Yokohama Idiot

GIVE ME A NOVACAINE

Cuando estamos acostumbrados a ser despreciados aceptamos cualquier compañía sea mala o buena, porque no conocemos una normalidad sana, porque estamos acostumbrados a recibir daño. Y todo eso es lo que precisamente ocurría con Dazai. 

Dazai levantó la mirada al techo mientras sentía su cuerpo temblar por el exceso de novocaína. La voz de Gogol se oía lejana mientras le decía "sigue, sigue, sigue", en su reflejo distorsionado se veía una sonrisa sádica, como si él disfrutara ver a Dazai mareado y miserable. 

Tal vez si Dazai se amara a si mismo, tal vez si no tuviera que enfrentar todo solo, tal vez si alguien se hubiera esforzado en enseñarle a gestionar sus emociones o al menos a liberarlas, tal vez si alguien le hubiera mostrado el lado bueno de la vida en vez de hacerle creer que todo era una pérdida de tiempo o una competencia de poder, tal vez... tal vez no tendría que soportar la compañía de alguien que disfrutara de su ruina, pero al menos Gogol estaba ahí, a diferencia de esos supuestos. Nuestro protagonista disfrutaba del efecto sedante de la novocaína: el dolor de cabeza por hambre y por llorar se suprimía de manera lenta, casi como si alguien por primera vez se dignara a acariciarlo sin buscar nada a cambio.

Y es que tampoco es que Dazai tuviera entera culpa de todo lo que ocurría, pensar eso sería tener una mirada... reduccionista y de cierta forma, estúpida. Si bien Dazai había elegido empezar a consumir novocaína por su propia cuenta y la llegaba consumir por gusto (¿o dolor?), no siempre la consumía por quererla si no por necesidad; obviamente no era normal que Dazai temblara por abstinencia o vomitara cualquier cosa que comía por lo que tenía que volver a consumirla. Dazai no solo lidiaba con un vicio a nivel personal; su país se estaba viendo envuelto en una guerra, cosa que le quitaba (aún más) las ganas de vivir, porque si de por si tenía una concepción defensiva del mundo, ahora veía como algunas familias se desmoronaban por la muerte de sus hijos, claro que no tenía sentido complacer los estándares de un país que mandaba a morir a su juventud, ¿entonces por qué se sentía tan mal?; El punitivismo social hacía las personas con adicciones solo hacían que sus ánimos de mejorar se esfumaran, al final del día él solo era un fracasado drogadicto sin valor alguno para la sociedad (era mala influencia), para la salud (estaba enfermo), y para el capital (no producía); La nula ausencia de compañía que le hiciera bien solo aumentaba la sensación de soledad que lo había acompañado desde que llegó a la ciudad. Era esperable que solo quisiera estar dormido. 

Ahora, reflexionando un poco las cosas, tal vez si Dazai supiera y reflexionara aquellas circunstancias y razones que lo habían llevado a ser como es, tal vez hubiera encontrado una forma de consuelo o mejoría, pero estaba más absorto en su dolor y en el sueño de la novocaína. Pobre imbécil.  

DAZAI POV: 

Me gustaba estar dormido, así no oía noticias de la guerra o la voz de St Niko. Me gustaba estar dormido porque así las necesidades básicas desaparecían, era como si la novocaína me tomara entre sus brazos y me agrazara dándome un beso de buenas noches para que dejara de preocuparme por todo lo demás... ¿tan miserable era mi vida que una droga me trataba mejor que cualquier persona que hubiera conocido? 

Había días en los que me motivaba para levantar y limpiar el cuarto, a veces para no usarla pero siempre terminaba cayendo en ella al final, a veces por quererla, a veces ni siquiera me daba cuenta hasta que me despertaba después de usarla. Me he llegado a preguntar muchas veces por qué simplemente no puedo ir hacía adelante como los demás y en vez de eso me quedo estancado en esta bola de basura, prefiero no pensar en ello a menudo, porque nunca encuentro respuesta y eso me asusta. Como sea, la novocaína siempre estará ahí al final del día.

Nota 1 de la autora: La novocaína es una especie de sedante usado por dentistas. 

Nota 2 DLA: Punitivismo es castigar, pa pronto. 

Nota 3 DLA:  Cualquier persona que venga a los comentarios con un discurso persecutorio y revictimizante respecto a una cuestión social tan cabrona como las drogas se me va alv alch