grande y elegante pero simple, me da a entender que es una habitación de huéspedes que nadie ha personalizado. Está todo oscuro y pego un grito cuando veo una silueta del otro lado en una silla.

– joder cállate la puta boca.

Dice la voz grave y rasposa de Benno que hace que mis pelos se pongan de punta.

– ¡me asustaste imbécil!

– ¿tan poco tenia que hacer para que te asustaras? Me lo hubieras dicho antes y me hubiera ahorrado tanto trabajo.

Ruedo mis ojos y me siento en la cama.

– ¿que hago aquí?

– tuviste una convulsión.

Me dice como si fuera lo más normal del mundo y yo jadeo.

– ¡¿QUE?! ¿Cuál fue la causa?

– sobredosis.

Dice como si nada. Mis ojos se abren como platos al escuchar su tranquilidad.

– ¡serás estúpido! cómo se te ocurre drogarme. Pudiste haberme matado. ¡Eres tan imbécil que no sabes suministrar la dosis correcta de medicamentos!

– por desgracia sigues aquí.

Me cruzo de brazos y me quedo observando a Benno. Trae el mismo traje con que lo ví la última vez y su cabello está desordenado.

– ¿te has dado cuenta ya la verdad sobre mi?

Pregunto y el rueda sus ojos.

– como vuelvas a preguntarme juro que te daré un puñetazo.

– tu a mi me das ese puñetazo y no quedas vivo para contarlo.

Lo amenazo y el suelta una risa ronca que me hace fruncir el ceño. Normalmente mis amenazas las cumplo pero aquí todos tienen armas más poderosas que me impiden hacerlo.

– ¿que harás conmigo ahora? ¿me mandaras de vuelta a mi casa o seguirás torturandome por algo que no hice?

– sabes lo que hiciste Tyler y tus castigos estan cada vez más cerca. Si te los aplico ahora tu débil cuerpo no los soportará y morirás en seguida. Quiero que sufras como lo mereces así que estarás unos días recuperándote.

Me explica. Esas palabras son como música para mis oídos. Aunque no lo admita necesito un descanso, mi cuerpo no se siente bien. Ha estado sometido a cambios muy bruscos de temperatura, alimentación, todo. Las alucinaciones me han pasado factura. Necesito descansar sin ver cómo torturan a mi hermana o a mis amigos, incluso a mi misma. Esos días fueron una pesadilla.

No tengo idea si alguien se habrá dado cuenta de mi ausencia en New York pero yo si extraño mucho a mis amigos y sobre todo a Sydney. Nunca he incumplido una promesa con ella y ya le había dicho que la iría a ver, me duele que se haya quedado esperando.

La última vez que la ví fue en su cumpleaños. Dada mi mala relación con nuestros padres una niñera es siempre la que la lleva a verme a un punto de encuentro y se encarga de que todo valla bien el tiempo que esté conmigo. Ese día la llevé a tomar helado, intentamos agarrar un peluche en una máquina del centro comercial, nos vestimos a juego de princesas y fuimos a tomar el té, yo lo odio pero a ella le encanta, dice que es lo que toman las princesas y si ella realmente es una pues tiene que gustarle el té.