𝐌𝐔𝐑𝐎 𝐃𝐄 𝐀𝐂𝐄𝐑𝐎 - Aone Takanobu ✓

13 | Pijamas

Nametsu

Después de que milagrosamente Aone aceptase mi oferta de quedarse a dormir, no pude evitar que un pensamiento algo subido de tono cruce por mi mente. Jamás lo había visto a Aone sin camiseta, pero no era muy complicado imaginarlo sin esta.

—Nametsu, voy a llamar a mi hermana para que sepa que no voy a ir a casa —asentí sin decir nada más, Aone cogió su teléfono— Ikane, hoy no voy a casa —hubo silencio, supongo que su hermana le estaría diciendo algo— No te preocupes, estoy bien, solo me quedo en la casa de alguien, ¿sí? —otro silencio y este corto la llamada.

—¿Solo soy alguien? —pregunte en broma, pero Aone me miró sorprendido.

—No, pero... No sabía qué decir —miró hacia abajo.

—Estoy bromeando —reí mientras tomaba su cara entre mis manos— Eres muy tierno —no pude evitar soltar eso.

Vi perfectamente como Aone se sonrojo, además él era demasiado pálido por lo que su sonrojo se notaba más. Lo bese. Ya era mi novio, lo podía besar las veces que quisiera. Lo volví a besar repetidas veces, era divertido.

En un momento Aone agarro mi cabeza cuando lo bese, haciendo que no me pueda separar, este invadió mi boca con su lengua, quedé totalmente en shock, pero me deje llevar.

En un momento su mano pasó a estar acariciando mi mejilla. Mis manos estaban en su trabajado pecho, él estaba haciendo que quisiera más...

Nos separamos por la falta de aire.

—Yo... Debí de preguntar antes de hacer eso —lo interrumpí antes de que digas algo más.

—No necesitas pedir permiso para eso —lo volví a besar, esta vez yo invado su boca primero. Logré escuchar como Aone suelta un pequeño jadeo ante la sorpresa.

Me va a volver loca, necesito escucharlo jadear y gemir mi nombre... Me sonroje ante mis pensamientos... Llevábamos juntos un par de horas, y ya pensaba estas cosas...

—N-Nametsu... —dijo mi apellido entrecortado por la falta de aire, mi apellido nunca había sonado tan bien.

—Aone, puedes decirme ______, ya estamos juntos, ¿o no?

—______, suena lindo —me sonrió— Tú puedes decirme Takanobu.

—Es muy largo, ¿qué tal Taka?

—Suena bien —dijo antes de soltar una risita por su apodo. Jamás lo había escuchado reír, ¿cómo alguien puede reírse tan lindo?

—Ahora que lo pienso, no tienes pijama.

—Tranquila, tengo mi ropa de entrenamiento sin usar y es cómoda así que, sirve —miró hacia otro lado— ¿Vamos a dormir juntos?

Como todos saben es raro en japón que las parejas duerman en la misma cama, pero eso ya es muy antiguo.

—Claro que vamos a dormir juntos —digo dedicándole una sonrisa coqueta.

—No me mires así —dijo mientras volvía a evitar mi mirada.

—¿Por qué? —pregunté sarcástica y con un tono, ¿sexy? La verdad que no sé, jamás tuve novio así que todo esto era improvisar sobre la marcha.

—Porque me excita —no supe qué responder, quedé en blanco, no pensaba que Taka iba a responder a la pregunta, y menos pensé que si la respondía iba a ser tan sincero— ______, me excitas.

Me sonroje, ¿que se supone que responda a eso? Jamás nadie me dijo eso.

—Yo... Dios —escondí mi cara entre mis manos— ¿Cómo puedes decir eso tan fácilmente? —mi voz temblaba.