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¿Quién eres?
¿Estás en contacto con tus fantasías más oscuras?
¿Has creado una vida libre para ti mismo en donde puedas experimentarlas?

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— México, 1809 —

Escapar había sido su última salida o sino se le otorgaba la muerte segura. Para su país no era más que un maldito traidor que había hecho alianzas con los colonos que vivían por sus piedras preciosas o la agricultura. La crisis llegaba poco a poco a su nación, asentándose cada vez más en los pobladores nativos que hace un par de siglos habían sido víctimas de la colonización española, que experimentaban conflictos no solo sociales sino a nivel racial, de identidad, a nivel de producción e incluso una depresión económica. Hasta que se consumó la independencia.

¿Pero qué había hecho él en todo ese tiempo?

Usar su influencia aristócrata para
dar estrategias, hacer prestaciones económicas y ser partícipe de acuerdos junto a los virreyes españoles para que pudieran beneficiarse de su nación. Todo por la exorbitante cantidad de dinero que recibía.

Lo condenaron por Traición a la patria y ya no tenía más escapatoria. Al menos ya no en México. Ciertamente tuvo que pasar muchísimo tiempo para que todos se dieran cuenta de lo que había hecho, quizás más tiempo del que hubiese esperado. Pero el momento había llegado y debía subirse al bote para irse de ahí, quizás a otro continente o a un país más cercano. Realmente no lo sabía y tampoco le importaba. Lo único que beneficiaba su futuro era la cantidad de dinero que se llevaba consigo, a lo mejor no tenía un lugar en donde caer muerto o ni siquiera sabía en qué parte del mundo iba a parar, pero al menos podía gozar los beneficios de los millones que se llevaba consigo.

El dinero es la razón por la que existimos.

A Sergio no le iba a ser algo difícil el asentarse en otro lugar, conocía a mucha gente, sabía de exiliados o fugitivos políticos —al igual que él —, que también tuvieron que irse y les iba bien en sus nuevas residencias, en sus nuevos mundos. Nadie había terminado mal, o al menos era lo que sabía. Los tiempos habían cambiado, mucho había evolucionado, hasta los mismos seres humanos, las ciudades se iban llenando de máquinas, la gente se revelaba, quizás no sucedía en su país por la represión que existía, pero en el resto del mundo sí. Eran las consecuencias de la Revolución Industrial y él lo sabía de antemano, era consciente de que se enfrentaría a algo totalmente nuevo.

Antes de irse, destruyó hasta el último rastro de su existencia en su nación y la abandonó sin más. Realmente no le interesaban las consecuencias que su familia iba a sufrir o el cómo lo buscarían hasta en el lugar más recóndito, ni mucho menos la falta que le haría a sus más cercanos, desde hace tiempo había querido irse de aquel lugar. Y finalmente sucedía.

King of my heartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora