Un gusto lento ᚌ Mɪɢᴜᴇʟ O'Hᴀʀᴀ

𝟏𝟖 • 𝑳𝒖𝒏𝒂 𝒅𝒆 𝑿𝒆𝒍𝒂𝒋𝒖́

𝗟𝗨𝗡𝗔 𝗗𝗘 𝗫𝗘𝗟𝗔𝗝𝗨́
ɢᴀʙʏ ᴍᴏʀᴇɴᴏ, ᴏsᴄᴀʀ ɪsᴀᴀᴄ

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—No lo sé amigos, ¿Y si me dicen que no? A veces Miguel es muy grosero— Pavitr caminaba preocupado.

A su lado iban Miles, Gwen, Peter B con Mayday y Lyla.

—Tranquilo Pav, estoy segura de que ellos no van a negarse— dijo Lyla qué estaba en su hombro.

—Además ya lo sabemos todos, si ella dice que sí, el también— Miles dijo con total tranquilidad.

—Es que está vez es diferente, incluso raro... Mejor no, mejor no— Pavitr dió media vuelta para mancharse.

—Claro que no— Peter lanzo sus telarañas antes de que el se alejara. —Niño, entiendo que tú miedo es Miguel, pero estoy seguro que fuiste ese extra para que calmará esa amargura. Además, tener un papá es algo muy divertido, ¿Cierto Mayday?—

Ella se lanzó a los brazos de Pav y sonreía mientras jugaba con su cabello.

—Pero, ¿Y si ellos quieren a un bebé? No a un niño como yo, además es un revoltijo de cultura, una es de Colombia, otro de México y yo de India, no funcionaría—

—Calma calma, Kayle y Miguel son personas asombrosas, no dejan a cualquiera quedarse a dormir con ellos, a lo que me cuentas, a veces ven películas, salen, ella te hace tu comida favorita sin importar que algunos ingredientes no los conozca y el entrena junto a tí. Ese revoltijo les vendría bien a todos— Peter extendió sus manos para que Mayday regresará con el.

—Bueno, okay, lo haré, porque es algo que quiero, una familia— Pavitr empezó a estirarse, casi como si fuera a pelear.

Los presentes lo felicitaron.

—Aquí tienes y sabemos que lo vas a lograr, suerte— Gwen le pasó una caja a Prabhakar.

Pav siguió caminando, podía columpiarse pero quería hacer el camino más lento, se dirigía a la "casa" que tenían en la sociedad. Los nervios no lo dejaban, aún pensaba.

—Pavitr, no tengas miedo— Lyla seguía en su hombro.

—¿Y si los estoy obligando?—

—Aún no te das cuenta, ¿Cierto?— ahora se movió frente a el.

—¿De que hablas?—

—Los dos son personas que fueron heridas en su pasado, perdieron a gente muy importante. Miguel no suele hablarlo, pero extraña a Gabriella, cada segundo piensa en su hija, pero tú Pav, entraste a su vida, cuando menos se dió cuenta, el no podría vivir con la idea de perderte. En cambio Kayle, ella no puede tener hijos, pero me ha confesado que desea darle una familia a Miguel, no por complacerlo, si no porque es su anhelo— Lyla quería motivar al joven.

A Pavitr se le rompía su gran corazón al escuchar todo esto, sabe que esos spiders sufrían, pero no tenía en cuenta los detalles. —¿Y puedo ayudarlos?—

Ella sonrió. —Ya lo hiciste, siempre lo has hecho tu Pav, ambos tenían dudas, pero si no hubieras convencido a los spiders de la serenata, esos dos ni siquiera estuvieran juntos. Eres una curita que alcanzo a sanar dos grandes heridas—

—Me lanzare por el abismo, a ver qué tal sale— Prabhakar sonrió y tocó la puerta, ya no había vuelta atrás.

Kayle y Miguel estaban muy ocupados besandose, solo eran eso, no querer llevarlo a otro lugar.