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Prólogo

"Voy a romperle los brazos a sus amigos" pensó Francis apretando los binóculos. Ni siquiera el sabía como había llegado ha este punto. "Que hermosa esta con ese conjunto, aún que en realidad odio que lo lleve por ahí, exhibiéndose"
Respiro profúndame para calmarse.

1... 2... 3... 4...inhalo.

1... 2... 3... 4... 5...6... 7... mantuvo el aire.

1... 2... 3... 4... 5...6... 7... 8... exhaló

Y lo repito hasta marearse, un truquito que aprendió recientemente gracias a su psicólogo. Supuestamente lo ayudaría con sus problemas de ira pero por muchas veces que respiran no se calmaba. "Otra vez abrazando a otro" Lanzo con furia los binoculares al suelo partiéndolo en dos.

-cálmate...-se dijo a si mismo tratando de regular su respiración. Saco su teléfono para seguir viendo con la cámara esas piernas tan esbeltas que hacían que todo le diera vueltas.

ººº

Connie se relajó sobre una de las tumbonas que habían colocadas en la proa. Era su primera vez en un crucero e iba a disfrutarlo al máximo. No es que pudiera permitírselo, nada de eso, era uno de tantos viajes que hacía con su grupo de amigos. Su mejor amiga, Lucia, le pago el viaje como regalo anticipado de cumpleaños un año antes... en fin.

Ella era rica, Connie sonrió pensando en eso, aún que buena chica también era materialista y le encantaban las cosas, sobretodo las cosas caras que nunca iba a llegar a tener.

-¡Mademoiselle!- apareció frente a ella la encantadora sonrisa de Jerry, un moreno parisino encantador que aún hablaba con un acento extremadamente marcado-¡voici ta marguerite!-un margarita perfectamente preparado llegó a su campo de visión. El cual agarró como si fuera la ultima Coca Cola del desierto.

-Merci Monsieur~-Agradeció guiñándole un ojo al camarero al que ya consideraba un amigo. Ya que todo era gratis, la buena de Connie no iba a desperdiciar la oportunidad de probar los más de cien cócteles que había en la carta.

-De nada señorita, por cierto, recomiendo ir bebiendo con calma hasta esta noche, ¿recuerda?- arqueo una ceja divertida hacía ella.

-¡oh mierda! Lo había olvidado-Podría fallarle la memoria, tal vez por el alcohol, tal vez por los porro. Pero no olvido darle un par de tragos al margarita.-hay una gala esta nochee- Canturreo emocionada, le fascinaba la idea.

-¡Oui, excellent! Espero que se lo pase estupendamente, yo iré también, mais pas dans le cadre du service~-Guiño un ojo- ¡adieu!-y se fue.

Podía ser traductora de alemán e inglés pero no tenía ni pajolera idea de la mayoría de lo que decía Jerry, solo aprendió cuatro palabras para parecer que sabía. Río ante eso y negó con la cabeza. Y entonces recordó el chollo de esa noche.

Unos ricachones celebraban una gala de quien sabe qué, para quien sabe qué, nada importante, lo importante era que todos los tripulantes del barco eran bien venidos, lo había comunicado el capital. Y Connie Lennon esperaba dar la nota y desmadrarse junto a sus amigos. Solo pensarlo le hacía sonreír.

ººº

- ¡¿ERES IDIOTA?! ¡YO NO HE PEDIDO ESTO!-Francis golpeo la mesa del restaurante.

-Non monsieur, lo siento, se lo cambiaré tout de suite monsieur- Aún que el pobre camarero había hecho bien el pedido. No le quedaba de otra que darle la razón al hombre de traje que se encontraba en la zona VIP. Porque los de la zona VIP, eran de otra liga.

A Francis poco le importaba estar gritando delante de todos, ¿vergüenza? ¡JÁ! Ninguna.

-NI HABLAR, PUTO INCOMPETENTE, ¿CÓMO TE LLAMAS?.

- Jerry señor, Jerry Lacroix- musitó estresado.

-Muy bien Jerry- Respiro hondo nuevamente- Estas despedido.

Los ojos del pobre muchacho expresaban confusión.

-¿de-despedido? No puede despedirme usted es...

-El dueño del barco, así que vete a la puta mierda.

Bueno... las súplicas no tardaron en llegar, Jerry insistía en que ese no era motivo para despedirlo, que haría lo que fuera para conservar su trabajo.

-Te quiero fuera en el próximo puerto, y recuerda... Aléjate de Connie.

FRANCIS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora