Seducción [+18]

Capítulo 18

Una montaña rusa de emociones.

Aaron

Estoy enojado con Jasmine.

Trato de entenderla, pero no puedo. En el momento que Ben entró a la casa muy enojado por haber discutido con ella entendí que las cosas puede que sean más graves de lo que pensé.

Ben nunca discute con nadie, siempre busca la solución de una forma tranquila, es la persona más serena que conozco.

Entonces entendí el daño que ese maldito degenerado le estaba haciendo a mi mujer, y no podía permitirlo.

El día que ella decidió terminar conmigo, afortunadamente para mí y lamentablemente para ella, encontré su teléfono y leí todo.

Además, la escuché sollozando porque nunca salí de la habitación. No entendía por qué lo había hecho, y el escucharla llorando me hizo darme cuenta de que efectivamente, ella no quería eso.

Así que puse mi mente a maquinar, ¿Qué debía hacer para quitárselo de encima? Aunque no estemos juntos otra vez, no quiero absolutamente nada que altere su paz.

Unos cuántos días fueron suficientes para que mi amigo, que era algo así como un detective privado, investigara todo sobre él.

Descubrí que Gavrel Zhukov ni siquiera es su verdadero nombre, es de un supuesto amigo de Rusia que se reportó desaparecido pero nunca nadie buscó, simplemente se lo tragó la tierra.

Tenía negocios ilícitos en Ámsterdam, por eso tuvo que abandonar el país, ya estaba siendo investigado.

Tiene contacto con muchos narcotraficantes.

Es un enfermo sexual, tiene como cinco demandas sobre abuso sexual, pero nunca nadie les hizo caso.

Me encuentro en el despacho de mi casa con Jake, quién es algo así como un genio informático que conocí en la universidad. Es capa de descifrar cualquier información y hacer lo que venga en gana con ella, sin dejar rastro.

— Quiero que lo culpes por fraude y suplantación de identidad, que me des cualquier cosa con la que pueda denunciarlo anónimamente a la policía. Saca fondos del bufete y ponlo en sus cuentas bancarias.

— Pero... ¿No me dijiste que quería que le quite su dinero a una Irene?

— A Irene Wembley, sí, pero también necesito que le pongas fondos del bufete, así nunca volverá a ser contratado, ni aquí ni en ningún sitio. Si es que algún día sale.

— Pero, Aaron...

— Pero nada, haz lo que te digo.

También descubrí que Irene y Gavrel son algo así como amantes, lo que no podría importarme menos, pero escuché una linda conversación telefónica en dónde ambos se burlaban de Jasmine y hablaban de formas en como podían molestarla y hacerla rabiar.

Jasmine tiene más enfermos encima de los que pensé, qué maldito horror.

—También quiero que busques a las chicas abusadas y las convenzas de testificar.

Lo quiero hundir, lo voy a hundir.

¸.*☆*.¸

— Todo está hecho, envié las cosas a la policía de forma que ni siquiera tendrían que empezar una investigación y tardar muchísimo tiempo. Será detenido inmediatamente.

— Lo hiciste de forma que ninguno de los pueda salir involucrado, ¿verdad?

— Obviamente. Además, ya no tienes que pagarme. Me transferí la mitad del dinero de Irene Wembley, la otra mitad la puse en la cuenta de Jasmine.