😳Capitulo cuatro😳

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Título: Esto no tenía que pasar

Después de esa conversación llegó José y nos pusimos a estudiar, comenzamos hablar de todo un poco y la verdad teníamos muchas cosas en común cosa que me alegro mucho

—Al final no eres tan reservado como pense—dije yo cruzándome de brazos

—Bueno supongo que no eres una chica aburrida—dijo José riendo

—Como me llamaste?—dije y tome uno de mis plumones pintandole con el color rosa una raya en la mejilla

—Acabas de pintarme la cara—dijo José y yo me rei, pero este tomo un plumón y hizo lo mismo pero en mi nariz

—Ahora si—dije cogiendo todos mis plumones y pintandolo por todas partes y este intentaba agarrarme

La verdad no pudo ya que con los plumones le pinte todas las manos

—Bueno bueno me rindo—dijo José quitando sus manos de las mías

—Mejor—me senté pero en el lado equivocado haciendo que la cilla estuviera apunto de volcarse de no se porque José agarro está por el costado

Mis ojos parpadearon rápidamente y había un nudo en mi garganta y se preguntarán porque. Simple y sencillo ¡¡¡EL ROSTRO DE JOSE ESTA DEMACIADO CERCA DEL MÍO!!!estaba más que segura que mis mejillas estaban más que rojas ya que tenía un ardon en mi cara como si fuera un volcán

—Ana están bien—dijo mi hermano entrando al jardín

Rápidamente José quitó su mano de la silla haciendo que me callera y al final si me caí. Mi hermano nos miró un poco intrigado en especial a mi que estaba en el suelo

—Amm...Quieren algo de comer?—dijo este cambiando de tema

Después de eso no volvimos a mirarnos a los ojos por así decirlo y la verdad comencé a sentir algo en mi interior muy lindo en especial al recordar esos hermosos ojos color avellana pero lo que mas me dió curiosidad fue que sus ojos reflejaban distancia cosa que me extraño. José me dió su número para agregarlo en WhatsApp y así fue. Luego en la noche me estaba alistando para salir con Abel y no sé porque estaba nerviosa, supongo que era la primera vez que alguien me invita a una cita tan abiertamente. Suspiré y recibí un mensaje de el

Abel:
Ya estoy aquí
Lista???

Ana:
Ya bajo

Con los nervios de punta baje y  mi hermano me vio quedando con la boca abierta y no sé porque ya que estaba vestida lo más sencilla posible

—Te vez increible—dijo mi hermano

—Pero que dices—dije yo

—Con mostrar quien eres te vez hermosa—dijo mi hermano sonriendome—Espero y la pases bien, a y cuidado con estar mucho tiempo a solas ya que debes cuidar tu testimonio

—Lo se lo se—dije yo saliendo de la casa y hay estaba Abel—Hola

—Y no llegues tarde—dijo mi hermano abriendo la puerta para luego cerrarla

—Nos vamos?—dijo Abel

—Esta bien—dije y ambos nos fuimos

Está vez Abel se había puesto una camisa blanca la cual se la remango hasta los codos. Llevaba el cabello algo recogido pero estaba más alborotado que recogido...

Abel me llevo al cine nuevamente pero está vez vimos una película muy diferente a la de terror, paseamos por un parque comprando algodón de azúcar y de vez en cuando lo pillaba cogiendo de mi algodón de azúcar

—Ya vasta—dije riendo—Tu tienes tu algodón de azúcar 

—Pero me gusta más el tuyo—dijo Abel riéndose

—Ya vale—dije yo ya fastidiada

—Sabes te pones tierna cuando te enojas—dijo Abel—pero eres un limón agrio

—Ja ja ja—dije sin gracia—Que risa me da

—Ven vamos—dijo Abel tomándome de la mano mientras me tiraba a sabrá Dios dónde—Quieres helado?

—Acaso quieres engordarme?—dije yo—me la he pasado comiendo toda la noche

—Solo pregunte—dijo el riendo—Ven vamos al estanque—dijo tirando de mi brazo nuevamente

—Estanque?—dije yo

Tal y como Abel lo había dicho había un estanque en el parque, no era tan grande pero era muy bonito. Ver la luna reflejada en este, los paces nadando de aquí para aya y el lago decorado con hojas caídas del árbol . Abel quitando sus zapatos metió los pies en el estanque mientras se sentaba en el muelle y claramente yo imite su acción soltando un suspiro

—Linda vista no—dijo Abel

—Ni que lo digas—dije yo sonriendo

—Ana—dijo Abel y lo mire

Nuestras miradas se conectaron a tal punto que no podía despegar la mirada de el. Todo comenzó a surgir en cámara lenta por así decirlo, la vista de Abel bajo suavemente hasta mis labios cosa que me ocasiono un sierro escalofrío en la espalda, mis ojos no dejaban de mirarlo mientras parpadean varias veces. Tuve más temor cuando se acerco demaciado a mi y serró sus ojos, mi respiración estaba entrecortada y mi corazón latía rápidamente, no no Nooo, esto no puede pasar ¡NO PUEDE PASAR! En un rapido movimiento volte mi cara haciendo que Abel reaccionara y su rostro se puso rojo de la vergüenza y no contar cómo se puso el mío con esta situación

—Lo siento mucho—dijo el un poco apenado

—No vulvas hacer eso—dije yo—No quiero cometer un error

—De verdad lo siento Ana—dijo Abel sin mirarme

—Esta bien—dije yo—Pero si vuelves a intentar eso, nunca más vuelvas a mirar mi cara

Note la mirada de Abel pero no lo mire. Sabía que si esto pasaba la raya tendría que alejarlo de mi aunque eso hiciera que mi corazón se partiera en pedazos. Espera que...acaso?...No No No ¡NI SE TE OCURRA PENSAR ESO! Esto no, Esto no puede ser real. Acabo de ¡¡¡ENAMORARME DE ABEL!!!

Continuara...

La chica de la Corona de flores [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora