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Voy directo a donde Eri para llevarla con Aizawa, cuando llegue al dormitorio toque la puerta y me abrió Mirio

-Pasa, Eri ya esta lista-

Pase y ví a Eri con un hermoso vestido azul y una sonrisa gigante

-Ya estoy lista, vamonos-

-Eri, antes de que te vallas quiero decirte algo- Hablo Mirio y la pequeña lo vio

-¿Es algo malo?-

-No mucho pequeña-

Eri abrió más que nunca los ojos

-Bueno, papá Aizawa no está muy bien que digamos, ya está fuera de peligro, pero digamos que para que no muriera tuvo que... No se como decírtelo muy bien... María dile como esta Aizawa- Mirio no le pudo decir a Eri lo que paso con Aizawa

-Aizawa no tiene un pie y tampoco tiene un ojo- Dijo María muy directa y sincera

-¡¡¿QUEEE?!!- Eri casi lloraba hasta que Mirio la abrazo

-María, se lo tenías que decir más despacio-

-¿Lo hice muy fuerte?- Y Eri empezó a llorar

Eri no dejaba de llorar hasta que me di cuenta de que se lo tenía que decir con más empatia

-Ahora más que nuca quiero verlo- Respondió Eri tratando de calmar su llanto

-Muy bien, entonces vamonos- Ya quería ir rápido, ya que más pronto empezará más rápido también terminaría

-Si- Eri agarro una hoja de la mesa y me agarro de la mano, para acto seguido salir

-¿Qué llevas ahí?- Pregunte caminando a su lado yendo al hospital

-Es un dibujo para papá-

-Que bien-

Salimos de la UA, ya que el hospital estaba fuera de ella, fue un camino algo largo pero con algunas ocurrencias de Eri se hizo mucho más corto y divertido, cuando llegamos pasamos y nos atendió un enfermero

-Buenas tardes ¿Qué necesita?-

-Venimos a ver al señor Shota Aizawa-

-¿Familiares o amigos?-

-Amigos-

-No pueden pasar si no hay un familiar y que sea mayor de edad-

-¿Es enserió?-

-Si, lo siento mucho-

-Maldicion-

-¿No vamos a poder ver a papá?- Pregunto Eri con los ojos llorosos

-Si lo vamos a ver, espérame tantito-

-Esta bien-

-¿Entonces?- Él enfermero seguía esperando

-Soy la esposa de Shota Aizawa-

-Pero me acaba de decir que es su amiga-

-Le mentí ¿ok? Soy su esposa-

-¿Tiene algo que lo compruebe?-

-No, ¿Quien carga con su acta de matrimonio?-

-No lo sé-

-Si quiere vaya y pregúntele al señor Aizawa-

-Está bien, quédese aquí-

Se fue el enfermero por un pasillo y Eri comenzó a hacerme preguntas

-Entonces eres la esposa de papá?- Dijo Eri con una sonrisa de oreja a oreja

-Si pero no-

-¿Cómo así?-

-Bueno hace mucho me casé con él, pero vamos a decir que no salió muy bien y nos terminamos separando, pero nunca lo hicimos legalmente-

-¿Entonces si no se hubieran separado tu serias como mi mamá?-

-Jajaja, algo así-

Llego el enfermero y al parecer Aizawa dijo que pasáramos, en camino a la habitación Eri seguía haciendo preguntas

-¿Y hace cuanto no lo ves?-

-Desde hace muhos años-

Llegamos a la habitación y nos paramos enfrente de la puerta

-¿Me acompañas?- Pregunto Eri dándome su mano

-No Eri, ve tu y yo te espero aquí-

-Esta bien- Bajo su mano y su cabeza simultáneamente- Como siempre iré yo sola, al fin y al cabo siempre lo he estado-

-Yaaa, esta bien te acompaño-

La niña sonrió feliz y yo también lo hice, cuando entramos y lo vi; sentí mi corazón palpitar como el día en que lo conocí, con ese cabello largo y desordenado

Hace muchos años

Me encontraba yendo a la cafetería de la UA, era el receso y tenia que buscar a mi hermano para pedirle su tarjeta, ya que era mi primer día y no tenía

-Shirakumo ¿Donde estas?-

Pregunte para mi misma tratando de visualizarlo, pero no lo encontré, hasta que recordé que me había dicho que en los recesos siempre estaba con sus amigos en donde esta el patio, así que fui a buscarlo ahí, pero tampoco lo vi, hasta que sentí unos brazos en mis hombros y un grito para asustarme a lo cual el causante lo consiguió así que yo también grite

-¿Qué te pasa?- Rechiste y le di un suave golpe en el hombro

-Calmate, solo quería asustarte un poco porque vi que estabas buscando algo muy entretenida-

-Si idiota, te estaba buscando a ti-

-¿A mi para qué?-

-Para que me des tu tarjeta, no he comido nada por andarte buscando y tengo mucha hambre porque me toco entrenamiento-

-Wow, tu primer día de clases y te toco lo más complicado- Saco algo de su bolsillo para darmelo- Toma, compra lo que quieras

-Cof Cof-

Escuche un tosido atrás de Shirakumo y después salió un chico de cabello rubio

-Muy buenas tardes señorita, soy hizashi yamada, pero para ti puedo ser El amor de tu vida-

-Primero que nada son las 11 de la mañana y todavía no es tarde, y segudo prefiero mil veces cortarme las venas a llamarte así-

-Uy, que sadica- Hizo una risa contagiosa que hizo que los tres nos contagiaramos

-¿Y el quien es?- Pregunte al ver a una persona de espaldas detrás de Shirakumo

-El es Aizawa, no es muy sociable- Dijo Shirakumo viendo a su amigo

Aizawa volteo con su lonchera en las manos y al verlo mi corazón latió muy fuerte y rápido y su cabello largo y desordenado me volvió loca

-Hola- Hablo con seriedad, la necesaria para mi

-Hola- Cuando conteste podría apostar fácilmente de que mis mejillas estaban rojas

Shirakumo carraspeo su garganta pero ni así le hice caso

-Oigan- Y volvió a ser ignorado

-Oigan- Y una vez más

-¡¡¡OIGAN!!!- Ahora si le hice caso

-¿Qué?- Respondí fastidiada

-La campana sonó desde hace cinco minutos van a llegar tarde- Dijo viendo su reloj y yo también vi el mio

-Mierda, y no comí nada- Vi que Aizawa tenía una lonchera en las manos y esta todavía tenia comida- Dame tu comida-

-Toma- Me la dio y me fui

Actualmente

-Oigan-

-Oigan-

-¡¡¡OIGAN!!!-

Escuche un grito de Eri y salí de mis pensamientos

-¿Qué pasó Eri?- La mire

-Eso yo les pregunto a ustedes, llevan 10 minutos viéndose, ya hasta me comí la manzana que le dieron de desayuno a mi papá

una heroína clandestina (Aizawa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora