Beyond My Heart-T/n × Miles Morales E-42 (The Prowler)

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—P r i m e r  E n c u e n t r o—

—Te doy 3 segundos para que me des una buena explicación de por qué tú, una estudiante de preparatoria incapaz de defenderse, esta siguiéndome.— La voz róbotica y fría de aquel extraño, hizo que mis pulsaciones aumentaran. El tono de este parecía ser uno no muy agradable.

No era posible, no tenía idea de que estaba detrás de esa pared. Muy apenas había hecho ruido como para que llegara a esa conclusión. Tapé mi boca con mis manos para evitar soltar algún ruido de esta.

—1...— Comenzó a contar. Esto no era bueno. En ese instante no sabía si debía correr.

—2...— Mis piernas comenzaron a temblar como gelatina. Ya era tarde para escapar.

—3.— Llegado a ese número, me deslice por la pared, y caí sobre mi trasero. Pasados unos 10 segundos, abrí lentamente mis ojos. Ahí estaba él, había llegado sin hacer demasiado ruido, pero extraordinariamente estaba frente a mí, se notaba que sería capaz de perseguirme incluso si escapaba mucho antes.

Una figura extremadamente alta, bastante ancho de sus hombros con un traje obscuro con destellos de color purpura, estaba delante mío. Portaba una mascara que al parecer, era la encargada de distorsionar su voz.

"No puede ser...es jodidamente alto."

Lo mire de pies a cabeza, analicé poco a poco su traje, y me di cuenta de lo amenazante que era. Sí, había llegado a la conclusión que escapar de él simplemente corriendo, sería en vano.

—¿Me vas a dar alguna explicación, o es que tendré que hacerte recordar que no estoy para juegos?— Su voz era completamente amenazante. Las garras de sus guantes se desplegaron. Lo mire desde abajo, y la expresión de su mascara tenía el ceño fruncido.

—Y-yo...— Comencé a tartamudear, mi respiración era caótica, y los nervios no me dejaban formular ninguna oración. Estaba completamente aterrada.

Me seguía viendo desde arriba, esta posición no era favorable para mí, me sentía tan indefensa. Mi cuerpo entero estaba en crisis, y el signo mas notorio era el temblor. De ninguna manera me sentía capaz de pedir ayuda.

Pensé que este seria mi fin, más lagrimas de mis ojos amenazaban con salir. Sin embargo, la alta figura se inclinó poco a poco mientras la luz purpura de su mascara alumbraba mi cara. Uno de sus guantes paso lentamente en mi mejilla, este gesto me sorprendió mucho. Mi corazón comenzó a latir más rápido.

—Grita o te mato.— Fue lo que dijo en voz baja.—Tú decides niña.— Me dijo en un tono tranquilo, y aterrador a la vez. Yo simplemente asentí con miedo.

Acercó ambas manos a mi cintura, y de un sólo impulso, logró levantar mi cuerpo entero. Ahora estaba encima de su hombro y completamente confundida por tal acción.

—¿D-disculpa?— Susurré en su oído.—¿P-podrías b-bajarme?— Pregunté con horror. No me estaba gustando a dónde podría llegar esto.

—Quédate quieta, no hagas esto más difícil de lo que ya es.

Caminó fuera del callejón y saltó hasta otro edificio con ayuda de su gancho. Me sentí aterrada por el inesperado despliegue, tenía miedo a las alturas, pero el agarre en mi cintura se sentía firme. Tenía tantas preguntas en ese momento, pero no podía obtener ninguna respuesta.

—Eres pesada.— Ese comentario me hizo borrar mi miedo, y se convirtió en enojo.—Es broma, eres bastante fácil de...tomar.

Finalmente terminó bajándome en uno de los tejados de un edificio no muy alto, pero algo remotamente alejado del punto anterior. La delicadeza en la que puso mis pies en el techo me hizo sentir confiada por un momento, pero no me tomo mucho para nuevamente darme cuenta que no era una persona completamente amigable con la que estaba tratando. Se volteó para verme, y lo nervios regresaron. La mirada que reflejaba su mascara demostraba que realmente era alguien a quien temer.