ANSWER

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El ardiente Sol
Y las salvajes olas que nos golpearon
No son especiales para nosotros

Así que juntos sigamos avanzando sin que nos importe nada
Y ya no tendremos miedo nunca más
Desde ahora ya nada puede asustarnos
Porque somos como una llama ardiente

Así que juntos sigamos avanzando sin que nos importe nadaY ya no tendremos miedo nunca másDesde ahora ya nada puede asustarnosPorque somos como una llama ardiente

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Cada uno va hacia su esquina, empiezo a sentir la tensión de mis músculos, la adrenalina y el nerviosismo recorrer cada centímetro de mi cuerpo. Salto un poco para liberar la tensión, miro a Woo por última vez.

Suena la campana.

Doblo un poco las rodillas y cubro mi cara con mis puños y brazos. El americano está en la misma posicion. Nos vamos moviendo al rededor del cuadrilatero. Ninguno intenta hacer algo, ambos estamos esperando la reacción del otro.

-¡VAMOS, CHOI SAN! -escucho el grito de alguien del público.
-¡MATA A ESE HIJO DE PUTA! -grita otro.

Me acerco y tiro el primer golpe. El grito de la gente no se hace esperar y eso me motiva. Me llena de adrenalina. Siento el ruido de mi corazón en los oídos.

El americano comienza con lo mismo, lo esquivo y golpeó su estómago. Siento un quejido y su agarre desde arriba al rededor de mi. Agarro sus piernas y comienzo a empujarlo. Con sus brazos aprieta mis costillas y eso me deja sin respiración por un momento.

Lo empujó y me safo de su agarre. Se ríe. Cierro los ojos y pienso en qué debo perder. En eso siento un dolor en la mandíbula, el golpe me desestabiliza.
La gente comienza a gritar, abuchear. El alcohol, el cigarrillo, las drogas y ver a dos personas peleando los emociona.
Comienza a golpear mi cara y apenas me cubro baja a mi estómago. Caigo al suelo. El americano me gira y comienza con una serie de golpes en mi cara. La gente estalla en júbilo.

El árbitro lo separa de mi y empieza con la cuenta regresiva, la gente lo sigue.

-¡APOSTE MUCHO POR TI, MARICON DE MIERDA! LEVÁNTATE Y PELEA- escucho un grito.

-Diez, nueve, ocho, siete- me levanto.
El americano comienza a saltar, moviendo las manos para que el público grite su nombre. Escupo un poco de sangre y me acerco a Wooyoung. Me tiro en el banco de la esquina.

-Vas bien, San -dice mientras abre una botella de agua- unos minutos más y todo el dinero será nuestro- acerca el pico de la botella a mi boca y me da agua. La mayoría cae por mi mandíbula ya que me es difícil tragar por la inflamacion y el dolor de los golpes.
Miro a Woo, le asiento con la cabeza y vuelvo a la pelea.

El americano se acerca a mi.

-Asi que, ¿Fuiste a recibir mimos de tu puta personal? -Pregunta riéndose.

-¿Perdona?- levanto una ceja, esperando que no sea lo que pienso. Mi sangre comienza a hervir.

-La putita de allá -señala con su cabeza hacia Wooyoung- te la debe de chupar bien todas las noches -lanza un golpe mientras sigue hablando- Tu piel está radiante, dicen que una mamada al día deja tu piel como la de una princesa. - esquivo sus golpes. La furia se apodera de mi.

•BOUNCY• woosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora