MIROTIC [JongSang]

CAPITULO 1

- Amigo, necesitas follar

YeoSang cerró los ojos con fuerza. Escuchó el tintinear de unos palillos al contactar el suelo y ese claro silencio mortífero que – oportunamente-, se dio en el local de pollo frito en el que había quedado con su mejor amigo.

Quería asesinar a WooYoung.

¿Es que no podía controlar su voz?

Tragó con fuerza. No importa lo mucho que cerrara los ojos y que su cara fuera un farol, al abrirlos estaba seguro que volvería a la realidad. Suspirando, abrió los ojos y dirigió una de sus más letales miradas a su amigo, quien pareció indolente.

Incluso estaba bajando lo que quedaba de su vaso de Soju, para servirse más, como si no fuera consciente de todas las miraditas que recibían.

Con una risita incomoda, YeoSang intentó aparentar.

- Creo que el alcohol te está afectando, Woo – comentó, retirando sutilmente el Soju de su alcance. El ruido del local volvió a rodearlos, todo volviendo a la normalidad, como si la novedad hubiera pasado.

Los ojos juzgadores y chismosos de los comensales, dirigiéndose a otro lado que no eran ellos.

Suspirando aliviado por el cambio de ambiente, soltó la botella e increpó con la mirada a WooYoung.

Lástima que este se le adelantó.

- ¡No me está afectando nada! – se quejó con esa estridente vocecita que se cargaba, al tiempo que arrebataba la botella.

Por suerte para ellos – para YeoSang – nadie ya prestaba atención a su mesa.

- ¿Puedes intentar no gritar? – le pidió, irritado – Llamas la atención

- ¿Y? Eso es justo lo que necesitas, tal vez alguien se interese y termine tu falta de inspiración – tarareó maligno – Necesitas que alguien te mueva el bote...

- No necesito que nadie me mueva nada. Además, no me acuesto con el primer desconocido que se cruza por delante. ¿Qué crees que soy? ¿Una gata en celo? – bufó indignado, con un aire respingado que hizo a WooYoung arrugar la nariz.

- No, si lo fueras no estarías aquí lloriqueando porque no te joden

- De hecho, si me joden. ¿Acaso olvidaste a KiBum? – soltó amargo, su mirada bajando a las migas fritas que se repartían sobre su plato. Rastros de lo que quedó de su pollo frito.

Igual que los rastros de su última relación. KiBum era su ex novio y aunque ya habían terminado hace seis meses, su relación seguía siendo algo que lo atormentaba en más formas de lo que podría llamarse normal. O al menos, no creía que después de terminar una relación la otra parte debía acosarlo.

El solo recordarlo le generaba náuseas. También una opresión en el pecho.

Tomando una inhalación brusca, buscó su vaso de Soju para diluir el malestar.

- Ya te he dicho que deberías denunciarlo – comentó WooYoung con ojos oscuros, el humor habiéndose diluido de sus facciones. Sabía sobre KiBum y su maldito acoso. También de sus intentos de retener a YeoSang y regresar a esa relación toxica que tenían.

El muy maldito había tratado como basura a su amigo. Claro que sabía aparentar muy bien. Disfrazó su mierda en caballerosidad y buenas maneras. Engatusó a su amigo con su estilo formal y apariencia impecable, que opacaban sus palabras llenas de ácido. Era sutil, no le quitaría eso. Pero WooYoung no podía dejar de evidenciar el efecto negativo que tuvo en su mejor amigo.