Capítulo 6

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 Takagi y Amagucchi se encuentran reunidos en el salón abandonado que han convertido en su escondite privado. Fuera del ajetreo estudiantil y a la lejanía de Nishikata y Houjou. Un lugar seguro del que nadie, más que ambos siniestros aliados tienen conocimiento y citas.

— ¿Tenemos algún avance? — Pregunta Takagi, con la mirada pérdida y con ansiedad que se puede escuchar en cada pronunciación de sus labios.

—Sí. Al parecer lograron coordinar todo el evento. Estuve platicando con parte del consejo de organización y accedieron a darnos el evento final.

— ¿La Hoguera, ya se confirmó? Amagucchi.

—No de forma oficial, quieren tener como un evento sorpresa, pero ya es un hecho. El comité consiguió los permisos de la escuela, la junta vecinal y el cuerpo de bomberos vendrá a darnos algunas recomendaciones para evitar siniestros.

Takagi sonríe y cruza ambas piernas, mientras observa a su aliado justo a los ojos. —Lo has estado haciendo bastante bien. Me sorprende tu compromiso con esta causa. —

—Si todo sale bien, tanto tú cómo yo, Takagi-San, podremos cumplir nuestros objetivos.

—Es correcto, sin embargo... — Ella se levanta de aquella silla, camina a él y lo acorrala hacía a pared. Aamagucchi trata de hacer su rostro atrás, mientras lo acosa con la mirada. —Puede que merezcas algo mejor...— Le guiña un ojo.

— ¿De qué hablas?

—No es importante realmente. Por ahora, debemos mantener esta línea de trabajo. Necesito que nos veamos mañana por la tarde en la tienda de dulces.

— ¿Por qué? Es fin de semana.

—Tenemos menos de quince días para programa el acto final. Te daré los detalles de dicho plan...— Takagi saca su teléfono móvil. —Mmmm...—

— ¿Pasa algo?

—Dame un momento...— Ella continua deslizando su dedo de arriba abajo. —Amagucchi-kun, ¿Te gustan las películas de terror? —

—Am... Sí, algo, ¿Por qué?

—Bueno... La plática de mañana es importante, y un plan de ese calibre, puede ser descubierto muy cerca. Vayamos al cine.

Capítulo 6.

"Ahora, llevo la delantera."

La clase está por terminar; Takagi lanza una mirada amistosa a su ahora, gran aliado y supuesto amigo cercano. Sin embargo, la respuesta por parte de Nishikata es la total indiferencia. Mantiene su postura calmada y no deja de anotar ninguna nota de la pizarra. La campana entona el final de las clases y marca el inicio de un fin de semana más.

Kimura, decidido a ayudar a su amigo se acerca a su escritorio. —Viejo, necesitamos hablar. —

—No tengo que hablar de nada con nadie, lo siento.

Kimura se coloca frente a él, y pone su mano en el último cuaderno por guardar. Llamando la atención de Takagi. — ¡Necesito hablar contigo ahora! —

—Como dije, todo está bien.

—Takagi-San. — Nishikata volta a verla. — ¿Te gustaría volver a casa juntos? —

—Lo siento, tengo cosas que hacer con Amachi.

— ¿Amachi?

—Así le digo de cariño a Amagucchi-kun, ¿no es lindo?

Con una sonrisa disimulada y sin decir nada, él camina a la salida. Takagi, convencida de su victoria, camina a dónde su amigo y le toma de la mano, ambos salen de aquél salón más que entusiasmados.

Kimura sale corriendo, pero no lo observa por ningún lado —Sabía que es rápido. Pero, esto es ridículo. —

Sumiré aparece a un lado de nuestro regordete amigo. — ¿Pudiste hablar con él? —

—No, salió volando.

—Debemos hablar con él, antes que la situación se salga de control.

—Lo sé.

Las piernas me tiemblan.

Mi voz se entrecorta, aunque no la necesito realmente.

La sensación de adrenalina que siento es muy grande; por una parte, cómo un espía me deslizo por los pasillos, siguiendo las siluetas de aquellos dos. Por otro lado, pensar que, no era tan malo. Pensar que, tantas cosas hubieran cambiado si me tomará tan enserio aquellas inocentes bromas.

La razón de perder tantas veces, fue no ser paciente. Pero ahora, justo con los sentimientos destrozados y mi corazón hecho girones, he encontrado sorpresivamente una tolerancia y paciencia sin precedentes en mí.

¿Quieren ver llorar? Ya no.

¿Quieren aprovecharse de mí? No, no va a pasar.

¿Qué esperaban que pasaría?

¿Quieren seguir jugando al gato y al ratón?

No les daré el gusto a ninguno de los dos. Y sí así es como quieren jugar, espero estén listos... Para ser el ratón.

Houjou da vueltas en el parque, a unas calles de la escuela. Decide sentarse en una banca para continuar pensando en que es otro día en el que no se encuentra con Amagucchi. La sensación de soledad comienza a pesar, y los pensamientos de distanciamiento son inevitables. Su teléfono móvil suena. Lo revisa y se trata de un mensaje.

Takagi y Amagucchi entran en el salón abandonado que han convertido en su escondite privado. Fuera del ajetreo estudiantil y a la lejanía de Nishikata y Houjou. Un lugar seguro del que nadie, más que ambos siniestros aliados tienen conocimiento y citas.

Hojou se queda con la mirada pasmada, al leer el mensaje:

"Nishikata: Dame tu ubicación, ahora."

Takagi y Amagucchi dentro del salón, comienzan una serie de palabrería que no se puede distinguir de fácil forma, desde fuera de este y con las luces apagadas.

"Hojou: ¿Para qué la quieres?"

"Nishikata: Urge que hablemos. Puedo ir a tu casa si gustas."

Una serie de fotos comienzan a ser captadas por aquella cámara del móvil. Aprovechando el ángulo que tiene, con Takagi dándole la espalda, puede separarse un poco de la columna que le sirve como escudo.

"Nishikata: Llego ahí en diez minutos."

"Houjou: ¿Pero de qué quieres hablar?"

Una última captura, con la función y el horario seleccionado por la mujer que le gusta, es guardada en la memoria del teléfono. Sus lágrimas caen en la pantalla del móvil, pero aún con el corazón destrozado, envía la imagen al contacto. Nishikata alza la vista. Y la clava justo en aquella aula abandonada. —Ahora, sé cuál es su maldito escondite. —

"Nishikata: Cargando Imagen."

"Nishikata: ¡Los tengo!"

"Nishikata: Creo que es hora de tomar la delantera... ¿Te gustan las películas de terror?" 

La Broma Maestra (Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora