Un mundo despiadado en dónde no hay lugar para el amor porque eso es lo que cree. Amar es una debilidad y no puede darse el lujo de sentirlo mucho menos cuando el imperio Salvatore será su legado.
"Vives para gobernar o mueres al ser gobernado".
Dos...
En esta ocasión nos acompaña Stephanie huguenin con "As the days go by". Que lo disfruten 🤍🕊️
HELENA MAZERATTI
Durante los últimos cincuenta minutos estuve dando vueltas por toda la mansión mientras me ocultaba lo más que podía de mi madre porque si aparecía en su campo de visión me llamaba para que conociera a cada invitado. Por lo tanto, tenía que fingir una sonrisa y sonar encantadora para no quedar descortés con la visita pero llegó un momento que ya se me habían acalambrado las mejillas y fingir nunca fue algo que se me diera del todo bien así que me excuse diciendo que debía ir al baño. No perdí la oportunidad de escapar de allí en cuanto pude. Me introduje en la oscuridad del jardín trasero, en dónde los invitados no deambulaban por este sitio ya que la atracción se encontraba en la parte delantera de la casa lo que me permitía embriagarme de la soledad y el silenció. No era costumbre frecuentar lugares con mucho bullicio porque no se me permitía asistir a eventos o lugares en donde haya mucho caudal de gente, las reglas siempre fueron muy estrictas y debían acatarse. Lo máximo que logré durante mi estadía en España fue pasear por algunos bares hasta las diez de la noche, no más que eso. Me permiti navegar en aquellos ojos verdes como un campo en primavera, tan intenso y vivo. Tan misteriosos como cautelosas y al mismo tiempo atractivos y dominante. Aquel par de ojos me resultaron tan devoradores que no pude evitar bajar la mirada ni un segundo, tal vez porque por primera vez me sentí deseada. El misterioso hombre de máscara que se encontraba con mi hermano sacudió cada célula de mi cuerpo erizandome la piel, el frío que había sentido durante todo el evento desapareció en cuanto nos mantuvimos la mirada por unos largos segundos hasta que él decidió romper esa conexión mágica que surgió en un momento inesperado. Una conexión que rebasó cualquier tipo de ciencia y lógica. - ¿Por qué tan sola? - La voz de un hombre resonó entre el cantar de los grillos que andaban por el jardín. Me voltee rápidamente sobre mis talones saliendo rápidamente de mis pensamientos. Trague saliva con rudeza al ver aquellos ojos que mi mente intentaba recordar con exactitud y ahora los tenía de frente. No solo eran un simple color verdes sino que algunas manchas amarronadas salpican esa intensidad que predominaba en sus ojos. - Mucho ruido adentro. - Solté con torpeza. Mi corazón golpea con dureza sobre mi pecho, los nervios se apoderan de manera atropellada por mi cuerpo al punto que podría perder el equilibrio pero logró mantener la postura e intento que no note ningún tipo de sentimiento ante su cercanía. Escucho el ruido del encender y seguido el humo surge entre la oscuridad. - ¿Piensas en huir? - Pregunta en cuanto se coloca a mi lado, nuestros brazos se rozan con sutileza y sentí el impulso de quitarle el cigarro de la boca para darle un calada. Una vez que expulsó el humo cierro mis ojos en el proceso. - ¿Debería? - Elevó una ceja. No sé de qué iba está conversación pero necesito saber quién es, bajo aquella máscara no puedo decifrarlo aunque me parezca familiar. - Depende de tí. - Eleva sus hombros. Realmente poco interesado en lo que quiera pero no tenía motivos para huir de aquí, no por ahora. Su mirada conecto nuevamente con la mía y percibí que ocultaba algo bajo aquellas palabras, algo que comenzaba a preocuparme pero no podía saberlo si él no habla. - ¡Al fin! - La voz de Emma provocó que diera un saltó por el susto, me voltee para saludarla mientras que mi acompañante misterioso permaneció en su lugar mirando de reojo. - ¿Qué estás haciendo aquí, pequeña? - Preguntó con dulzura, una sonrisa se dibujó en su rostro demostrando alegría al ver a Emma. Mi ceño de frunció ante la confusión de la escena porque mi amiga abrazo al sujeto y depósito un suave pero sonoro beso en la mejilla. - Buscándolos. - Una sonrisa se dibujó en su bonito rostro. Nos miro a ambos antes de hablar.- Iba a presentarlos pero veo que el destino lo hizo por mi. - Se encongio de hombros. - Helena, te presento al señor Alexander Salvatore. - Señaló al chico de la máscara y este simplemente asintió con su cabeza en forma de saludo. - Alexander, ella es Helena Mazeratti. - Está vez me señaló a mi con su mano. Alexander dió a conocer su rostro quitándole lentamente la máscara dejando al descubierto aquella belleza que se fue heredada únicamente por los Salvatore. Aquella familia que fue tocada por una varita mágica porque cada miembro de ese clan obtenía una exquisita y refinada belleza que pocos obtenían incluso cada poro de sus cuerpos desprendían ese glamour y elegancia con tan solo moverse. Ahora comprendo porque me cautivo desde un principio. - Un placer. - Me limito de decir luego de unos cuantos segundos observandolo. El, todo risueño se acerca hacia mi acordando la distancia y toma con sutileza mi mano. Una corriente de electricidad recorrió mi cuerpo provocando que los latidos de mi corazón aumentarán, mis ojos impactaron en los suyos a la velocidad de la luz en cuanto sentí tu delicado tacto y se que sintió lo mismo por el corto temblor que surgió de sus labios. - El placer es todo mío. - Susurro con firmeza antes de besar el dorso de mi mano.
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Corto pero preciso ❤️
Yo no sé ustedes pero yo ya comienzo a querer a este par, no quiero imaginarme que podrá pasar en el siguiente capítulo 🫣
(No se pierdan de estar atent@s a las actualizaciones de todos los capítulos porque siempre estoy editando 🧐)
Leerlo con música siempre le da un toque especial a casa escena, es por eso que trato de buscar la indicada para cada capítulo 😍
