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Maddy

Ya habíamos llegado a la casa, está estaba un poco alejada de la ciudad. Estaba rodeada de arbustos grandes y árboles, como si fuera un bosque. Pero estaba demasiadas ocupada pensando en lo que me dijo Tom en el auto para preocuparme por eso.
Seguía cagada, estábamos entrando por un portón que dirigía directo para adentro de la casa. Cuando el auto se detuvo, el chofer salió y le abrió la puerta a Tom, y Bill a Abril. Tom antes de bajar me agarro de la muñeca y salió del auto arrastrándome detrás de él. Nos bajamos y mire a mi alrededor, era un garage enorme, aquí cabían máximo 5 autos. Estaba tan distraída viendo todo a mi alrededor que no me di cuenta que Tom me estaba empujando con él hacia una puerta

— Qué haces?!— Grite, intentando zafarme de su agarre

No respondió, me dirigió hacia unas escaleras y subimos al 2do piso. Me arrastro hasta un cuarto, abrió la puerta y me empujo adentro de ella. Adentro había una cama tamaño King, está estaba tendida a la perfección con sábanas negras, al lado de la cama habían mesitas. A la izquierda había una puerta, supongo que dirigía hacia el baño. A la derecha, había un armario bastante grande, pegado a este, había un mueble con cajones. Al costado de la entrada de la habitación había un sillón azul oscuro

— Te gusta eh?— Pregunto mientras se sentaba en el sillón

— Está bien— Respondí— Bien, me voy

Se paró rápidamente del sillón y me agarro del brazo, me pego contra la pared, pegando su cuerpo contra el mío, nuevamente me tenía atrapada entre la pared y el. Estaba a centímetros de mi cara, podía sentir su respiración agitada, su corazón latir, su mirada fija en mi

— No lo creo, acuérdate que te tengo que castigar, te has estado portando muy mal estos días

— Suéltame!— Grite

Iba a decir algo pero alguien toco la puerta, gruñó molesto y me soltó. Fue hacia la puerta y la abrió

— ¿Que?

— Hermano, vamos?— Pregunto, por la voz, Bill

— Si, bajamos en un segundo— Respondió Tom, volviéndose hacia mi

— Más tarde me encargaré de ti— Dijo mientras me volvía a apretar contra la pared y su cuerpo, dándome un beso en los labios, gemí de asco en sus labios mientras tenía mis manos en su pecho, separándolo unos centímetros de mi cuerpo, pero él a cambio, hacía más fuerza hacia su cuerpo, juntando nuestras caderas.

Se separó de mí un poco molesto, porque no le había devolvido el beso, me agarro de la muñeca y me sacó de la habitación

Bajamos las escaleras y nos dirigimos directo al garage, ahí, habían 4 autos. El que estaba a la izquierda, era azul oscuro, con líneas blancas, el de al lado era rojo, con líneas negras. En la esquina derecha había uno gris, también oscuro. Y en el medio, uno completamente negro, tan negro que la luz del garage brillaba en el capote del auto. Tom me empujo dirigiéndome hasta el auto negro, me hizo subirme en el lado del copiloto y cerró la puerta. Dio la vuelta del auto y se subió del lado del conductor, los demás se subieron en los otros autos. En de la izquierda, fue Gustav, el de la derecha, Georg, y el del medio al lado nuestro, Bill, todos con sus chicas. Tom prendió el motor, haciendo que gruña, abrió el portón y salió a toda velocidad del garage, dejando a metros de distancia a los demás

(...)

( 18+)

— Oh, dios, ¡si!— Gritó Tom

Dio un giro brusco, haciéndome saltar en mi lugar, me miro por un segundo y volvió la vista hacia delante, mientras se reía

— Tranquila Maddy, no te va a pasar nada— Dijo tranquilo, mientras ponía una mano en mi muslo, lo cual yo aleje un poco la pierna, pero él apretó más su agarre

365 Days with Kaulitz-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora