Capitulo 5-Es un idiota

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Solansh empezaba a golpear a diestra y siniestra a su captor, pero esos golpes no le generaban algún daño, al contrario era como un masaje para su espalda. La cerdita no se rendía, sus golpes iba más rápido y fuertes pero de igual manera, no le generaba algún daño por lo que ella se quedó sin fuerzas. Después de mucha caminata, llegaron a un callejón estrecho y de poca higiene, el minotauro tiro al suelo a la joven Solansh como si fuera un simple saco de papas, mientras que ella se encontraba desmayada por gastar sus energías en darle ese fallido ráfaga de golpes. El grupo de delincuentes se relamieron sus labios al ver a la chica indefensa, miles de planes y perversiones pasaron en de manera veloz en sus mentes podrida, por lo que sin perder más el tiempo estos se desprendieron de sus vestimentas de maleantes.

—¡Ustedes deténganse!——gritaba una voz débil que estaba en la entrada del callejón y por la luz del sol, solo se pudo mostrar un sombra oscura de un sariano que no medía más de un metro setenta—Aléjense de aquella cerdita, por favor.

El trio empezó a reír de manera descontrolada por aquella advertencia, fue de lo más patético que habían escuchado en su vida (y eso que los tres andan desnudos), por lo que el minotauro se puso de nuevo sus ropas y con un chasquido de dedos, sus compinches le siguieron la orden. Ya los tres listos para la pelea, en grupo fueron atacarlos pero de manera sorpresiva, aquella figura noqueo a los compinches quedando a solas con la enorme bestia.

—No soy mucho de repetir, pero por favor, Vete de este lugar si no quieres que te pase lo mismo que tus amigos—reafirmó aquel individuo.

— ¡JAJAJAJA!, joder amigo, sí que haces buenas bromas—tardó varios segundos pero de igual manera pudo recomponerse—no entiendo por qué quieres hacerte el héroe, pero mira qué tal si tú y yo nos quedamos con la porcina, ¿No te parece bueno el trato?.

Como si le hubieran tocado una fibra sensible, el aquel misterioso sariano se fue en contra de aquel mastodonte, derribandolo con un golpe. Pero este como si recibiera un almohadazo del parte del contrario, se levantó y le devolvió el ataque con una severa patada hacia el estómago del joven Kishi, mandándolo a volar, alejándolo de su persona. El joven de pelo escarlata no sabía lo que paso, todo fue rápido en un abrir y cerrar los ojos. Para su mala suerte el joven aterrizo de mala manera a los botes de basura espantando un felino que hurgaba entre las cosas para poder comer

—Oh...Esto va doler mañana.

— ¡Para ti no habrá mañana! —Grito el minotauro que se puso enfrente de él y empezó a soltar una ráfaga de puñetazos en el pecho de Kishi y aun que no se ve, empezó a marcar el pecho del joven con tantos golpes que le daba—Yo te di la oportunidad de compartir, pero tú te pusiste en tus moños y no quisiste aceptar.

Toda aquella bulla no iba pasar de lado, Solansh se despertó después de estar desmayada por un largo tiempo y lo primero que vio es como su secuestrador andaba dándole la golpiza de su vida a un pobre diablo

— ¡Oink! —luego su mirada se dirigió a los dos compinches que estaban noqueados cerca del campo de batalla, no supo que hacer en esa situación, por lo que de manera instintiva se levantó e intento escapar de aquella pelea pero de una manera sigilosa, sin antes que su sentido de ayudar a los demás la detuvo— ¡Ah!...Glucky...diosa de la alegría y enojo...préstame tu fuerza y conocimiento para poder ayudar a esta persona...—hablaba para sí misma, aun juntando el valor para poder enfrentar aquella bestia, agarro una tapa de basura y con un salto de fe ataco directo a la cabeza del mastodonte y con todas sus fuerzas empezó a golpearlo con la tapa de metal generándolo ahora sí un daño considerable.

Solansh atacaba con todas sus fuerzas la cabeza del minotauro, pero eso no le bastaba, sus ataques se dirigían a todos los lugares que podían. Su fuerza apenas le generaba algún daño al mastodonte, pero eso basto para que el joven pudiera que se hallaba recibiendo la paliza, se levantara del suelo y le conectara un certero puñetazo que contenía una toda su energía mágica, por lo que después del golpe, ambos cayeron al suelo. La cerdita se pudo bajar a tiempo de la espalda del gigantón y al ver todo lo ocurrido soltó un suspiro para sí levantar al pelirrojo y a dura penas sacarlo de ese lugar.

Más Allá De Las Estrellas (Sleepyverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora