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Capítulo 6.

Un sinfín de comedias románticas y películas de amor tontas le han lavado el cerebro a Harry hasta el punto en que piensa que los fuegos artificiales explotarán tan pronto como sus labios toquen los de otra persona. Sin embargo, en realidad, nunca había experimentado este sentimiento mítico. No con ninguno de los alfas con los que había compartido un beso. No era la primera chica alfa a la que picoteaba en la escuela primaria y seguro que no con su último novio manipulador de quien Harry finalmente se deshizo antes de graduarse de la escuela secundaria.

Entonces, fue un shock cuando una lluvia de estrellas fugaces explotó detrás de sus párpados cerrados mientras sus labios se movían contra los de Louis. Podía saborear cítricos cálidos, restos de sopa cremosa y panecillos de canela horneados cuando los labios del alfa se abrieron, permitiéndole entrar. Podía sentir las manos del alfa deslizándose alrededor de su cintura, acariciando sus michelines.

Se apartó sorprendido cuando sintió el roce de la lengua contra la suya. Un hilo de saliva que aún conectaba sus bocas cayó cuando él se movió hacia atrás. Verdes oscuros cubiertos de musgo se encontraron con azules tormentosos. Ambas pupilas estaban dilatadas.

"Bueno, qué maravilloso regalo". El alfa reflexionó en su voz áspera, tono peligrosamente bajo y estaba sonriendo como un lobo.

Harry estaba demasiado aturdido para responder y se sobresaltó cuando sintió los dedos de Louis contra el costado de sus labios, quitándole la humedad allí.

"También tengo algo que quiero darte". El alfa definitivamente estaba jugando su timbre a su favor. Sintió las palmas de Louis clavándose en su cintura mientras el alfa lo empujaba hacia adelante hasta que estaban presionados pecho contra pecho.

Cierra los ojos, cariño.

Qué más podía hacer Harry excepto dejar que sus ojos se cerraran obedientemente.

El siguiente beso no se parecía en nada al primero. Se acabó el movimiento inseguro y vacilante de la lengua y en su lugar, se encendió un fuego cuando la lengua de Louis se enroscó deliciosamente alrededor de la suya.

Harry soltó un grito ahogado cuando sintió a Louis lamiendo su boca y chupando su lengua entre sus labios. Gimió, sintiéndose hundido contra el alfa, incapaz de sentir sus piernas mientras las manos de Louis se deslizaban más abajo, agarrando la parte superior de sus pantalones cortos, apenas por debajo de tocar su trasero.

Después de unos cuantos arrastres calientes y perezosos más de lengua, Louis se apartó para mordisquear ligeramente el labio inferior del omega mientras Harry dejaba escapar un gemido desesperado.

Un golpe de las puertas de metal detrás de ellos los hizo saltar aparte. Harry se dio la vuelta, limpiándose apresuradamente la boca. Un residente del apartamento caminaba por el camino hacia ellos. Gracias a Dios, la chica estaba demasiado absorta en su teléfono para darse cuenta de la indecente sesión de besos.

Levantó la vista, dándoles una mirada curiosa mientras Louis se hacía a un lado apresuradamente para dejarla pasar. La vieron entrar pitando en el edificio.

Los ojos de Harry regresaron a Louis, cuyos labios estaban hinchados por sus intensos besos y el alfa le dedicó una sonrisa brillante. Dios, Harry quería besarlo de nuevo.

“Debería irme. De lo contrario, Oli podría pensar que le robé el auto.

Esto hizo que Harry hiciera un puchero mientras el alfa sonreía. Sintió que su omega lo arañaba. Por favor pídele que suba, que se quede, que te acurruque en la cama, que te bese hasta el amanecer, pídele que sea tu alfa.

No prestó atención a ninguna de las súplicas de su omega mientras observaba a Louis darse la vuelta, pero no antes de que el alfa agarrara su muñeca y colocara un beso fugaz en el punto del pulso de Harry.