Buena vida

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-Estoy embarazado- soltó Zhan

-Ay no, dios mío ¿es lo mejor que tienes?- contesto Yibo soltándose a reír.

-No te burles en enserio, si no aceptas formalmente iniciar una vida conmigo, nuestro hijo crecerá sin ver a su padre- se acercó y tomo ambas manos del castaño.

-Una lástima, soy muy joven para ser papá, créeme puedes con esto y más, debes de ser una madre luchona.

-¿Estas jugado conmigo?- hizo un puchero.

-Claro que no, ya te dije que intentaras convencerme.

-Es lo que hago.

-Inventándote un embarazo, créeme no te ayuda en nada.

-Está bien, dime que quieres que haga.

-No necesitas hacer nada, solo ser sincero.

-Entonces ¿me creerías si te digo que tengo un hermano gemelo?.

-Jajaja esa estuvo buena, pero no te creo.

-........

-Xiao Zhan ¿acaso tú?- esperaba una respuesta pero en eso sonó su celular.

-¿Quién habla?- frunció el ceño, se suponía que nadie tenía manera de comunicarse con él.

-¡¡YIBO, AMIGO MIO, POR QUE NO ME CONTESTAS EL CELULAR!!.

-Te preguntaría como me encontraste Dylan, pero veo que ya no va a ser necesario- dijo mirando al pelinegro con unos ojos verdaderamente peligrosos.

-¿De verdad no quieres hablar conmigo?- la voz más fingida del momento pensó Yibo al escuchar a su antiguo jefe

-No es eso, pero bueno a que se debe tu llamada.

-Solo quería pasar a saludar, dentro de unos días estaré ahí para platicar, tenemos muchas cosas de las que hablar así que no se te vaya a ocurrir irte a otro país.

-Una lástima Dylan, en estos momentos Yibo y yo nos dirigimos al aeropuerto- contesto Zhan arrebatándole el celular al castaño.

-¿Qué?, ¿Cómo que al aeropuerto?, Xiao Zhan, Yibo, ¿A dónde van?.

-Se está cortando la llamada, pi pi pi- colgó.

-No seas grosero- alzó una de sus manos y golpeo el brazo del pelinegro.

-Bueno, es que va a arruinar nuestro día, y yo tengo algo que contarte.

-Entonces, te escucho ¿qué quieres hablar?.

-Sígueme.

Salieron de la casa del Cataño y se dirigieron a la plaza central de Londres, Zhan le vendo los ojos a Yibo y después de que por la emoción se le olvidara que este último no veía y este terminara cayendo, llegaron a su destino.

-Tu sueño siempre fue abrir una cafetería librería o algo por el estilo- dijo susurrando detrás de su oído.

-Mnn- no encontraba como articular palabras, estaba seguro que es lo que le daría.

-Entonces creo que esto te va a gustar- pensó seriamente lo que le diría a continuación- Te amo, de verdad lo hago, si tú me pides que me aleje de ti lo haría con tal de que te sientas seguro, sino es así permíteme quedarme a tu lado- le quito la tela de los ojos y espero ver la reacción.

Enfrente de él, un hermoso local se mostraba, justo como sus sueños hecho a la medida, no tenía ningún mueble pero por su cabeza ya habían pasado miles de diseños.

¿Casado con mi jefe?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora