Afelis Kihamada , Rey del Planeta Saria (que mas tarde seria llamado Marte por los Humanos) es una persona demasiada obsesionada sobre un relate de hace millones de años, un relato que concide con diversos seres en la Galaxia,despues de que econtro...
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Afelis se sentó una vez más en su silla cristalina que se mantenía al flote cerca del suelo, y miro de nuevo a los reyes que tenía enfrente en la pantalla, todos miraban hacia otro lado, nadie quería hacer contacto visual o hablarle, no sabía cómo reanudar la conversación después de aquella noticia
—Bueno si no van a decir nada, veo que no me apoyaran a ir aquel lugar—se levantó de la silla de mala gana y apago la pantalla junto a desparecer enfrente de el con tan solo uno de los botones que estaba el escritorio —Hmm... A veces no entiendo por qué hago esto—un suspiro lleno de confusión y tristeza salió de su cuerpo para luego alejarse de aquel inmueble cristalino, camino tan solo unos pasos lejos de aquel lugar y llego a un librero de color café, teniendo diversos libros, rollos y escritos de varias leyendas de diferentes reinos y civilizaciones. Apuntando en que muchos han conocido la leyenda de los doce dioses originandose mas ese enojo y odio hacia sus compañeros de la union galactica,el por que nadie investiga este misterio del por que muchas razas conocen esa leyenda.Pero eso a otro plano ya que su mirada se dirigio a las fotografías de las personas más cercanas a él, levanto las mirada y observo las siete fotografías que estaban acompañando los libros y soltó una sonrisa, pero en vez de alegrarlo, pareciera que hayo la respuesta del por qué hace esas idioteces. La mirada se dirigió en un recuadro en específico a una donde se hallaba el de un bebe junto a una persona mayor de pelo rojizo con canas negras y una barba larga del mismo color de las canas. Giro la cabeza a la derecha y miro las fotos donde mostraba la historia de la familia de Afelis, empezando con la boda de su esposa, una hermosa mujer de pelo corto e igual de tonalidades rojizo pero pareciera un poco más opaco, luego de esa foto paso a una donde estaba el, su esposa y su hijo recién nacido, cambiando una donde se ve el y su hijo ya crecido pero sin rastro de la esposa. Se detuvo y su mirada se fue hacia el piso—Tsh, no puedo creer que te hayas ido...—
Su mirada se levantó en un par de segundos para luego buscar un libro, su mano iba, venia, subía y bajaba de manera rápida para luego detenerse y sacar uno de portada violeta con letras en dorado, lo abrió con una sonrisa nostálgica en su rostro para luego aparecer un holograma ya algo obsoleto y viejo apareció enfrente de él, empezaron a contar la historia que le relato a su hijo hace unos minutos pero de manera más didáctica, se apreciaba como es que doce seres brillantes viajaban por todo el universo, creando planetas y seres curiosos en aquellos planetas. Afelis tardo en promedio más de veinte minutos mirando toda es historia, cerro el libro y lo guardo donde estaba.
Afelis salió de su estudio con pocas ganas y energía, fuera de aquel cuarto, miro de izquierda a derecha del enorme pasillo que lo acompañan las paredes junto a las paredes de piedras que estaban llena de muchísimas puertas de madera y cada una tenía una placa de metal con algunos números. Dio media vuelta a la derecha y empezó alejarse de su estudio. Sus manos se ocultaron en los bolsillos de su gabardina oscura, esta prenda era especial para él o bueno más o menos ya que viene de generación en generación para los reyes que gobiernan sariá, su caminata lo dirigió a una escalera que estaba hecha del mismo material del pasillo, empezó a bajar paso por paso, llegando así la sala principal y siendo recibido por una chica de pelo largo Grisáceo. Poseyendo vestido de sirvienta pero teniendo esto los colores invertidos
