PLAYBOY. Chanhun

Y si fuera yo...

¡Al Fin! He llegado a casa. Hice todo demasiado rápido que ni siquiera verifiqué que lo hacía correctamente. Mierda, debe estar esperando, ya llevo 20 minutos retrasado, espero y no se enoje.

Traté de arreglarme lo más rápido que pude, no puedo tardar ni un segundo más. Di el último retoque y me encaminé a la puerta, cuando siento que mi trasero vibraba, ¡mierda! Debe ser él llamando molesto, así que tomé el teléfono y contesté sin ver el nombre.

-¿Aló? - dije preocupado tratando de buscar las llaves de mi Italika, esperando un tono asesino del otro lado de la línea, pero sólo oí aquella voz femenina que he escuchado toda mi vida. Sí, es mi madre.

- ¡Hola, mi bebé!- su voz chillona me aturdió un poco al salir de casa.- ¿Cómo has estado? ¿Todo bien allá en Seoul?-

- Bien, Ma, gracias. Sí, todo va perfecto.-

-Ay, me alegro mucho. Oye y qué cue- - Tan desesperado estaba que no me quedó de otra más que interrumpirla, nunca lo había hecho, me siento fatal.

- Lo siento mucho, mamá, pero tengo un compromiso al que voy demasiado tarde. Bye, te amo, saluda a papá.- Corté rápido antes de que me dijera  algo de nuevo. Solté un suspiro un poco aliviado y dí la media vuelta para dirigirme a mi vehículo.

Espera, ¿qué?

- Vaya, creí que nunca dejarían de hablar, ¿nos vamos?- sonrió abriendo la puerta del copiloto de su auto, esperando respuesta de mi parte.
¿en qué puto momento llegó? Definitivamente hoy no es mi día, necesito otro amuleto, además de Min Seok.

No obstante, quité mi cara de estúpido y me encaminé hacia él.
- ¿A qué hora llegaste? Se suponía que nos veríamos allá, ¿no?- sonreí subiendo al auto.

- Sí, lo sé, sólo que iba tarde y quería pasar a ver si aún seguías en casa, así que mejor vamos juntos y te ahorras un accidente de tráfico.- Rió leve quitándome las llaves de mi Italika y las guarda en el pequeño maletero debajo del tablero. Se dedicó a encender el auto para encaminarnos a nuestro destino.

El silencio se tornó incómodo, demasiado, así que cruzo las manos jugando con mis pulgares con la vista baja, pero una honda sonora con poca percepción de sonido resonó en mis oídos. No hice más que separar mi vista del suelo y mirarlo directo a los ojos con una expresión de duda.

- No pude oírte bien, lo siento.- tragué saliva un tanto nervioso, ¿qué te pasa SeHun? Lo conoces de toda la vida y tú sales con tus estupideces? ¡Concéntrate!

- Ah, dije que cómo te fue hoy en el trabajo.- me miró de reojo sólo para no quitar su vista del camino, creo que estamos cerca.

- Algo extraño, quiero suponer.- reí levemente, agachando la mirada nuevamente.

- ¿Qué le pasó a Jong Dae? No lo vi hoy.-

- ¿JongDae? ¡Rayos! Te juro que no me dí cuenta de que había faltado hoy. Aunque... creo que también faltó el viernes.- Nos echamos a reír cuando él detuvo el auto en el estacionamiento del bar.

- Deberías poner más atención en tu trabajo- dijo dándome un leve golpe en la cabeza.- Ya, serios pues. Tal vez... está ocupado, o enfermo.-

- Sí, tienes razón. Él nunca falta, siempre llega cantando la misma canción que le cantó a...- Me quedé escasos segundos en silencio tratando de recordar.

- Mierda...- Mi risa se ha convertido en un gesto de tristeza, no por mí, sino por JongDae.

- Oye, ¿qué pasa? Oh, ya. Creo que ya entendí.- Me tomó de los hombros y me dio un pequeño masaje para tranquilizarme.

