Quiero ayudar a mi amigo en verdad. —Inundo en sus pensamientos, Kimura toma un sorbo de agua, de los bebederos del patio. — Pero no tengo argumentos para poder ayudarle. Incluso si yo le mencionara que sospecho de algo muy malo, no tendría como argumentarlos. Lo siento Nishikata, al parecer, soy un inútil.
— ¿Y si tuvieras una oportunidad, la tomarías? — Una voz dulce se escucha, justo detrás de él.
Capítulo 4. (Re-edit)
"¿Por qué yo?"
Suena la campana que anuncia el inicio de clases. Por primera vez en mucho tiempo, la puerta se abre a destiempo y aparece Nishikata, en ella. —Lo siento, puedo pasar. —
—Llegas bastante tarde, Nishikata. Toma asiento, por favor. — Menciona el profesor con voz sobría.
El chico llega a su pupitre. Observa a su lado derecho, dónde su, ahora sólo compañera de clases, Takagi, está escribiendo apurada la lección de la pizarra. Ella se percata de la mirada de su enamorada, voltea para poder tener ese contacto visual, dejando ir una sonrisa. No existe respuesta alguna de él, incluso, se le ve fastidiado.
—Buen día, Nishikata. — Menciona con una sonrisa.
—Hola. — Él se da vuelta a su escritorio y comienza a sacar sus útiles para la clase.
Takagi se queda observándole. Algo es diferente. Él, nunca le habría ignorado de esa forma.
Aquél muchacho, mientras tanto, inmerso en sus pensamientos; sigue sintiendo un dolor tan profundo, que podría herir con unas cuantas palabras ante lo que siente. Mantener la boca cerrada se ha convertido en la mejor defensa del mundo hacía con él; ya no le interesan las sonrisas o el amor que le puedan brindar, solamente asiste por costumbre y obligación. Las aves que gozaban de distraerle con su canto, son brutalmente ignoradas. El azul del cielo, que se ha vestido de gala, para su admiración, pasa desapercibido, y sus compañeros que existen para que su historia escolar se enriquezca, no son más que una molestia.
La campana del almuerzo le salvan de aquél asfixiante momento. Sumiré y Kimura se percatan del Nishikata que camina muerto en vida. Su amigo se acelera a llegar con él. Sumiré voltea a ver a Takagi, quién se junta con Amagucchi de forma intencional; aprieta sus puños con la impotencia de no poder hacer nada ante las malas prácticas de su amiga, pero, al mismo tiempo, entiende lo que debe hacer.
—Amagucchi, podemos hablar en privado.
— ¿Disculpa? — Responde dudoso, ante la petición de Takagi.
—Ven. — Le sonríe y le toma la mano, jalándolo para correr por el pasillo mientras el cabello de ella se levanta como si de una princesa se tratara, su sonrisa abierta y feliz. ¿Puede ser, tan solo podría haber una posibilidad que...?
A penas llegan a un salón vacío, aquella expresión brillante se apaga totalmente.
— ¿De qué quieres hablar?
—El festival escolar, es en menos de un mes. Tenemos ese periodo de tiempo para poder prepararnos hacía el magno evento.
— ¿Qué vas a hacer?
—Vamos. Recuerda que estamos juntos.
—Realmente no mucho. Sólo necesito que negocies con los miembros del consejo que nos permitan tener el control del evento final.
— ¿Te refieres a la sorpresa de la azotea?
—Así es. Tengo un plan magnifico para que pueda hacer una confesión imposible de rechazar.
Amagucchi se muestra algo renuente a la idea. —Ya veo, sin embargo, ¿No sería mejor que lo hablaran y evitarse muchas cosas? —
—Tienes razón, cuéntame, ¿Cómo te declaraste a Houjou?
El agacha la cabeza. —Ya entendí. —
—Si fuera tan simple, todos lo haríamos sin más. Ahora, tienes tu misión, deberías empezar a cumplirla en estos días.
—Está bien.
—Perfecto, ¿Alguna duda?
—Sí.
—Dime...
— ¿Por qué yo?
—Ya te lo dije... El día, en que te elegí.
Días atrás...
Amagucchi se encuentra en la escalera del instituto. Se mantiene pensando en múltiples opciones de como declararse a Houjou, sin embargo, el terror del rechazo siguen planteando el fracaso en cada uno de sus escenarios. Al final, él se pregunta, ¿Si ser amigo de la infancia, tiene algún beneficio?
Está harto de ser un cobarde, y conforme el tercer año continúa avanzando, las opciones y el tiempo se agotan. Posiblemente ella se vaya a otro país y nunca más tenga oportunidad de sincerarse. La tensión, la frustración y el estrés comienzan a dominarle; se talla el rostro con fuerza, mientras se muerde las uñas de las manos. ¿Qué debo hacer?
—Hola, Amagucchi-kun. — La voz dulce de Takagi-san, interrumpe sus pensamientos. Vuelve en sí y observa en sus piernas, su almuerzo que está a medio comer.
—Ho-hola Takagi-san. Lo siento, no he visto a Nishikata por aquí. — Recoge sus cosas y se dispone a levantarse.
—Lo sé, pero, no he venido por él. Quiero hablar contigo. ¿Tienes unos minutos?
— ¿Conmigo? ¿Sobre qué?
—Bueno... Básicamente de negocios. Creo que te puedo ayudar con la chica que te gusta.
Él deja caer su bolsa con comida al suelo. — ¿Qué? ¿Qué estás diciendo? Yo no...—
—Sé que Houjou te gusta.
— ¿Ah, sí? ¿Quién te dijo eso?
—Tú mirada, cada que está cerca de ella.
—Oh... Tan obvio soy.
—Un poco sí. Pero tranquilo, no vine a juzgarte, sino ayudarte.
— ¿Y cómo podrías ayudarme?
—Bueno, soy una chica, ¿No es así? Creo saber cómo puedes conquistarla y te ayudaré, a cambio de un pequeño favor.
— ¿Qué clase de favor?
—Finge que sales conmigo.
—Olvídalo. — Recoge sus cosas de inmediato y se dispone a irse.
—Sí lo haces, podré lograr que Nishikata se confiese, y tú, terminarás saliendo con ella. ¿No quieres ayudar a tu amigo y tener pareja?
— ¿Cómo se supone que ello hará que se confiese? Simplemente es idiota.
—Obviamente ese es el plan A, pero si fallase, tengo un plan B, mucho más ambiciosos, que incluso podría servirte a ti. — Se acerca a su oído y le susurra dicho plan.
— ¿Qué?
—Y si quieres, puedes también colocar el nombre de ella, dentro de... Al final, sería un confesión doble. Todos ganamos.
—Una... Confesión doble...
—Prácticamente irrechazable.
—Me puedes prometer que tras esto... Huojo estará conmigo.
—Te lo puedo garantizar.
— ¿Y si es tan fiable, por qué no se lo pides a alguien más?
—Porque necesito a alguien cercano a Nishikata, de quién no me pueda enamorar.
Tras esos recuerdos, Amagucchi deja de cuestionar a Takagi, y decide ponerse manos a la obra con la solicitud de ella.

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La Broma Maestra (Fanfic)
FanfictionLos acontecimientos se sitúan después que Nishikata acepta sus sentimientos por Takagi, sin embargo, este no ha hecho oficial una declaración. La situación se tensa más al no saber que hacer, y Takagi también comienza a perder la paciencia. Una rec...