¿Casado con mi jefe?

Buen viaje

-No cariño como crees- se acercó a Yibo bajo la atenta mirada de Haikuan.

-No me llames así idiota- retrocedió aprovechando las ruedas de la silla.

-Para empezar, ¿qué haces aquí Yibo? ¿no deberías de estar trabajando?.

-¿Tu qué crees?, la realidad es que te extrañe y decidí venir a verte.

-¿De verdad?- contesto sorprendido.

-No jajaja, iba a ir a la casa pero se me olvidaron las llaves y no tengo como entrar.

-Aun así, es muy temprano para que vuelvas- contesto algo molesto por la broma del castaño

-El señor Dylan recibió la visita de sus padres, así que me dio lo que resta del día.

-¿Los padres de Dylan están aquí?.- eso era raro por lo general ellos solo regresaban cuando había problemas

-Aquí no- trato de burlarse del pelinegro

-Bueno si, aquí no ya se pero con él.

-Ah sí claro, ahí con él.

-Ok entonces toma- saco las llaves de su maletín de trabajo- ve a casa come algo y duerme, o no sé qué quieras hacer

-Bien, pensaba visitar a mi madre pero se fueron con la abuela- hizo un puchero- desventajas de estar casado.

-Yibo tranquilo no digas eso, vas a hacer enfadar a Zhan.- Haikuan regaño a su amigo, a veces podía decir cosas sin sentido.

-No te preocupes, es tan descarado que eso le importa poco- dijo restándole importancia

-Siempre ha sido así desde niño.

-Pues es un habito que todavía no se le quita.

-Quieren los dos dejar de hablar de mi por favor, que no se les olvide que sigo parado aquí .

-Estas sentado Yibo.

-No me contradigas Haikuan, y ya me voy tengo mejores cosas que hacer que discutir con ustedes dos par de imbéciles- salió azotando la puerta.

-¿Qué le pasa? no se ve muy feliz.

-Es tu culpa Haikuan, lo más seguro que mi esposo venía con otras ideas y tú lo acabas de frustrar- dijo Xiao viendo como Haikuan salía de la oficina con los oídos rojos y la cara casi morada-

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-Xiao podríamos decir que tomaste una decisión apresurada- Sun intentaba hacer que la opinión de Zhan cambiara con respecto a Yibo.

-Deja de hablar por mí, casarme con Yibo no fue una decisión apresurada cuando terminamos te lo dije que no te quería volver a ver nuevamente y aquí estas.

-Ese mocosos no te va a poder ofrecer lo que tanto quieres.

-¿Ah sí?- enarco una ceja- ¿y qué es lo que yo tanto quiero según tú?.

-Una familia.

-Puedo formarla con el sin ningún problema.

-Claro que no, niños idénticos a ti y ama corriendo por la casa esos eran los sueños que tú siempre me contabas cuando estábamos juntos- se acercó a su escritorio y el pelinegro comenzó a sudar.- además lo tuyo con él es una farsa ¿no?

-Existe la tecnología hoy en día, hay miles de maneras de tener hijos y que sean parecidos a mí y a Yibo, por el tema del pasado déjalo justo ahí, ese lugar es al que pertenece, no quiero recordarte por que terminamos me lastimaste demasiado y sobre la farsa ya no hay nada, él y yo declaramos nuestros verdaderos sentimientos.