- Ya, tranquilo pequeño, tú preocúpate de tu felicidad. Ellos se arreglarán como debe ser, ¿ok?- al terminar aquella oración me dedicó una sonrisa.

Diablos, ahora está haciendo que me derrita lentamente con sus deliciosas manos y su hermosa sonrisa.

- Está bien.- tomé el aire suficiente para recuperar mi compostura.
 -Ya me calmé, ahora entremos, que si tu novio nos ve me matará. - reí leve colocándome detrás de él, empujándolo por la espalda directo a la entrada.

- ¿BaekHyun? No, como crees. Él es un amor, jamás dejaría que él haga o le hagan daño. Lo es todo para mí.- suspiró y su sonrisa se hacía cada vez más amplia.
¿Oyes eso? Sí, es mi corazón rompiéndose, idiota.

Bueno, si me ha sacado sin BaekHyun debe ser por algo, talvez pelearon, o no sé. Si fuera BaekHyun jamás lo haría enojar, y me aferraría a él para no dejarlo ir, siempre le demostraría que él es el único que amo y que siempre amaré. Pero sólo soy el "Mejor amigo". Joder, lo quiero para mí. ¿Qué no haría por él? Por ahora, nada, tiene a alguien más.

[...]

- Te dije que no bebieras tanto Soju, pareces botella de alcohol con patas.- reí sujetando su brazo, apoyándolo sobre mí. -Insisto, BaekHyun nos matará.-

- Shh... tú no has visto nada, además, ¿él qué? Está muy ocupado comiendo con su nueva amiguita.- Perra infiel.
Seguí apoyándolo hasta que un ligero tropiezo hizo que Yeol y yo quedáramos bastante cerca. Oh Dios, estoy a escasos centímetros de su boca, muero por hacerlo... pero no lo haré, no soy esa clase de persona.

- Ya pues, no diré nada. Pero ahora trata de subir al auto, y no te golpees, por favor.- abrí la puerta del auto un poco serio, esperé a que subiera para luego hacer lo mismo e irnos lo más pronto de ahí.

Ahora que estamos de camino a casa, pasan por mi mente dos opciones:

• Dejarlo en su casa y que BaekHyun nos mate.

• Dejarlo dormir en mi casa y que se vaya en la mañana.

La segunda no está nada mal, pero no, Sehun, no. Él es de alguien más.

- Hunnie, cariño, ¿puedes llamar a Baek y decirle que me quedo en tu casa?- apenas podía articular las palabras, aunque eran poco audibles por causa de su embriaguez.

- Uhh... claro, con gusto.- Tomé su celular con la mano temblorosa y comencé a marcar. ¿Cariño? ¿En mi casa? Oye sí. Mi suerte ha regresado, gracias MinSeok.

Marqué el número de la perra, digo, de Baekhyun [es igual] y no pasaron ni 5 segundos cuando había contestado.
- Amor, ¿Dónde estas? Es demasiado tarde y tú afuera.- la voz chillona de Baekhyun me aturdió, igual que la de mi madre.

- Eh, no soy tu "amor", habla Sehun, uh... Chanyeol no está... ¿cómo te digo? disponible, sólo te llamo para avisar que él se quedará en mi casa esta noche.- tengo tantas ganas de gritarle "¡PERRA!" y colgar, pero soy un niño bueno y no lo haré. - No te preocupes, sabes que está en buenas manos.-

- Ok- Soltó un bufido y colgó sin decir más. O sea, todavía que te hago el puto favor de cuidar a tu novio que podría ser mío y respondes así. Maldito.

[...]

Una vez que llegamos a casa, traté de bajar a ChanYeol como pude. Abrí la puerta y nos encaminamos a la habitación. Lo recosté en la cama quitándole la chaqueta para que durmiera un poco más cómodo.

Justo cuando dejo caer su chaqueta él tira de mi camisa jalándome hacia él.
- Sehun...-