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Maddy

Habían pasado 2 días de lo qué pasó, hoy me daban de alta, lo que significa que me tendré que ir de vuelta con Tom. Aunque el todos los días venia a verme, por lo menos acá estaba... un poco más ¿Segura? Tal vez, pero con el cerca, nada es seguro.

Ahora Abril y las chicas estaban conmigo, hablábamos de cualquier cosa. De que cuando salga, querían hacer como una "pijamada", o hacer una mini fiesta, o otras cosas. La verdad, cuando ellas estaban me sentía bien, me sentía fuera de peligro. Aveces Tom y los chicos se quedaban en la puerta mirando nuestros movimientos y escuchando todo lo que decíamos. Tom siempre tenía su mirada clavada en mi, nunca la quitaba. Encima cuando no había nadie, y el doctor tenía que pasar a revisarme, se quedaba. Sabía que no podía pasar, pero estaba segura de que amenazo al doctor con que si no lo dejaba pasar, lo mataba. Todas las noches, dormía conmigo, aveces hasta me obligaba a apoyarme en su pecho y dormir con el, digo aveces porque él también duerme en el sillón, pero como es incómodo, duerme conmigo.

Estaba hablando con las chicas cuando el doctor toca la puerta y entra a la habitación. Las chicas se pararon y se fueron junto a los chicos, menos Tom. Él se quedó en el marco de la puerta, mirándome fijamente mientras el doctor me revisaba la pierna y me preguntaba si me dolía. Me empezó a sacar la venda de la pierna para poner una nueva y así poder irme. Al tener una venda nueva, le dijo a Tom que si me dolía mucho, me diera un medicamento para que el dolor se vaya. El asintió, el doctor se fue y quedamos los dos, en silencio.

— Te traeré ropa para que te cambies— Dijo fríamente, abrió la puerta y salió, dejándome sola.

No quería ir con el, quería estar lejos, rehacer mi vida. Me gustaría que en esa vida, estuviera Abril, pero ya veo que no, ella está con Bill y realmente lo ama. Me duele ver como arruina su vida a su lado, pero ¿Que puedo hacer? Son sus decisiones.

Tom volvió con unos pantalones holgados negros que me había comprado el otro día junto a un top gris.

— Póntelo— Ordenó— Te espero afuera— Salió de la habitación dejándome sola.

Me paré con un poco de dificultad, camine hasta la mesita donde había dejado la ropa y me la puse rápido. Podía caminar sola, pero era mejor que alguien me ayudara. Me puse un buzo que Tom me había dejado ayer, salí de la habitación. Ahí estaba solo Tom, hablando con 2 de sus hombres, al yo salir, su atención se dirigió a mi. Sonrió y se acercó a mi.

— ¿Lista para volver a casa?— Preguntó aún sonriendo

— Yo... no quiero...

— ¿No quieres que?— Pregunto mientras se le borraba la sonrisa, mirándome fijamente

— No... no quiero volver... contigo— Baje la mirada, sentí como me agarraba fuerte del brazo

— No me importa, vienes conmigo te guste o no. Camina— Ordenó, aún sosteniéndome del brazo

(...)

Eran como las 8 de la noche, ya estábamos en la casa, las chicas y yo estábamos en la cocina preparando pizza, pasteles/tortas, galletas, y cosas para hacer una "pijamada". Habíamos decidido hacer una pijamada por mi regreso, aún no sabíamos en donde, pero ya estábamos preparando la comida. Teníamos planeado dormir en el living, pero como siempre, teníamos que preguntarle a los chicos, o más bien a Tom. Tom es como el jefe de todos, si él dice algo, lo tienes que hacer, aunque no quieras...

— Bien— Dijo Morgan— Iré por Tom, así le preguntamos todas.

Salió corriendo de la cocina, en busca de Tom, mientras las demás, ponían las galletas en el horno, ya teníamos la pizza y el pastel/torta echas, solo quedaba hacer pop/palomitas y servir refrescos. Oh, y armar el lugar de la pijamada.

365 Days with Kaulitz-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora