⸙̭「Alguna vez fui hiedra venenosa, pero ahora soy tu margarita.
Y cariño, yo por ti, podría caer de la gracia solo para tocar tu rostro.
Y si tu te fueras, te suplicaría de rodillas para que te quedes...」
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No podía creer que había encontrado a su ladrón, sano y salvo. Cabalgaron juntos hasta el pueblo, Seungmin masticando un trozo de cecina que Hyunjin había comprado el día anterior, y Hyunjin no podía quitarle las manos de encima del vientre hinchado del portador. Era tan grande y redondo que sobresalía del manto de Seungmin. Mantuvo su mano sobre él mientras cabalgaban, y sintió varias veces las patadas de los bebés.
Tuvo tanta suerte. Ahora sólo estaba empezando a comprenderlo.
En el pueblo, encontraron una habitación en una granja y ataron los caballos dentro del establo. Luego cayeron en la cama. Se moría por hundirse dentro de su compañero, pero Seungmin estaba exhausto y se durmió en el momento en que su cabeza tocó la almohada.
Riendo, Hyunjin se dispuso a desvestir a su pareja, quitándose las botas y el manto, y luego se detuvo y se maravilló de lo embarazado que ya estaba, con la barriga como un montículo encima de su cuerpo.
El Sumo Sacerdote había confirmado los pensamientos de Hyunjin: era probable que hubiera puesto trillizos en el vientre de Seungmin, razón por la cual ya era tan grande. Después de todo, estaba en la línea familiar de Hyunjin. Todavía no le había dicho a Seungmin sus sospechas. Todavía había mucho tiempo. No había motivo para asustar más al ladrón.
Una cosa a la vez.
Primero, cuidaría de su Portador, lo amaría, lo llevaría de regreso al castillo a salvo. Entonces follarían.
Hablar, quiso decir Hyunjin. Hablarían. Y follar, sin duda. Mucho.
Y después de todo eso, regresarían a Eara y él arreglaría las cosas.
Acarició la parte superior del vientre de su ladrón, todavía asombrado de que esto realmente estuviera sucediendo. Con razón el ladrón había estado enfermo todo el tiempo y comía como un caballo. Las señales estaban allí. Hyunjin debería haberlos visto, si no hubiera estado tan ciego, tan cerrado a la posibilidad. Después de todo, como el mayor de su familia, había visto a su Padre Portador varias veces al comienzo de sus embarazos, antes de que su ventana de fertilidad se cerrara con el paso de los años, lo que generalmente sucedía aproximadamente diez años después de la madurez.
Hyunjin se inclinó más cerca, besó la parte superior del vientre de Seungmin y se levantó para desvestirse. La necesidad de envolverse alrededor de su pareja, con o sin sexo, lo estaba carcomiendo, y ahora por fin lo tenía de nuevo en su cama.
Nunca lo perdería de vista. Ahora que sabía en su mente lo que su corazón y su cuerpo habían sabido todo el tiempo, haría todo lo que estuviera a su alcance para proteger a quien estaba destinado a él.
.....
Hyunjin soñaba que había encontrado a un tritón en los juncos del río, una cosa bonita con cabello naranja y ojos plateados. Curiosamente, el tritón estaba embarazado, aunque en el sueño no parecía tan extraño. Cuando Hyunjin se metió en el agua para acercarse, la cola azul que golpeaba contra los juncos se detuvo.
