— ¡Y para terminar este evento, tenemos a Tokitou Muichirou, uno de los escritores más famosos del año, llegando a romper por completo las ventas de sus libros! Y...— Hizo una pausa para respirar, y también para ocasionar más emoción a las personas que se encontraban viendo todo.— ¡Kamado Tanjirou, otro escritor famoso actualmente, ambos acabaron con sus ventas! ¡Un fuerte aplauso para ellos! — Dijo un joven con suma felicidad mientras sostenía un micrófono con algunas decoraciones coloridas.
Los dos mencionados estaban a punto de salir al escenario, con suma felicidad lo iban a hacer, excepto por el pelimenta, que se encontraba sudando y teniendo un gran dolor de cabeza, cosa de la cual, el pelirrojo se dio cuenta.
— Muichirou... Ya nos toca pasar, vamos. — Murmuró suavemente al menor, pero este no respondía, ya estaba sospechando lo que estaba sucediendo.
Lo tomó delicadamente de la mano, ocasionó que el azabache se sorprendiera ante el tacto, estaba demasiado centrado en sus pensamientos que no pensaba en lo que sucedía a su alrededor.
Dirigió su mirada al pelirrojo, que ahora sonreía con alegría, realmente estaba asustado por el azabache, pero tenía que ser fuerte e intentar ayudarlo.
— Respira hondo, concéntrate en solo este momento, deja de pensar en todo lo ya pasado, cálmate, por favor. — Dijo mientras apretaba con más fuerza sus manos entrelazadas, Muichirou solo podía aguantar las lágrimas que estaban a punto de salir de sus finos ojos.
Su cuerpo, que antes estaba tenso, se sintió tan liviano que casi se caía, su sudor frío se fue por completo, su respiración agitada se calmó y sus lágrimas se retuvieron.
— Vamos, despacio y con cuidado, tranquilo.— Dijo Tanjirou con tranquilidad, mientras seguía manteniendo su mano junta a la del pelimenta.
Comenzó a caminar con lentitud, el azabache solo lo siguió en silencio.
Y cuando subieron al fin, los aplausos era lo único que se podía escuchar, la gente llena de felicidad de ver a aquellos dos jóvenes tan queridos por el público, era el primer evento al que iban ellos dos, cosa que emocionaba más a toda la gente presente.
— Pero ahora... ¿Quiénes ellos dos? — Habló el presentador con más suspenso. — Muichirou Tokitou es un joven de 18 años, es escritor en físico y en Wattpad, su historia más famosa es "Amatista" Y "Eviterno" ¡En serio que esas dos historias nos hicieron llorar!— Continuaba. — Seguimos con el pelirrojo, Tanjirou Kamado cuenta con 19 años de edad, también escribe por medio de los libros en físico y Wattpad, su historia más famosa es "See you again" ¡Amé con mi alma todas las historias de estos dos, tienen las manos bendecidas! — Exclamaba el rubio que seguía hablando con normalidad.
Tanjirou estaba con una gran sonrisa en su rostro, nadie podía adivinar cuánto tiempo había esperado para que esto pasara, era su completo sueño.
Mientras que, por el lado de Muichirou, solo podía atinar a ver el suelo con desinterés, él nunca había pensado en subir al escenario y ser presentado de esa forma, ni siquiera era su meta, él solo escribía por diversión, no sabía el porqué había aceptado pasar uno de sus libros a físico, realmente se había equivocado en esa decisión, pero no había vuelta atrás.
Su dolor de cabeza se hizo presente de nuevo, todo aquello que el pelirrojo había hecho irse, volvió como una cuenca de cascada.
La situación cambió un poco cuando los hicieron sentarse en unos pequeños sofás que habían sido llevados al evento únicamente para esa ocasión, sabían del problema en las piernas que tenía el pelimenta y no podían dejarlo pasar.
— ¿Y bien, Muichirou, cuál es tu inspiración para tus historias? ¡No entiendo como puedes escribir historias tan tristes, mi corazón se quebró al leer el final de cada una de ellas! — Sollozó en broma, causando risas al público, bien, al parecer, era su turno de hablar.
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Thinking | TanMui
FanficLa vida de uno de los escritores no era muy fácil, había tenido demasiadas tragedias en su vida, desilusiones y mucho llanto, cosa que lo perjudicó, causando diferentes eventos no tan felices. Muichirou Tokitou no era feliz así, solo vivía por vivir...