Bajoterra

Yo no tengo la culpa

Unos días después de que Elizabeth tenía la foto de sus padres, ella aún se preguntaba quién era su padre y si sabía sobre bajoterra o si al menos sabía que ella quería conocerlo, eran muchas dudas las que tenía que no estaba restando atención en clase de matemáticas.

Maestra: ya que Elizabeth estás restando bastante atención, podrías decirme cuanto es tres más tres 

Elizabeth: tres más tres, es en serio

maestra: como dijiste

Elizabeth: qué clase de escuela es este lugar

maestra: es la clase de escuela en la que los alumnos no hablan sin pedir permiso

Elizabeth: muy bien pero todos saben que es seis 

maestra: nadie en este salón habla a menos que este autorizado, si todos lo tienen claro, cierto

niños: si maestra

maestra: bien, Elizabeth levántate por favor, de pie, estas preguntas son porque eres muy avanzada 

Elizabeth: -se pone de pie- 

maestra: cuanto es nueve más ocho

Elizabeth: diecisiete 

maestra: si correcto, cuanto es quince más diecisiete 

Elizabeth: treinta y dos 

maestra: si eso es correcto y cuanto es cincuenta y siete más ciento treinta y cinco

Elizabeth: pues ciento noventa y dos 

maestra: si -sorprendida- podrías decirme cuanto es cincuenta y siete multiplicado por ciento treinta y cinco -ve que se queda en silencio- okay, quien me dice cuanto es cuatro 

Elizabeth: -la interrumpe- son siete mil seiscientos noventa y cinco 

maestra: -busca su calculadora y ve que era correcto-

Elizabeth: su raíz cuadrada es ochenta y siete punto, siete y fracción 

maestra: -sin palabras-

 Después de clases, Elizabeth volvió al refugio algo agotada y aburrida, ya que siempre le asaba lo mismo en las clases y ya estaba harta 

Elizabeth: ya, llegue 

Elisa: hola hija como te fue

Elizabeth: igual que siempre -se sienta y suspira-

Elisa: otra vez los problemas matemáticos

Elizabeth: si la maestra siempre me pregunta a mí 

Elisa: bueno, al menos sacaste la inteligencia matemática de tu padre  

Elizabeth: -sonríe- 

varias horas después

Elisa: -escucha su comunicador y ve que decía la superficie, así que ya sabia quién era y decide irse a su cuarto para responder- hola

xxx: hola estás ocupada

Elisa: no y tú

xxx: tengo unos minutos libres antes de la próxima misión, ahora cuéntame que aso con nuestra hija

Elisa: la llevé a un almacén donde hay recuerdos de nosotros 

xxx: y que encontraron

Elisa: una foto de nuestra la tiene en su cuarto y la mira cada noche antes de irse a dormir 

xxx: -ríe- es igualita a ti

Elisa: -ríe- eso es cierto

xxx: -suspira- ya quiero conocer a nuestra hija y poder explicarle por qué tuvieron que irse antes de que pudiera conocerla