6

5 1 0
                                    

Ya pasaron 2 horas y María esta sentada en el sofá mientras que Eri está jugando con Aizawa de un lado a otro, ya que Aizawa debe empezar a acostumbrarse a su nueva prótesis, en algunos momentos Aizawa veía a María y María a Aizawa, aveces chocaban sus miradas

-Se me había olvidado que tengo algo para darte papá- Eri saco un dibujo de su mochila y se lo dio

-Se me había olvidado que tengo algo para darte papá- Eri saco un dibujo de su mochila y se lo dio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Es un dibujo tuyo y mio-

-Es muy bonito Eri, muchas gracias- Aizawa la abrazo y le beso la frente

Cuando María vio ese momento no pudo evitar pensar que así hubiera sido su familia si su hija no hubiera fallecido y si no se hubiera separado de Aizawa

-Pero déjame hacerle unos arreglos-

Eri agarro el dibujo y empezó a borrarle algo y a pintarle otras cosas, cuando terminó se lo enseñó a María quien no dejó de reír y después fue y se lo enseñó a Aizawa

Eri agarro el dibujo y empezó a borrarle algo y a pintarle otras cosas, cuando terminó se lo enseñó a María quien no dejó de reír y después fue y se lo enseñó a Aizawa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Es muy bonito Eri, gracias- Aizawa se rio un poco, pero María seguía riendo hasta que se ahogo

-¿Estas bien?- Pregunto Aizawa

-Si- Volvió a toser- Perdón- Salió de la habitación para seguir tosiendo afuera

-Toma, llévale este vaso de agua- Aizawa le dio el vaso a Eri

-No, mejor llevaselo tú- Negó con una sonrisa

-Esta bien-

Aizawa se dirige a donde esta María y le da un vaso de agua, ella lo agarra pero en ese momento tocó un anillo que tenia en el dedo anular el chico y más empezó a toser

-Calmate- Le dijo Aizawa mientras le soba la espalda

Ella bebió del vaso y se empezó a tranquilizar

-Gracias-

-Denada- Aizawa se fue de nuevo a la habitación

-¿Y? ¿Qué pasó? ¿Regresaron?- Le pregunto Eri a Aizawa al verlo entrar

-¿Tu como sabes que andábamos?-

-Bueno...

-Yo le dije- Entro María - Pero bueno, dejando eso atrás, Eri ¿Ya te quieres ir?

-No, me quiero quedar un rato más-

-Esta bien, voy a la cafetería ¿Quieres algo?-

-No, gracias-

-Ok, ahorita vuelvo-

Salió de ese lugar, no le gustaba ver a Aizawa así, aunque le dio risa lo de la niña no se sentía cómoda viéndolo así

-Bueno, son cosas que pasan-

Se respondió a si misma mientras se tomaba un chocolate caliente

-Hola-

-Hola Mirio ¿Qué pasó?-

-Bueno ya acabe con las cosas que tenia que hacer, así que vine-

-Que bien ¿Quieres un chocolate caliente?-

-No gracias, ¿Ya viste al profesor?-

-Si, y sinceramente no me gusta mucho verlo así-

-Te entiendo, pero por suerte no murió-

-Yo hubiera preferido morir a estar sin un pie y sin un ojo-

-Pero tu no tienes a nadie a quien cuidar-

...

Mirio no se había dado cuenta de lo que dijo hasta que vio la reacción de María

-Yo~o lo sien-

-Esta bien, tienes razón, yo ya no tengo a nadie a quien cuidar-

-De verdad lo siento mucho María- Mirio se puso de rodillas pidiéndole perdón

-Mirio párate, esta bien-

-Lo siento, mejor me voy con Eri-

Mirio se fue corriendo el de verdad sentía mucho lo que había dicho, aunque María le dijo que estaba bien él no se iba a perdonar eso. Por otra parte María se quedó tomando su chocolate mientras pensaba en su hija.
Mirio llegó a la habitación de Aizawa y se llevó a Eri, ya que era la hora de comer para Aizawa y Eri también tenía que comer pero otra cosa

-¿Y María? ¿No vamos a ir por ella?-

-No Eri, hay que dejarla sola un rato-

Salieron del hospital y María subió para ir con Eri, pero no la vio, pero lo que si vio fue a Aizawa comer

-¿Y Eri?-

-Se la llevo Mirio, tenía que comer-

-Esta bien, entonces yo también me retiro-

-Espera-

-¿Qué pasa?-

-¿Podemos hablar?-

-Claro ¿De que quieres hablar?-

-¿Enserio?-

-Si-

-Bien, entonces empecemos con pedirte perdón, enserió lo siento mucho- Se paro he hizo una reverencia

-Oye, no tienes que pedirme perdón cada quien hace sus elecciones, la tuya fue abandonarme y esta bien, solamente atente a las consecuencias-

-Es por eso que te pido perdón, no quiero que me guardes odio ni rencor-

-Y no lo hago Aizawa, no lo hago-

-María ¿tu crees que nosotros podríamos seguir conociéndonos?-

-No Aizawa, yo de verdad te ame mucho pero no voy a perdonarte así de fácil, ademas tienes ya una esposa piensa en ella-

-No tengo a nadie-

-Ese anillo dice lo contrario-

-¿Ya lo viste bien? Ven y velo bien-

María se paro y fue donde Aizawa para tomar de su mano y se dio cuenta de que era el anillo de su boda, a ella se le había olvidado como era ya que hace años no se lo ponía

-Yo nunca me lo quite, incluso cuando hay una misión lo traigo puesto- María dejo su mano

-Bien por ti-

-Tú ya no traes el tuyo-

-No, me lo quite hace años y a parte necesito que me firmes el acta de divorcio-

-Esta bien, hace años estamos separados, pero yo aun te amo-

-Pero yo no y me tengo que ir, tengo cosas que hacer y mañana te traigo el acta de divorcio-

-¿Por qué con tanta prisa?-

-Porque no quiero estar sujeta a nada cuando me vuelva a casar-

-¿Qué? ¿Te vas a casar?- Una lagrima Salió de la mejilla de chico

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 05, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

una heroína clandestina (Aizawa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora