ᗢ 𝗗𝘂𝗺𝗯 - 𝖤𝗇𝗁𝗒𝗉𝖾𝗇 🏐

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¡Poquito largo! 🎧

Desde muy joven, Sunghoon había soñado con una chica hermosa a la que llamaba Sophia. Cada vez que cerraba los ojos, Sunghoon podía verla claramente en su mente, y su amor por ella crecía cada día más.

Sophia, aunque solo existía en los sueños de Sunghoon, era una chica de apariencia exquisita. Su descendencia era una mezcla única de japonesa y rusa, lo que le daba una belleza inigualable. Era inteligente, cariñosa y llena de vida, y Sunghoon se sentía atraído por su encanto y gracia.

A medida que Sunghoon crecía, su amor por Sophia se volvía más intenso. Pasaba largas horas en su habitación, imaginando aventuras y momentos compartidos con ella. En sus sueños, exploraban juntos lugares exóticos, reían, se abrazaban y se prometían amor eterno.

Sin embargo, Sunghoon anhelaba que Sophia fuera más que un sueño. Quería encontrarla en la vida real, poder tocarla, sentir su presencia física y escuchar su voz. Deseaba que Sophia trascendiera su mundo imaginario y se convirtiera en una parte tangible de su existencia.

Un día, mientras Sunghoon caminaba por las calles de Seúl, sintió una extraña conexión con alguien que pasó a su lado. Miró a su alrededor y se encontró con los ojos de Sophia, la misma chica que había habitado sus sueños durante tantos años. Sunghoon no podía creerlo, estaba asombrado y emocionado al verla frente a él.

Sophia, por su parte, también había sentido la misma conexión. Había soñado con Sunghoon en sus propios sueños y había esperado este encuentro con ansias. La chispa del amor que habían compartido en el mundo de los sueños ahora se encendía en la realidad.

Desde ese momento, Sunghoon y Sophia comenzaron una vida juntos fuera de los sueños. Se amaron apasionadamente, disfrutaron de cada momento y construyeron una relación sólida y llena de felicidad. Su amor era tan profundo que decidieron dar un paso más y formar una familia.

Tuvieron un hijo al que llamaron Minjun. Era el reflejo vivo del amor que Sunghoon y Sophia compartían. Sin embargo, la felicidad de la familia se vio ensombrecida cuando Minjun fue diagnosticado con cáncer. A pesar de su lucha y de todos los esfuerzos por salvarlo, Minjun falleció dejando un profundo vacío en sus corazones.

A pesar de la tristeza, Sunghoon y Sophia encontraron consuelo en su amor mutuo. Se apoyaron mutuamente en los momentos difíciles y se aferraron a los recuerdos felices que habían compartido. Juntos, continuaron viviendo una vida plena, honrando la memoria de su hijo y celebrando cada día como un regalo precioso.

A medida que los años pasaron, Sunghoon y Sophia envejecieron juntos, pero su amor no disminuyó. En sus miradas se podía ver la conexión y la complicidad que solo los verdaderos amantes pueden tener. A pesar de las arrugas y las canas, el amor entre Sunghoon y Sophia se mantenía inquebrantable.

Juntos, disfrutaron de su tiempo en la vejez, compartiendo risas, historias y abrazos reconfortantes. Cada día, recordaban los momentos mágicos que habían vivido juntos en sus sueños y en la vida real. Aunque habían enfrentado la pérdida de su hijo, encontraron la fuerza para seguir adelante y encontrar la alegría en las pequeñas cosas.

Un día, mientras observaban un hermoso atardecer desde su balcón, Sunghoon tomó la mano de Sophia y la miró con amor en los ojos. Sabía que el tiempo que habían compartido juntos había sido un regalo invaluable, pero también era consciente de que los días que les quedaban eran limitados.

Con voz suave pero llena de gratitud, Sunghoon le dijo a Sophia: "Mi amada Sophia, hemos vivido una vida maravillosa juntos. Aunque nuestros sueños nos unieron, fue en la vida real donde encontramos la verdadera felicidad. Gracias por amarme incondicionalmente y por llenar mi existencia de amor y alegría. Siempre te amaré".