Bin, esta flor es para tí

Capítulo dos: El castigo no resultó ser tan malo

El chico se veía relajado por fuera, seguro de sí mismo y sin ninguna especie de preocupación encima, por lo que era hasta cierto punto intimidante. Incluso era incómodo verlo directamente para la mayoría de las personas que llegaban a toparse con él. Tan real era esta situación , que incluso micha gente lo señalaba como la persona más seria, antisocial y amarga de la escuela. Sin embargo, Hyunjin no tenía idea de nada de esto, y en el momento en el que pidió el cuadro, Hyunjin lo miró con cierta incredulidad, pues unos segundos atrás, el artista estaba completamente desesperanzado, desanimado e incluso un poco avergonzado, pues, ¿cómo era posible que tuviera un club de fans tan bullicioso y numeroso y nadie demostrara ni una pizca de interés por comprar su cuadro, quizá el más personal?

Antes de que el chico levantara la mano, Hyunjin alcanzó a escuchar comentarios que hacían que su corazón se hundiera un poco. Comentarios llenos de sarcasmo como "mira, se nota que nomás lo quieren por su belleza física" y "ahí se ve cuánto lo adoran, ¿cierto?". No era mentira que su belleza lo hacía sobresalir, y realmente casi nunca hubo la necesidad de que su club de fans participara comprando los cuadros de Hyunjin, pues siempre había alguien ajeno a su club de fans con interés en complrarlos. Sin embargo, en esa ocasión, era evidente la falta de interés, y como su club de fans no estaba acostumbrado a apreciar su arte de forma profunda, nadie ofreció dinero por su pintura. Quizás sólo fue mala suerte, pero los comentarios sarcásticos hacían ver como si Hyunjin no tuviera talento y solamente conseguía vender sus cuadros por su popularidad, es decir, por ser guapo.

Aquello era un golpe directo para Hyunjin, y fue un comentario que también alcanzó a escuchar, sin embargo, y aunque la situación se podría interpretar fácilmente de esa manera, nada de eso era verdad.

"Oh, muy bien, 500,000 wones por "Suspiros de amor", ¿alguien ofrece más? a la una... a las dos... a las tres" anunció la profesora Olivia, para después indicar a Hyunjin que entregara su obra al comprador.

"Claro" contestó Hyunjin, sintiendo alivio y alegría en su corazón.

Después de sacar el cuadro del vitral, Hyunjin se acercó al chico con una curva alegre en sus labios, mientras lo veía como su salvador. Mientras caminaba, su club de fans aplaudía y tomaba fotografías, e incluso algunas de las personas ajenas a sus admiradores aplaudían de forma generosa, mientras daban continuidad a la subasta.

"Hola, aquí tienes" dijo Hyunjin, estando frente a aquel estudiante, con el cuadro en sus manos.

"No tienes idea de lo que acabas de hacer por mí. ¿Cómo te llamas?" preguntó Hyunjin sonriendo ligeramente.

" Me llamo Seo Changbin" contestó el estudiante, revelando su nombre a Hyunjin, quien comenzó a pensar que aquél nombre le era familiar.

"Seo Changbin... lo recordaré de ahora en adelante" anunció Hyunjin, mientras le entregaba el cuadro en sus manos "¿Es la primera vez que asistes a una subasta de arte, Changbin-sshi?" preguntó entonces Hyunjin, cruzando ligeramente sus brazos.

"No" dijo Changbin seriamente, a lo que Hyunjin se quedó quieto.

"¿En serio? Creo que nunca te había visto por aquí. Entonces, ¿has comprado cuadros alguna vez?" preguntó Hyunjin.

"Sí" respondió Changbin, y Hyunjin estaba a punto de hacer otra pregunta cuando el de menor estatura prosiguió "he comprado algunas más de tus obras, realmente admiro tus pinturas" dijo Changbin de forma seria, pero había sinceridad en cada palabra.

Hyunjin entonces se quedó inmóvil, y de pronto se dió cuenta de que estaba siendo accidentalmente grosero al preguntar, pues no tenía ni la más mínima idea de quién era este chico, y resultaba ser alguien que al parecer admiraba su arte. Y no sólo eso, sino que en el pasado, había comprado obras suyas, y ese mismo día incluso lo había salvado haciendo lo mismo. Así, Hyunjin se sintió un poco avergonzado de sí mismo, por lo que se le ocurrió un modo de "compensar" la situación.