Al fin llegaste.

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Hoy llega Tao, por suerte se han pasado rápido estos 4 días y que Chanyeol me ha dejado descansar.

Me encuentro en el aeropuerto con un cartel que dice su nombre, no se chino pero al menos lo escribí en coreano, y la intención es lo que cuenta.

No puedo esperar a que llegue, necesito verlo, y de sólo pensar en eso se me eriza la piel.

Ahí viene, el mismo hombre que conocí hace ya casi 5 meses, se ve más apuesto que de costumbre. No puedo evitar sonreír ampliamente y alzar el cartel con su nombre esperando a que me vea.

Fija su atención en mí, sonríe emocionado y se dirije rápidamente hacia donde estoy. Dejo caer el cartel al suelo cuando está a escasos centímetros de mí. Deja todo su equipaje de lado y me abraza fuertemente, suspira sonriendo recargando su mentón en mi hombro.

- Creí que me dejarías solo y abandonado aquí.- se separa lento tomando mis mejillas mirándome con sus ojos cristalizados.

- No, jamás lo haría, así que no llores, ya estoy aquí y voy a cumplir mi promesa de ir a cenar contigo hoy, aunque apenas son las 12:45 pm.- suelto una leve carcajada ayudándolo a cargar su equipaje.

- Si quieres podemos ir a comer, para dejarte toda la tarde libre.- carga con lo demás y nos dirijimos a la salida.

- Sí, esta bien. ¿Te llevo a tu casa o cargamos tus maletas en el auto todo el día? - río leve encaminandome al estacionamiento.

- Sí, mejor vayamos a casa. ¿Tienes auto?-

- No, es el de Chanyeol, me lo prestó para que te recogiera. No le gusta que ande en Moto por estos rumbos.-

- Pues tiene razón, es muy peligroso y no quiero que te pase nada.- sonríe y despeina mi cabello.

Subimos todo al auto y vamos de camino a casa. Vaya, voy a conocer la casa de Tao. No sé, pero me la imagino toda una mansión, digna de un empresario Chino con mucho dinero, aunque lo mio nunca fue ser materialista.

*

- Bien, aquí es.- bajamos del auto con maletas y todo.

Wow, es un edificio enorme, debió costarle una fortuna.

- Ven, Subamos esto rápido.- nos dirijimos a la puerta del edificio y entramos. Justo como lo imaginé, un consierge atendiendo el vestíbulo que saluda simpáticamente al residente.

- ¿Y vives tu solo aquí?- lo miro atento mientras llama al elevador.

- Sí, pero la gente aquí es muy agradable, incluso olvido que estoy solo.- ríe leve y ascendemos al 4to Piso. ¿Tan bajos? Bueno, al menos debe ser grande el lugar.

Nos encaminamos un poco más al fondo del pasillo y llegamos su dichoso hogar.

- Listo, pequeño, ahora sí hemos llegado.- abre la puerta para que entre primero.

¡Oh Mi Dios! Es todo lo contrario a mi imaginación. No digo que está mal, sólo que él con su porte elegante, buen empleo, gran empresario, mucho dinero... y a penas tiene TV.

Miro atónito el lugar. Hay un sillón pequeño pegado a la pared, en medio una pequeña mesa con dos cojines en el suelo, la cocina apenas tiene gas, agua y un refrigerador, y al fondo se ve el futón de su recamara, y al parecer el baño está dentro de ésta.

- Sé que no es mucho, pero al menos vivo feliz aquí.- suspira y entra después de mí.

- Oye, lamento lo que voy a decir, pero se podría decir que eres pobre y humilde, ¿no?- dejo las cosas en el piso y me dedico a recorrer todo el pequeño apartamento con la mirada.

- Pobre, no. Humilde, sí. Pero nunca fui de los que gastan y gastan en lujos, yo sólo me sustento de lo que necesito, y esto es lo que yo necesito, por ahora.-

- Pues es un lugar muy agradable, sinceramente. Ya no tienes que preocuparte de mucho, como yo.- río leve guardando mis manos en los bolsillos de mi pantalón.

- Quiero tener mi sede fija en Seúl para luego comprar un hogar más grande. Esto es temporal.- toma sus maletas caminando hacia su habitación.

- ¿Por cuánto tiempo?- voy detrás de él aún viendo el lugar.

- No lo se; semanas, meses, años; es sólo cuestión de tiempo, y de mi jefe.-

- Oye, ¿por qué un futón y no una cama? - lo miro enarcando una ceja.

- Siempre fui muy tradicional, no digo que no me gusten las camas, sólo que prefiero mil veces un futón suave que una cama dura y estorbosa.- ríe leve mirando su pequeña habitación. - ¿Quieres que nos vayamos ya o te quedas un rato?-

La verdad es que me gustaría quedarme más, pero muero de hambre y le prometí a Yeol que llegaría antes de las 8:00.

- Vamos, que ya tengo hambre.- río leve saliendo de la habitación hacia la salida.

- Bueno, entonces vayamos a comer. ¿De qué tienes antojo, hermoso?-

- De lo que sea, sólo comida y ya.-

- Sé de un lugar que te encantará. -

*

Llegamos al lugar misterioso que mencionó hace un rato, espero que no me pase lo mismo de la otra vez, pero confío en Tao y sé que él no me tomará como su segunda opción.

Pues... el lugar es prácticamente similar al de la cena con Yeol, pero éste es un poco más lindo.

- Espero que te guste este lugar, pensaba traerte cualquier otro día, pero mejor aproveché hoy.-

- Sí, me gusta. Es bastante agradable y tranquilo.-

Tomamos una mesa y nos ponemos a revisar el menú.

El ambiente se vuelve mucho más agradable cuando comienza a contarme todo lo que le pasó en China en estos días, parece muy relajado todo el relato, al parecer no le fue tan pesado como esperaba. Me encanta que no tenga que fingir ser otra persona conmigo, talvez al principio sí, pero nos fuimos conociendo más y todo va bien hasta ahora. Sigo esperando que me pida ser algo más que su amigo, porque lo quiero ser.

*

- Oye, me encantó salir contigo hoy. Deberíamos frecuentarnos de nuevo.- sonrío sacando las llaves del auto.

- Sí, tienes razón. Pero ahora no, necesito descansar un poco.- se estira un poco y recarga su frente en mi hombro.

- Te puedo llevar a casa si quieres.-

- No, gracias. Tomaré un taxi, para que no te desvíes.-

- Esta bien.- subo y bajo el cristal para verlo. - ¿seguro?-

- Sí, pequeño, estoy seguro.-

- Adiós.- le doy una última sonrisa y manejo hasta mi casa. Me siento un poco mal por no llevarlo conmigo, pero si él dice que estará bien al irse solo me pone un poco más tranquilo. Mas bien siempre que estoy con Tao me siento más tranquilo, algo causa en mí que hace que me sienta diferente.

PLAYBOY. ChanhunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora