Al día siguiente, fui a hablar con Huang Hua, tal y como me había dicho Lance. Contra todo pronóstico, la conversación que tuve con ella fue calmada, cosa que le sorprendió, pero no me hizo ninguna pregunta al respecto, no sé si porque pudo leer mi aura y de esa manera entender mi actitud o porque no quería tentar a la suerte y que ese encuentro terminara como el anterior. Sea como sea, Huang Hua me explicó la misión que debía realizar con mi gran amigo Lance.
Debíamos ir a las tierras del Reino de Jade del norte, debido a que un tal Tenjin, el cual gobernaba en las montañas de Genkaku, había decidido de buenas a primeras, invadir el Reino de Jade y destronar a la reina.
En el momento en el que se mencionó las tierras del Reino de Jade del norte, no pude evitar pensar en Miiko, pero siendo franca, descarté la posibilidad de que fuera ella ya que a mí, me cuadraba más que fuera el pueblo quien se revelara contra ella. Una vez más me equivoqué y resultó que, efectivamente, la reina era ella y había que ir a ayudarla.
El resto de días estuve entrenando con Lance y seguimos teniendo la misma dinámica de siempre: no nos hablábamos a no ser que él me tuviera que decir lo mal que lo hacía. Decidimos hacer como si aquella conversación no hubiera ocurrido jamás, aunque pensaba más en ella de lo que me gustaría.
Me hubiera encantado decir que había mejorado algo con la doble sesión de entrenamiento, pero la realidad era otra. En otro contexto hubiera culpado a Lance diciendo que era un pésimo profesor, pero, en honor a la verdad, yo lo que estaba pensando era en cómo sacarle información durante el viaje.
Memoria había desaparecido y con ella se habían ido los dragones. El único dragón que quedaba era Lance, y, por mucho que me doliese, él era lo más cerca que podía estar de Valkyon. Si lo pensaba seriamente, resultaba hasta gracioso, debido a que la misma persona que me había separado de él, era también la única que podía acercarme, de cierta manera, a él.
Llegó el día en el que teníamos que embarcar, estuve preparando todas mis cosas y luego fui a la cantina a que Karuto me diera comida precocinada. Nunca me imaginé que en Eldarya pudiera existir eso, pero en los 7 años que estuve ausente, hubo muchos progresos en cuanto a cocina se refiere. Obviamente, miraban por cubrir sus necesidades, ¿para qué se iban a molestar en entrenar su nivel de empatía?
—Gardienne, que no se te confundan las raciones. Las marcadas en azul son las tuyas y las marcadas en verde son las de Lance, ¿entendido? —Karuto me hablaba con mucha seriedad. —Por favor, que no se te olvide.
—Tranquilo, lo marcado en verde es mío y lo marcado en azul es para Lance —Una sonrisa se dibujó en mi cara cuando vi la reacción de Karuto. —No te preocupes, me ha quedado claro que lo azul es mío.
Le escuché maldecirme mientras salía de la cantina. Yo me lo tomé a risa, pero la verdad, debo acordarme sí o sí que lo marcado en azul es mío, no me gustaría verme en la tesitura de comer algo escupido por Karuto.
De camino a la playa, dejé a mi Ciralak con Jamón, el cual estaba emocionado de que yo se lo confiara. Me daba muchísima pena no poder llevármelo a la misión, pero era peligroso que estuviera ahí y yo no quería volver a experimentar la perdida de otro familiar.
—Gardienne no preocuparse, Jamón cuidar bien de su Ciralak.
Una sonrisa se dibujó en mi cara cuando pronunció aquellas palabras. Jamón era de los corazones más puros que había en todo el CG. No pude evitar darle un abrazo, desde que me había enterado de la presencia de Lance y este había comenzado a entrenarme, mi vida social se había visto reducida a hablar con Karuto cuando iba a la cantina a comer y con algunos guardianes que se encontraban ahí.
—Jamón extrañar a Gardienne y esperar que ella y Lance no se maten. Jamón confiar en que Gardienne salve a Miiko.
Decidí dar por terminada la conversación con Jamón e ir a la playa, ya que si me quedaba más tiempo hablando con él, las lágrimas no tardarían en salir y eso era lo que menos quería. Además, ya iba con algo de retraso y no quería que cierto dragón me transformara en un cubito de hielo.
—Espero que tu nivel de reacción no sea igual que tu puntualidad —Dijo mientras me lanzaba una mirada asesina.
—Sabes bien que es peor, ¿o no me has visto en los entrenamientos? —Solté con una gran sonrisa en la cara.
Pude ver la sorpresa en su cara ante mi comentario. La verdad, yo también estaba sorprendida, pero una parte de mí no le temía a su enfado, total, si no se enfadaba ahora por llegar tarde, se enfadaría después cuando intentase sonsacarle información. Mejor que se fuese haciendo a la idea.
—No nos retrasemos más, sube al barco y acomoda las cosas, en nada nos vamos.
Lo dijo en un tono autoritario que no me había gustado nada, pero decidí tragarme lo que quería decirle y hacer lo que me mandaba. Tenía razón en lo que íbamos un poco tarde y, sinceramente, no quería que por mi culpa, a Miiko le hicieran cosas malas.
Las primeras horas del viaje fueron bastante aburridas e incómodas, ya que ninguno de los dos hablaba y Lance solo se había dedicado a estar en el timón, no había apartado la mirada del mar en ningún momento.
Entendía nuestro comportamiento, pero por el Oráculo, ¿iba a tener que estar en este barco sin hablar? Vale, la persona con la que debía de hablar no era santo de mi devoción, e incluso, la última vez que estuve en un barco con él, lo hice en calidad de rehén... ¡Espera, espera, espera! ¡Gardienne, por favor, no pienses en eso!
Me tapé la cara con las dos manos e inspiré. Aunque era inevitable, no quería pensar en eso, porque eso significaba ver cómo Valkyon trató de adentrarse en el mar para rescatarme y cómo aquellos bichos extraños -no recuerdo su nombre y la verdad, tampoco me interesaba saberlo- le atacaron.
—¿Cuánto vamos a tardar en llegar a nuestro destino? —Las palabras salieron de mi boca rápido y tuve miedo de que Lance no me hubiera entendido.
Me vi en la obligación de preguntar lo primero que se me vino a la mente para dejar de pensar en el pasado, aunque para mí no había pasado tanto desde que había vivido esa situación.
—¿Me estás diciendo de verdad que no te ha dado por consultar cuántos días tenemos que estar en este barco? —Me preguntó incrédulo.
—No, la verdad, temía que si sabía que eran muchos, viese buena idea tirarme al mar —Respondí con tono burlón.
Lance se rió ante mi comentario y, aunque estaba de espaldas, podía ver su gran sonrisa.
—Tres días de ida y tres de vuelta, angelito. Más los días que debamos de estar en el Reino de Jade. Así que ármate de paciencia, seguro que te va a ser más útil que las armas que llevas —Soltó en tono irónico.
Ahora la que me reí fui yo.
—Siempre me queda la opción de tirarme al mar...
—¡Eso sí que no, angelito! Ni con esas podrás librarte de mí, porque detrás de ti para sacarte del agua y volver a meterme en el barco.
Cuando terminó de decir eso, apartó la mirada del mar y me miró directamente a los ojos. Me tomé el tiempo de apreciarlos. Eran de un color azul muy bonito y, a diferenciar de la conversación que tuvimos en el jardín de la música, aquí se veían alegres, aunque no perdían ese toque de melancolía.
No sé cuánto tiempo estuvimos mirándonos a los ojos ni en qué momento yo me había puesto a su lado, pero toda la magia que podía haber en ese momento fue rota, no porque se me viniese la imagen de Valkyon a la cabeza sino porque, de golpe y porrazo, el barco se movió bruscamente, haciendo que mi cuerpo se apegara al de Lance.
—Esto no es normal... —Dijo Lance preocupado. —¡La mar estaba en calma!
Escuchamos un ruido y ambos miramos, con cierto temor, al lugar de donde provenían los ruidos. Efectivamente, que el barco se hubiese movido de esa manera, no era fruto del oleaje sino de aquel monstruo que estaba en nuestro barco.
Sin que yo tuviera tiempo de reaccionar, Lance me agarró con un brazo de la cintura mientras que con el otro sacaba su arma.
—Quédate detrás de mí y no te pasará nada. Todo saldrá bien.
—•
¡Hola! Lo primero de todo, muchas gracias por llegar hasta el final del capítulo.
Me gustaría informaros que el próximo capítulo será publicado dentro de 2-3 semanas, debido a que me voy a ir de vacaciones.
Nos leemos dentro de unos sábados.
Besos,
Undy <3
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Broken Wings
FanfictionAmbos estaban rotos por las mismas razones, sin embargo, uno fue el verdugo y otra la víctima. Lance, aquel que cegado por el odio y el deseo de venganza comenzó una de las peores guerras en Eldarya, se había convertido en un hombre cuya alma le pes...