Asunto: Correo💌

Nuevas Amigas

Peter Parker tenía muchas virtudes. Era dedicado en su trabajo, un excelente colega, un gran amigo, un padre amoroso, etc. Pero entre sus virtudes la puntualidad no se encontraba... un ejemplo claro de esto, era que se encontraba manejando con prisa para llegar, no tan tarde, al trabajo acompañado de su pequeña Mayday.

Quién era la "culpable" en esta ocasión de su tardanza, pues al estar de vacaciones quiso quedarse hasta tarde viendo películas con papá, y este, quien no pudo contra sus ojitos azules, por los que obviamente tenía debilidad, terminó desvelándose toda la noche sin importar que mañana debía ir a trabajar.

Llega a Alchemax elegantemente tarde; como el castaño le dice para sentirse menos irresponsable, va con May a la guardería de la compañía.

- ¿No crees que ya estoy grande para estar en la guardería? Tengo 10 años. -

- No es una guardería, es un área educativa/ asistencial que favorece el desarrollo físico, cognitivo, afectivo y social, exclusiva para los vástagos de los trabajadores de Alchemax. -

La pecosa de cabellos rojos arquea una ceja, mirándole seria.

- Y... tiene un límite de edad de 12 años. -

- ¿No puedo acompañarte a tu oficina? - poniendo ojos del gato con botas. -

Peter no duda en taparle los ojos antes de caer en su truco.

- Esta vez estaré en el laboratorio, arañita; prometo que apenas termine eso iremos a mi oficina hasta que mamá pueda venir por ti. -

-Está bien... -dice retirando la mano de su papá de su cara. -

Aquel momento entre los Parker se ve interrumpido por una niña, contemporánea a May, que se reía de ellos. Al notar que era observada, se avergüenza un poco.

- Lo siento, es que me parecieron muy divertidos. -

- No te preocupes, pequeña, me conocen como el Dr. Patch Adams.* - bromea el castaño. - Y mi encantadora asistente como Happy Spidey. -

En ese momento Peter carga a su hija y le da varias vueltas, quien ríe sin parar hasta que es dejada en el suelo junto con la otra niña.

- No le hagas caso, mi papá está algo loco. - dice sonriendo-

- Me hieres, cariño. -

El mayor finge un dolor en el pecho y se "desploma" en el suelo, causando risas en las niñas.

- La vas a asustar, papá. - Le extiende la mano a la de cabellos marrones. - Mi nombre es Maybelle, pero puedes decirme May, ¿y el tuyo? -

- Soy Gabriella, aunque mis amigos me llaman Gaby. Un placer. - tomando la mano de la pelirroja. -

- Disculpa, pero... ¿Tus padres son nuevos? No te había visto antes por aquí. -

- May. - dice en tono de regaño el mayor, levantándose del suelo. -

May no entiende qué tiene de malo su pregunta; ella consideraba a Gaby una chica agradable, aun con el poco tiempo de tratarla, que podría ser una buena amiga si la viera más a menudo.

- Mi papá tiene años trabajando aquí, pero no le gusta que esté mucho en este lugar. - dice algo cohibida la morena. -

- ¿En serio? ¡Pero si este lugar es genial! - exclama la ojiazul. -

Peter no entendía la postura del padre de Gabriella. Alchemax buscaba cultivar el interés de los más jóvenes por la ciencia, incluso tenía una escuela privada que traía a sus estudiantes a excursiones en la compañía; pues era genial para incentivar el amor por la ciencia. Tenía muchos departamentos interesantes, y no peligrosos, que con supervisión podían ser visitados por los pequeños... ciertos días.

Era obvio que él hacía, muchas veces, caso omiso a algunas de las reglas de restricción y seguridad que se implementaban a los niños. Pero lo importante es que May estaba bien y era una amante de la ciencia aún a su corta edad. Esa era su defensa.

- ¿De verdad? - curiosa la de ojos marrones. -

- ¡En serio! - dice esta vez el castaño. - Por ejemplo, ahora tenemos un proyecto acerca de arañas, la guardería transmitirá documentales sobre ellas y tendremos de almuerzo unas Spider-burgers. -

- ¡Eso suena genial! - emocionada Gabriella. -

- ¡Sabía que era una guardería! - dice victoriosa May.-

Gabriella se ríe, mientras Peter sonríe apenado, rascándose la nuca al verse vencido por su pequeña.

- Es... una forma más corta de decirlo... -

- Papá, ¿podemos tener una Spider-Burger para el almuerzo? -

May toma la mano de Gaby, indicando que la petición también buscaba incluirla a ella.

- ¿Podemos señor? -

Ambas niñas miran a Peter con ojos del gato con botas. Peter opta por la mejor defensa... taparse los ojos.

- Eso no depende de mí, niñas... May hay que ver a qué hora viene tu mamá por ti. Y Gaby... no sigas las malas enseñanzas de esa pequeña arañita manipuladora. -

- ¡Ey! - se queja la pecosa. - ¡Me ofende muchísimo! - dice dramáticamente. -

- No prometo nada, Dr. Patch Adams. - dice bromeando la morena. -

- Tienes sentido del humor, eso me agrada. - el mayor se retira las manos del rostro. - Hagamos un trato. - mirando su reloj. - Yo estoy llegando elegantemente tarde con mi equipo de trabajo; así que iré con ellos a resolver todo hasta el almuerzo y volveré con ustedes para ir a comer las Spider-burgers. -

Las niñas gritan de emoción y se lanzan a abrazar a Peter, el cual cae al suelo con ellas encima.

- Tranquilas, pequeñas arañitas, que me desbaratan.- dice rescostado en el suelo. -

- Lo siento, papá. -

- Perdon, señor -

Peter se levanta del suelo y ayuda a ambas a pararse.

- No hay problema. - las despeina un poco. - Como decía, lo haré... siempre y cuando tu mamá diga que no vendrá por ti antes del almuerzo - mirando a May. - Y si tú papá te da permiso. - mirando a Gaby. - ¿Están de acuerdo? -

- ¡Sí! - gritan unisono las niñas. -

- Perfecto, ahora me retiro y ustedes... no se porten mal... no demasiado. - les giña el ojo. -

Con eso Peter deja a las niñas jugar y conocerse mejor, mientras él va al laboratorio donde le espera un regaño de Benjamín por llegar tan tarde.

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*Patch Adams: médico de la risoterapia.