De nuestros valles el más lozano
Un gran palacio muy elevado
Radiante y bello guardaba antaño
De ángeles santos fuera poblado.
Era el dominio del buen Monarca
Del pensamiento.
Ningún querube con su ala abarca
Tal monumento.
Las oriflamas flotan gloriosas
Áureas al viento desde el tejado,
(Esto en el viejo tiempo pasado
De antiguas cosas)
Toda voluta de aire retoza
En la dulzura de un día tal.
Hay perfume alado ideal
Que las almenas apenas roza.
Del feliz valle los visitantes
Por dos ventanas solían ver
Danza de espíritus, al ofrecer
Laúd templado notas vibrantes,
Mientras que en trono alto y sereno,
(¡Porfirogeno!)
ver se podía al soberano del reino arcano.
Perlas, rubies, grato dechado
la perla augusta resplandecía
Allí fluia... Allí fluia...
El eco cuyo deber alado
Era cantar
Al genio ilustre, genio dorado
Del Rey sin par.
Viles villanos que el luto emboza
Se apoderaron del alto Estado
(¡Nunca hay mañana para el cuidado!)
¡Duelo que el tiempo jamás desbroza!
Hoy en su casa ya no es gloria
La flor ambigua
Pues sólo quedaba dormida historia
Leyenda antigua.
Y a los viajeros que al valle bajan
Por dos ventanas de fauto fuego
Ven vastas formas que se barajan
A un son discorde en raro juego
Y un río horrendo que se desliza
Bajo el portón pálido y seco,
Torrente horrible, eterno eco
De carcajada ya sin sonrisa.
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El Cuervo y otros poemas.
Historia Corta"Me volví loco, con largos intervalos de horrible cordura" Edgar Allan Poe.