Capítulo 10. (Tercer Bonus)

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ALINEARSE CON LA HISTORIA PRINCIPAL

POV Louis

Durante toda la noche, Louis se sintió extraño, como si tuviera un nudo en el estómago que no podía deshacer. Tuvo que volver a la conversación con Krystle porque su mente se iba a la deriva después de cada frase.

Antes había visto a Harry riéndose con Isaac en la cocina. Los omegas parecían estar estrechando lazos mientras Harry sorbía alegremente de su taza, con los rizos salvajes a punto de rozarle la barbilla bajo las luces resplandecientes y la blusa azul empolvada pegada al cuerpo. Louis había querido acercarse a la pareja, pero Krystle lo había arrastrado a un lado, despotricando sobre el próximo evento de su club.

No fue hasta que Harry se abalanzó sobre su regazo que el alfa sintió que el extraño nudo se le aflojaba en las tripas. Su regazo lleno de adorable omega borracho tenía la magia necesaria para ahuyentar cualquier pensamiento molesto.

× × × × ×

A altas horas de la madrugada, la fiesta cesó por fin. Después de acompañar a los últimos asistentes a la fiesta fuera de la casa compartida y ver cómo su Uber se alejaba a toda velocidad, Louis subió corriendo las escaleras hasta su dormitorio. Se había asegurado de cerrar la puerta con llave (nunca lo hacía) para que nadie pudiera molestar a la bella durmiente de su guarida.

Se inclinó sobre Harry mientras observaba la forma acurrucada del omega, que se levantaba y caía en un sueño rítmico, con las mantas enredadas alrededor de sus largas piernas. Sus brazos rodeaban protectoramente a Kuro, el peluche de lobo. Sus ojos seguían los rizos que hacían cosquillas en la garganta del omega y el color rosado de su cara enrojecida. Aquel extraño nudo retorcido volvía a formarse cuanto más tiempo permanecía junto al omega.

"¿Por qué no lo besas?". Susurró una voz desde la puerta.

Louis saltó de la cama y se golpeó la cadera contra la esquina de su pequeño escritorio. Un achispado Liam Payne le sonreía desde la puerta mientras sorbía despreocupadamente una botella de whisky light.

"Vamos, dale a esa princesa en tu cama un besitoooooo". El alfa cantó, sin siquiera resistirse cuando Louis gruñó y se abalanzó sobre él, arrebatándole la botella de whisky antes de patear al risueño alfa fuera de su guarida.

"¡A la cama para ti, Payno! No te duermas en las escaleras porque pesas demasiado...". Advirtió antes de cerrar la puerta tras Liam.

Se ocupó de preparar una cama improvisada en el reducido espacio del suelo. No había bebido nada alcohólico durante la fiesta y, de repente, deseó haberlo hecho. Estar sobrio y tan en sintonía con el encantador aroma de Harry estaba dificultando la lucha con su alfa interior.

Reclamar. le susurraba su alfa cada vez que veía al omega dormido. Reclama, toma, marca, tuyo.

¿Qué demonios le pasaba?

Tuvo que seguir apretando los puños mientras le llegaba a la nariz el aroma natural a caramelo de Harry. Debía de deberse a su olor, porque normalmente el omega llevaría bloqueadores y Louis no podría detectarlo.

Sin embargo, la excitación de la noche debía de haber hecho que los bloqueadores desaparecieran por completo, porque el olor del omega le llegaba por todas partes. Atacando los sentidos de Louis y manteniéndolo como rehén en su dulce abrazo.

Se arrastró hasta quedar de rodillas, con la cara a la altura de la del omega. La nariz de Harry se movió como si pudiera sentir que Louis estaba cerca y sus cejas se alisaron cuando el alfa se acercó.

Louis culpó a sus demonios, a su alfa incontrolable, a su egoísmo irracional, mientras se inclinaba hacia delante, borrando la distancia entre aquellos labios gruesos y separados y los suyos.

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