𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 1

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Si bien el pequeño Omega de la familia no podía entender cómo había pasado de ser el niño consentido de la casa, pues ahora toda la atención de su padre estaba sobre el extraño niño que un día había llegado a su hogar y que parecía que no tenía a dónde más ir y para el colmo se encontraba justo donde él siempre se sentaba, además comía de su plato favorito de Paw Patrol's y eso jamás pero jamás lo iba a permitir.

—Papá! No quiero que ese niño coma cereales en el plato que tú me compraste a mi.—Alzó la voz llamando la atención tanto del argentino como la de su papá Guillermo, el cual con una cara de sorpresa, se encontraba dejándole cereal a Gonzalo.

—Bla bla bla, sigue llorando pequeño bebé.—Mencionó el pequeño alfa mientras ignoraba los comentarios que hace unos minutos había dicho el niño con peinado de tazón y del cual ya había tenido varios dolores de cabeza, pues se la pasaba peleando por todo, siempre le reclamaba, si usaba la televisión iba y le quitaba el control, si iba a comer, debía tener cuidado de agarrar un vaso porque el pequeño consentido lo había reclamado como suyo, estaba cansándose realmente del mexicano.

—Hassan! Para por favor.—Se escuchó la voz prominente del mexicano, si bien, había cometido un error al darle de comer cereales a otro niño en el plato de su hijo, entendía que lo estaba volviendo un berrinchudo y eso no lo iba a permitir.—No tienes que pelear con tu hermano.

—¡Él no es mi hermano! ¡Es extraño para mí!

—Pero a mí ni me importa que vos seas mi hermano, niñito consenti-

—Gonzalo, detente!—Dijo el argentino interviniendo en el problema que se había armado, la situación era cada vez más constante y lo estaba dejando agotado. -- Deja de pelear, ¡vos no tenés que hacerle caso!

—Pero si fue el que empezó la pelea...

—Silencio, dije.

El silencio inundó la cocina, el alfa se levantó de la mesa y se fue corriendo al baño, a lo que el argentino solo suspiro y llevó sus manos a su cara, amaba a Guillermo pero su hijo lo estresaba mucho, era un niño bueno, pero era extremadamente celoso y no evitaba sentirse cansado de que eso pasara todo el tiempo.

—Mi amor, tranquilo, sé que esto es agotador pero hay que entender que ambos son tan diferentes...

—No Guille, creo que lo mejor es que vos hables con Hassan y le expliques que Gonzalo y él vivirán juntos o si no, tendré que regresarlo para argentina con su padre, así tal vez cuando crezcan se entiendan mejor, no lo sé...

—Pero..no crees que se sentirá mal emocionalmente después de eso?—Tomo las manos del contrario mientras las acariciaba, hacerlo siempre ponía de buen humor al Omega con olor a pasto.

—No sé, tal vez hablé de eso con él y lo entienda..—Dio un último suspiro y se levantó de la mesa caminando a dónde se encontraba el alfa menor, dejando a Guillermo y a Hassan solos.

—Estoy decepcionado de ti Hassan.

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Años después

Se había levantado asustado, su cara estaba sudada y su pecho bajaba y subía, había tenido de nuevo la misma pesadilla, escuchar como su padre le decía que estaba decepcionado de él, dolía como la primera vez que lo escucho, podría sonar exagerado y hasta cierto punto, se lo merecía, pues era verdad, él era la decepción de la familia pero escuchar eso de niño fue algo que lo marcó para siempre, así mismo la relación con su padre se había roto demasiado, incluso se habían dejado de hablar, cosa que le dolía en el pecho cada vez que recordaba las peleas que había tenido con él, extrañaba mucho su infancia o al menos cuando alguien lo quería o que al menos lo cuidaba.

  ݃ᅠ𝗕𝗘𝗧𝗧𝗘𝗥 𝗟𝗨𝗖𝗞 𝗡𝗘𝗫𝗧 𝗧𝗜𝗠𝗘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora