El bosque encantado // Guapoduo ☆

𝟑

Había pasado 1 mes desde que Roier y Cellbit se conocieron, ya era parte de la rutina de los 2 ir a verse cada tarde. Cuando estaban juntos no se aburrían nada de nada. Para Cellbit, ver a Roier era su parte favorita del día.

Cellbit, como de costumbre, se dirigía al lugar en el que su amigo y el se encontraban, pero esta vez, acompañado de otra persona.

— Richas, recuerda ser amable con el y no le cuentes nada sobre Roier a mamá y papá ¿si?

— Está bien. — Richarlyson era el hermano pequeño de Cellbit, tenía tan solo unos 10 años y Cellbit tenía que estar a cargo de el cuando sus padres estaban ocupados, era casi como otro padre para el. Richarlyson tenía el cabello rizado y moreno, sus ojos casi no eran visibles por la gran cantidad de pelo que tenía. En la cabeza, llevaba un gorro de una vaquita roja. De parte de arriba tenía una camiseta amarilla de Brasil, de parte de abajo tenía unos pantalones cortos de color azul y de calzado unas deportivas blancas. Algo también que le destacaba, es que tenía una gran venda en una de sus piernas.

Cuando Richas (así le apodó su hermano) y Cellbit llegaron al lugar, ahí ya se encontraba Roier esperando. Roier se sorprendió al ver al niño pequeño, su amigo le había hablado mucho de él, pero nunca lo pudo ver en persona.

— Hola, tu debes ser Richas ¿verdad? Tu hermano me habló mucho de ti. — Roier se agachó para poder hablar mejor con el.

— Si, mi hermano también me habló mucho de ti, eres su principal tema de conversación. — Roier se rio al escuchar eso. Cellbit se encontraba algo rojo por las palabras del niño, aunque mentira no era.

— Traje algo para los 2. — Dijo Roier, mientras sacaba un pañuelo con unas fresas envueltas en el.

Hicieron una especie de mini picnic, las fresas estaban buenísimas, de las mejores que comió. También fue de las que más disfrutó por que las comió junto a sus 2 personas favoritas, Richas y Roier eran las personas que Cellbit más amaba, eran su todo.

Al acabar el día, Roier y Cellbit se despidieron con un abrazo (como hacían siempre), pero esta vez pasó algo distinto, Roier le dio un pequeño beso en la mejilla a su amigo. Cosa que el del mechón, no se esperaba para nada, haciendo que se pusiera muy colorado.

— Adiós, gatinho. — Se despidió Roier. Era la primera vez que lo llamaba así, a Cellbit le encantó ese nuevo apodo.

— Adiós, guapito. — Cellbit sonrió medio embobado ante el beso y el apodo del otro chico, su corazón latía más fuerte de lo normal.

Roier se alejó, dejando solos a Richas y a Cellbit.

— ¿Sois pareja? — Preguntó Richarlyson, curioso. Cellbit se sorprendió ante la pregunta, dejándolo aún más rojo.

— Obviamente no, es tan solo mi amigo.

Cellbit y Richarlyson llegaron a su casa, no había nadie ya que sus padres habían salido. Cuando sus padres no estaban, Cellbit se sentía más cómodo, disfrutaba la soledad (obviamente no estaba del todo solo, ya que estaba su hermano, pero el no le molestaba mucho). Cellbit fue a su cuarto, tumbándose en la cama, le agotaba estar tanto tiempo de pie. Cellbit comenzó a pensar en Roier.

Ahora, cada vez que pensaba en el, su rostro se sonrojaba y su corazón latía son rapidez, no comprendía del todo porque sucedía eso. Su único pensamiento era "Roier", solo el estaba en sus pensamientos. Llevaba días sintiéndose así, pero antes no era con tanta intensidad.

"¿Esto es lo que se siente cuando eres mejor amigo de alguien?" Se preguntaba el chico.

Cellbit no podía comprender en ese momento que lo que sentía era amor.