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Jisoo estaba en shock, no entendía por qué el rostro de Lisa lucía así, marcas de cachetadas y moretones en sus ojos no pasaban desapercibidos, era innegable que la menor tenía unos hermosos y tiernos ojitos, pero sin duda lucirían aún mejor sin esas marcas de agresión que tenía.

- Jisoo sueltame- Pidió la menor intentando cubrirse la cara.

Pero Jisoo inmovilizó sus manos con una de las suyas y con la otra la tomó del mentón para analizar aquellas heridas.

-¡Jisoo! ¡Basta, te dije que me sueltes!- Intentó safarse la menor.

- Lisa, ¿Quién te hizo eso?- Jisoo preguntó totalmente seria aún sin soltarla.

-No te importa, solo déjame- Pidió la menor al borde del llanto.

-¿Fue él?- Un sollozo fue la única respuesta que recibió - Lisa, ¿Tu esposo te hizo esto?-

-i¿Por qué lo acusas de algo así?! Eso no te incumbe- Lisa gritó llorando aún con las manos aprisionadas.

-¡Lo acuso porque no convives con nadie más que él aparte de mí, lo sé porque estuviste disponible para mí cada maldita mañana de lunes a viernes, y por las tardes y el fin de semana él fue el único que estuvo contigo, además yo no te lastimé, jamás lo haría, entonces nadie más que él pudo haberlo hecho!- Jisoo levantó la voz.

Y Lisa dejó de hacer cualquier tipo de esfuerzo por soltarse, simplemente apoyó su cabeza contra el pecho de Jisoo y comenzó a llorar.

Entonces Jisoo la soltó y la abrazó. Acarició suavemente su cabello y espalda aún sin poder sacarse de la mente las imágenes de las heridas de Lisa.

Estuvieron un rato así hasta que la menor dejó de llorar y justo cuando Jisoo creyó que la contraria se había dormido la escuchó hablar.

-Solo no te metas en mi matrimonio, por favor- Pidió con un susurro.

Jisoo no quería hacer eso, ella si que quería meterse en su matrimonio, quería ir a la casa de Lisa a buscar a ese infeliz y partirle la cara, quería lastimarlo diez veces más de lo que había lastimado a Lisa, quería herirlo, mandarlo al hospital, quería...

-No lo haré, tranquila- Quería demasiadas cosas, pero solamente se limitó a asentir y seguir la petición de Lisa -Solo no me pidas que me aleje.-

Y Lisa asintió, parecía un buen trato seguir las cosas normales, solamente que ahora tenía miedo de que Jisoo no la tratara igual, lo último que quería era dar pena, después de todo Jisoo era su amiga por decisión propia, no quería que Jisoo se quedara a su lado solo por lastima, si tan solo pudiera regresar unos minutos en el tiempo para no revelar sus heridas, si tan solo no fuera tan tonta, se odiaba ahora mismo por eso, no quería complicar las cosas y menos cuando todo parecía ir tan bien.

Entonces la menor se levantó, necesitaba tiempo a solas para pensar, ahora una persona más aparte de ella y su esposo sabía sobre el maltrato que recibía en casa.

Creyó que se iría fácil, pero no se esperó que Jisoo la tomara de la mano y no la dejara seguir caminando.

-No te vayas- Jisoo pidió mirandola a los ojos -Por favor.-

- Jisoo...-

-Al menos déjame curar tus heridas antes y si después quieres irte lo aceptaré- La mayor habló sosteniendo con ambas manos la mano de Lisa.

Entonces a la tailandesa no le quedó otra opción más que asentir sintiendo como Jisoo tiraba de su mano para llevarla hasta su habitación.

Una vez llegaron a la habitación, Jisoo entró al baño en busca de un botiquín de primeros auxilios mientras que Lisa se sentó en la cama, si bien las heridas en Lisa no eran recientes, al menos podría aplicarle una crema que ayudara a desvanecer las marcas de violencia en la menor.

Al regresar encontró a la tailandesa mirando a su alrededor aún sentada en la cama, Lisa recordaba que Jisoo solamente llevaba 4 semanas en Seul y sin embargo toda su casa realmente lucía muy bien amueblada ¿Cuánto dinero tenía esa mujer para vivir así?

Jisoo por su parte se acercó hasta donde la contraria estaba para agacharse un poco y comenzar a frotar algo de crema en sus hematomas. Estaban en silencio mientras Jisoo acariciaba, con sus dedos llenos de cema, los hematomas de la menor, estaba concentrada, frotando con delicadeza cuando Lisa rompió el silencio.

-¿Por qué compraste un piano que jamás tocaras? Digo, los pianos no son nada baratos- Ella fue directa, realmente tenía dudas acerca de eso.

Jisoo rió.

-La sala era demasiado grande, hacía falta una decoración- Lisa continuó mirándola -Además lo conseguí a un buen precio, la escuela en donde trabajo quería deshacerse de él.

-¿Eres maestra?- La tailandesa preguntó interesada.

- Si, soy maestra de canto.-

-¿Y por qué viniste a trabajar hasta Seul?-

-¿A donde tan preguntona?- Jisoo bromeó bajando su mano a la próxima herida en el pómulo de Lisa.

-Lo siento- Se disculpó la menor bajando la cabeza.

-Solo bromeo- La coreana aclaró levantando el mentón de Lisa con su otra mano para poder seguir esparciendo crema -Cuando estaba en Gunpo-si gané algunos premios en competencias de canto, entonces recibí una propuesta de trabajo de la escuela de artes múltiples SOPA, ¿Haz oido hablar de ella?-

-¿La escuela de idols?- Lisa estaba realmente sorprendida.

Jisoo soltó una leve risita.

-Si, algunos idols suelen estudiar ahí.-

-Oh por Dios, debes ser una muy buena cantante entonces.-

-Solo lo intento- Jisoo respondió con modestia para bajar su mano hasta la siguiente herida de Lisa.

La ruptura en su labio.

La menor no podía hablar, Jisoo necesitaba curar su boca y además, ella no encontraba nada que decir al estar tan concentrada en la caricias que Jisoo le otorgaba en los labios.

Desafortunadamente ambas dieron un sobresalto al escuchar la alarma de Lisa informar que era hora de separarse.

-Gracias por todo, pero ahora debo irme- Lisa informó levantándose de la cama.

-¿Volverías mañana?- Jisoo preguntó con ojitos de cachorro -Yo... quiero escucharte tocar el piano.-

Lisa lo pensó un poco, ella realmente quería volver... Entonces asintió, Necesitaba sentir de nuevo esa cálida sensación de la cercanía de Jisoo.

Quería que la semana transcurriera así, tal como lo había sido la semana anterior, porque gracias a Jisoo, el infierno que vivía con su marido ya no era tan espantoso, a pesar de esas tardes de dolor ella tenía la esperanza de poder refugiarse en Jisoo al siguiente día. Eso la mantenía un poco tranquila.

Y aunque Jisoo no quería dejarla regresar a casa con ese monstruo que vivía con ella, no tuvo más remedio que verla partir.



Estéril / Lisoo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora